Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 23 de febrero de 2002
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Política
Denuncian al líder sindical por despojo, desviación de fondos y enriquecimiento ilícito

Petroleros clausuran el STPRM e instalan plantón tras choque con seguidores de Romero Deschamps

Simpatizantes del diputado priísta intentaron repeler acción de trabajadores en la sede gremial

 GUSTAVO CASTILLO GARCIA

A empujones, huevazos y algunas pedradas, más de 250 trabajadores en activo y jubilados de Petróleos Mexicanos (Pemex), colocaron "sellos de clausura" en los accesos de la sede del Sindicato Nacional de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), y lograron instalarse en plantón permanente, en demanda de que el diputado federal Carlos Romero Deschamps dimita de su cargo de secretario general y entregue un informe pormenorizado del destino de los recursos, bienes inmuebles y empresas propiedad de la organización gremial, así como de los mil cien millones de pesos que obtuvo de la paraestatal en 2000.

Seguidores de Joaquín Hernández Galicia, La Quina, líderes de 70 organizaciones de trabajadores opositoras a Romero Deschamps y representantes de las 36 secciones que integran el STPRM presentaron una denuncia penal contra el diputado federal priísta ante la Procuraduría General de la República, como presunto responsable de los delitos de despojo, desviación de recursos sindicales y del erario federal, así como de enriquecimiento ilícito.

Brazos cruzados

Cerca de las 10 de la mañana, trabajadores en activo y jubilados, que desde hace días arribaron a la ciudad de México para empezar la conformación de la Coalición Nacional de Trabajadores Petroleros, se presentaron frente a las instalaciones de la Unidad Especializada en Delincuencia Organizada (UEDO), para "presentar pruebas de la venta ilegal de propiedades del STPRM", y para ofrecer su "colaboración en las investigaciones que la PGR desarrolla por el desvío de dinero de Pemex al PRI para la campaña de Francisco Labastida Ochoa".

Con mantas y cartelones, los petroleros permanecieron más de una hora frente a la UEDO en espera de la comisión de ocho personas que ingresó en la dependencia a entregar "pruebas" de la responsabilidad de Romero Deschamps y el tesorero del STPRM, Ricardo Aldana Prieto, en diversos delitos.

Una vez que el Ministerio Público Federal recibió la documentación ofrecida, el contingente avanzó por Paseo de la Reforma y avenida Hidalgo hasta la calle de Zaragoza, donde se localiza la sede del Comité Ejecutivo Nacional del STPRM.

No terminaban de doblar la esquina de Hidalgo y Zaragoza, cuando un grupo de alrededor de 60 personas ya estaba apostado a lo largo de la calle con los brazos cruzados en espera de que los opositores a Romero Deschamps se presentaran en el inmueble marcado con el número 15.

Las puertas del acceso al estacionamiento estaban cerradas, las cortinas que protegen los accesos principales a la sede sindical permanecían bajadas, como si no hubiera nadie dentro del inmueble, sin embargo, por los ventanales decenas de personas observaban la llegada del contingente.

Los seguidores de Romero Deschamps cedieron desde el primer momento el paso a los disidentes, pero se colocaron frente al edificio, formaron tres filas, una tras otra, a lo largo del frente de la representación sindical.

Allí resistieron los primeros embates de los opositores. Todos llamaban a no caer en provocaciones, y así pasaron 15 minutos hasta que comenzaron los empujones.

Los simpatizantes de Romero Deschamps, de quienes se dijo eran trabajadores transitorios ?personal que está a la espera de un contrato?, impidieron la colocación de los "sellos de clausura", lo que motivó los primeros escarceos de violencia.

La situación pareció calmarse, pero varios de los disidentes comenzaron a empujar con más fuerza y determinación en busca de apoderarse de las cortinas para colocar los "sellos de clausura", pero en el intento hubo intercambio de algunas patadas y enfrentamientos verbales.

Los que intentaban colocar los "sellos" eran retirados a empellones, pero lograron adherir algunos.

Luego quemaron un judas con la figura de Carlos Romero Deschamps, que portaba dólares de falsos en las manos, bigotes y cuernos. El muñeco de cartón fue lanzado al grupo que protegía los accesos al edificio, lo que desató un conato de bronca con empujones y patadas entre unos cuantos.

A los partidarios de Romero Deschamps les llovieron pedazos de papel desechable, envases de plástico vacíos y trozos de madera. Algunos disidentes comenzaron a lanzar huevos y otros objetos, uno de ellos se estrelló contra la cabeza de Juan Francisco Santana, reportero del noticiario Monitor, cuando pretendía entrevistar a algunos de los simpatizantes del líder sindical. Descalabrado, fue trasladado por una ambulancia de la Cruz Roja a un hospital.

La lluvia de objetos a la sede del STPRM duró más de 10 minutos, pero los seguidores de Romero Deschamps no se movieron. A uno le cayó un pedazo de palo en el cuerpo, y con él, se llevó las manos a la cabeza, fingiendo que lo habían descalabrado. Así permaneció más de cinco minutos para que lo fotografiaran y videograbaran. Su cabeza nunca sangró.

Cuando parecía que todo iba a derivar en un enfrentamiento, del interior de la sede sindical vino la orden de que los partidarios de Romero Deschamps, entraran al inmueble.

Los disidentes colocaron los "sellos de clausura", y se instalaron en plantón permanente.

Señalaron que ahora no se retirarán hasta que se cumplan sus demandas, así como "la consignación del líder" sindical ante autoridades judiciales, para que responda por "todos los delitos que ha cometido durante los años que lleva como dirigente, que son más de ocho".

Por la noche, el STPRM aseguró en un comunicado de prensa que los opositores a Carlos Romero "intentaron ingresar al edificio sede con el manifiesto propósito de ocuparlo por la fuerza"; que habían colocado "cadenas y candados y otros obstáculos en las puertas", y mantenían "a más de 150 empleados en calidad de secuestrados".

Además, se aseguró por parte de la representación gremial que cinco seguidores del líder sindical habían resultado heridos y que fueron atendidos en el interior del inmueble "porque no ha sido posible salir para su traslado a algún nosocomio".

Contrario al comunicado del STPRM, los heridos reportados por autoridades capitalinas sólo fueron tres: un reportero y dos disidentes. Tampoco se colocaron barricadas para bloquear la entrada o salida del inmueble, pero sí los enseres correspondientes al plantón.

Grupo de choque

Alrededor de las 16 horas, unos cien trabajadores partidarios de Romero Deschamps se reunieron en la explanada del Monumento a la Madre, en la esquina de las avenidas Insurgentes y Sullivan. Identificados como "grupo de choque" en la frecuencia de radio de la policía, fueron rodeados por efectivos del Agrupamiento de Granderos para impedir que se desplazaran hacia la calle de Zaragoza, donde permanecía el grupo disidente.

A las 17:30, de nuevo se aproximaron al lugar unas 20 patrullas de Seguridad Pública por la calle de Orozco y Berra y la avenida Puente de Alvarado, luego de que Felipe Arias Vázquez, uno de los trabajadores que se encontraban dentro del edificio sindical, sufrió un paro cardiaco.

Los disidentes formaron una valla para permitir el acceso de los paramédicos, quienes trasladaron al enfermo al hospital de Pemex. Detrás de la camilla, salió María Dolores Flores, de la disidencia sindical, quien había sido metida por la fuerza al edificio después de la trifulca. "Solamente una persona, de la oficialía de partes, me estuvo amenazando con consignarme, y yo le dije que también lo iba a acusar de secuestro. Sus mismos compañeros se encargaron de calmarlo", narró.

Una hora después, los representantes de las diferentes secciones del grupo del Movimiento Nacional de Lucha Social al Rescate de Pemex y el STPRM, resolvieron retirarse. Hasta las 20:30 horas salió el último contingente, cuando los trabajadores que apoyan a Romero Deschamps, en el Monumento a la Madre, comenzaron a avanzar en dos autobuses del sindicato hacia la calle de Zaragoza, custodiados por 11 patrullas de la SSP.

Al llegar, una valla de granaderos les cerró el paso, aun cuando los del grupo contrario ya se habían retirado.

CON INFORMACION DE ANGEL BOLAÑOS

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