Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 19 de febrero de 2002
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Contra
Washington, bajo el ojo de Big Brother

Pese a voces opositoras, la policía instala cientos de videocámaras de vigilancia

JIM CASON DAVID BROOKS CORRESPONSALES

Washington. 18 de febrero. En Washington Big Brother te vigila.

La policía de esta capital instala el sistema de vigilancia pública más sofisticado de este lado del Atlántico, al construir una red que permitirá, en un centro de comando, observar el movimiento de ciudadanos mediante cientos de videocámaras instaladas cerca del Congreso, estaciones de trenes, puentes y en varios edificios públicos.

"Es como esa canción de Sting, donde 'cada movimiento que haces, cada paso que des se graba", explicó recientemente el profesor Gary T. Marx, en entrevista con el Wall Street Journal. "Casi cualquiera de estos sistemas de vigilancia es fácilmente justificable. La preocupación mayor es, ¿adónde nos lleva esto?"

Hace unos días la policía activó un centro de comando de siete millones de dólares en el quinto piso de la jefatura de policía, con 40 estaciones de video que procesan imágenes en vivo de todas partes de la ciudad. Si una mujer camina hacia una entrada del Capitolio, un oficial en el centro de comando puede enfocar la cámara para ampliar la imagen de su cara o de la bolsa que porte. El sistema aún está en construcción, pero a la larga permitirá a la policía, y a otras agencias de seguridad pública, usar estas cámaras, además de las operadas por la FBI, el Servicio Secreto, el sistema de transporte público y las escuelas públicas. También se ha considerado vincular sistemas de cámaras privadas a la red.

La policía empezó a desarrollar este nuevo sistema después de estudiar el sistema de vigilancia pública en Gran Bretaña, donde se ha instalado a través del país una red de más de dos millones de cámaras. Las imágenes digitales en vivo se filtran por una computadora que compara las caras fotografiadas con un banco de datos de criminales u otros sospechosos. La policía en Washington aún estudia si, además de las cámaras, instalará el sistema británico de rastreo de caras.

"Estamos intentando mejorar la seguridad de toda la ciudad", explicó el jefe de policía Charles Ramsey. En una entrevista por radio, insistió la semana pasada en que se aplicarán normas para asegurar que la policía no viole derechos de privacidad de los individuos.

Pero varios legisladores y defensores de derechos civiles no están tan seguros. "Estos programas de vigilancia se están aplicando sin el debate público necesario sobre sus consecuencias", afirmó la legisladora federal Constance Morella, al anunciar que convocará una audiencia sobre el tema.

La Unión Americana de Derechos Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) ha escrito al cabildo de la ciudad para exigir un debate público antes de que la policía comience su monitoreo sin pruebas que anticipen un crimen. "La tecnología le está ofreciendo al gobierno lo que sería la visión de Supermán", comentó Barry Steinhardt, abogado de la ACLU, al Wall Street Journal. Señaló que aunque las autoridades frecuentemente vigilan a gente que ingresa a espacios públicos, establecer un sistema central de vigilancia para detectar los movimientos de ciudadanos por toda la ciudad podría conducir a abusos.

El y otros advierten que estos sistemas amenazan con cumplir con las pesadillas pronosticadas en la novela 1984, de George Orwell.

Varias ciudades estadunidenses ya han probado este sistema, entre ellas Florida, donde el público asistente a un partido de beisbol fue monitoreado mediante videocámaras conectadas a computadoras, que compararon las imágenes con las de un grupo de criminales. Pero ninguno de estos sistemas se ha vuelto permanente.

El nuevo sistema de Washington se controla desde un cuarto con pantallas de un metro de alto instaladas en las paredes y 40 escritorios desde los cuales agentes de varias entidades de seguridad pública pueden monitorear.

Eventualmente la policía espera rastrear qué ocurre en varias partes de la ciudad y grabarlo digitalmente. Esa información podría guardarse para análisis posterior o podría ser enviado de inmediato a patrullas en busca de sospechosos.

"En el contexto del 11 de septiembre no tenemos otra opción que aceptar un mayor uso de esta tecnología", explicó Stephen Gaffigan, director de la unidad de vigilancia de la policía. En entrevista con el Wall Street Journal, agregó que el público en Gran Bretaña se ha acostumbrando a sistemas similares sin protestar.

Pero incluso algunos policías están en desacuerdo. Kevin Watson, vocero de la Law Enforcement Alliance, dijo que las comparaciones con Gran Bretaña no eran apropiadas. ''Inglaterra no tiene una carta de derechos o de libertad de prensa; no es la sociedad libre en que vivimos nosotros", argumentó ante medios locales.

La policía ha reconocido que la primera prueba de su nuevo sistema, con sólo algunas cámaras montadas en edificios, se hizo para monitorear a los manifestantes contra la globalización empresarial en las reuniones del Banco Mundial y el FMI, en abril del año pasado.

Los críticos argumentan que esto es precisamente lo preocupante: ¿quién decidirá si estas cámaras serán usadas para vigilar criminales y terroristas o para rastrear ciudadanos en ejercicio de su derecho a la libre expresión y la disidencia?

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