Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 23 de febrero de 2002
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Política

Gustavo Leal F.

De Pemex al ISSSTE

Mientras los cónclaves panistas, alarmados por el impacto electoral del derrotado reformón y el tarifazo eléctrico, buscan desesperadamente reposicionarse frente a la elección intermedia de 2003, a las nueve de la mañana del pasado 5 de febrero, Rafael Degollado Novoa -delegado regional del ISSSTE en Baja California Sur- se suicidó en la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, de la delegación Alvaro Obregón.

Entre sus prendas, Degollado portaba una carta dirigida a Benjamín González Roaro, director general del ISSSTE, en la que aseguraba que "todo iba a salir bien en el Congreso".

No puede haber saldo más patético de un gobierno del "cambio" que entregó el entero gabinete de salud y seguridad social a los intereses que financiaron la campaña de Vicente Fox a la Presidencia de la República. En el caso del ISSSTE, se trata de aquella burocracia que lo admiró desde el Grupo San Angel y que, por su "incondicional" apoyo, se adjudicó el ISSSTE, vía Benjamín González Roaro, como representante de la "maestra" Elba Esther Gordillo.

Pero el panismo sigue creyendo que aún puede mejorar su imagen ante la sociedad y concretar reformas legales que "permitan a los ciudadanos entender que el cambio en el gobierno sí funcionó". Aunque en el ISSSTE está por verse si hubo "cambio" o apenas una cesión de "bolsas" para financiar la campaña de Roberto Madrazo Pintado a la directiva del PRI, haciendo pareja con la "maestra" Elba Esther Gordillo, también "mentora" de Jorge Castañeda.

Si algún pendiente de la agenda social ya había rebasado -con mucho- las "políticas" del priísmo, ese era el del ISSSTE. Frente a los frecuentes rumores de que el entonces presidente, Carlos Salinas de Gortari, habría desfondado los preciosos recursos para jubilación de que disponía el instituto y ante los temerosos titubeos de la tecnocracia zedillista que no se atrevió nunca a tomar cartas en el asunto, el gobierno del "cambio" estaba prácticamente obligado a instrumentar ajustes que lo ubicaran, al menos, en el nivel de las "reformas" de que ha sido víctima el IMSS en 1995 y en 2001.

De acuerdo con el Banco Mundial, el ISSSTE muestra un severo déficit en el flujo de caja. Además de los servicios de salud, 80 mil trabajadores son responsables de 2 millones de servidores federales, de los cuales, para 1998, 333 mil eran jubilados. Hoy día ya son 410 mil. El pago mensual mínimo sumaba 906 pesos y el máximo 9 mil 60 pesos. La edad promedio de jubilación es de 62 años y cubre prestaciones de retiro hasta por 19 años. El presupuesto para cubrir el fondo de pensiones rebasa los 20 mil millones de pesos, de los cuales la Federación subsidia 70 por ciento.

Aunque el cuadro básico ya dispone de los "fundamentales" -y rentables- medicamentos contra el tabaquismo, los recursos para fármacos se redujeron en un tercio con relación a los ejercidos en 2001 y la inversión en equipo dispondrá de 300 millones de pesos, cuando se requieren mil 400 para revertir su obsolescencia.

El presupuesto para 2002, 45 mil millones de pesos, es el más restrictivo de su historia. Debe cubrir 8 fondos y 21 prestaciones que otorga a cerca de 10 millones de derechohabientes. Además, la capacidad resolutiva de los hospitales es magra: sobreviven gracias a sus médicos y enfermeras.

El "caos estratégico" en que González Roaro tiene sumergido al instituto ante la, para variar, impotente mirada del presidente Fox y su secretario de Salud, Julio Frenk, tiene poco que ver con la "articulación integral de la protección social" que publicita el documento Agenda Económica 2002, difundido por la Presidencia de la República.

Pero tal vez forme parte de los interesados cálculos de Fox y Castañeda para las elecciones de 2003 y 2006. No es casual la presencia, también "estratégica", del diputado madracista Samuel Aguilar Solís -ex senador priísta responsable, en la Legislatura LVII, de la aprobación de las Instituciones de Servicios Especializadas en Salud (ISES)-, siempre sentado al lado izquierdo de González Roaro en sus comparecencias ante la Comisión de Seguridad Social.

La situación del ISSSTE es, por decir lo menos, explosiva. Y aunque la debacle electoral del panismo ya se advirtió en Hidalgo y Quintana Roo, ellos siguen tesoneramente buscando el apoyo desde su partido para un gobierno ineficiente y de derecha como el de Fox.

Mientras tanto, es claro que las "políticas" de salud y seguridad social de la "alternancia" no sólo vienen siendo "más de lo mismo": son, efectivamente, algo peor. Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco

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