Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 23 de febrero de 2002
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Sociedad y Justicia
Uno de los caídos durante una balacera en Mazatlán podría ser el narco, confirma Macedo

Murió Ramón Arellano, supone la PGR; ofrece identificar el cadáver y no lo tiene

El titular de la Procuraduría anuncia análisis y pruebas al cuerpo que se presume del capo, sugiere que está bajo resguardo de la dependencia y luego rectifica: ''desconozco su paradero''

JUAN MANUEL VENEGAS Y JAVIER VALDEZ Y JORGE ALBERTO CORNEJO ENVIADO Y CORRESPONSALES

Ramón Arellano Félix, uno de los narcos más buscados en México y Estados Unidos, podría haber muerto en una reciente balacera en Mazatlán. El procurador general de la República, Rafael Macedo de la Concha, confirmó que "existe esa hipótesis" e informó que en coordinación con la agencia estadunidense antidrogas (DEA) se realizan ''los peritajes y las investigaciones'' correspondientes para aclarar el caso.

Aunque inicialmente el procurador Macedo mostró optimismo cuando habló sobre el tema, en el transcurso de la gira del presidente Vicente Fox por Chiapas titubeó sobre el lugar en que se encuentra el cuerpo de quien se presume es Ramón Arellano.

Sin embargo, la Procuraduría General de Justicia de Sinaloa entregó desde el lunes los cuerpos de Jorge Pérez López ?quien podría ser en realidad Ramón Arellano? y Héctor Solórzano Pérez a personas que se presentaron como sus familiares y reclamaron los cuerpos.

Posteriormente fuentes de la policía local aceptaron que las identificaciones de los presuntos familiares resultaron ser falsas.

Asimismo, la procuraduría sinaloense indicó que ya se realizan las investigaciones dactiloscópicas y solicitó apoyo a la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y la DEA para su plena identificación.

La información de la supuesta muerte de Ramón Arellano trascendió, coincidentemente, dos días después de que el administrador de la DEA, Asa Hutchinson, estuviera de visita en México y asegurara que se detendría a los líderes del cártel de Tijuana en territorio mexicano o estadunidense. Lo curioso del asunto es que la PGR investigaba desde el 15 de febrero sobre la identidad de los muertos de Sinaloa.

En Tijuana, el semanario Zeta publicó este viernes que fuentes estadunidenses tienen la certeza hasta "en 95 por ciento" de que el hombre ejecutado en Mazatlán es Ramón Arellano Félix.

Según versiones extraoficiales, el "más violento" de los Arellano llegó a Mazatlán el 5 de febrero con el propósito de matar al presunto narcotraficante Ismael Zambada García, El Mayo, aprovechando su presencia en el puerto con motivo del carnaval.

Macedo optimista

Sin poder ocultar una sonrisa, Macedo de la Concha comentó, en la primera de las tres entrevistas que concedió en el contexto de la gira, que el asesinato de uno de los jefes del cártel de Tijuana podría ser confirmado.

Incluso, en la rapidez del intercambio con los reporteros, el procurador de la República dejó entrever que el cuerpo de quien se presume es Ramón Arellano (presuntamente caído en una balacera en Mazatlán, el pasado 10 de febrero) se encuentra bajo el resguardo de las autoridades.

Dijo que la investigación para la identificación de los cadáveres empezó desde ''que conocimos de los hechos''. Posteriormente señaló que se estaban buscando elementos para determinar si uno de ellos correspondía a Arellano Félix ''mediante los elementos de carácter científico que tenemos''.

?Se le ve muy contento ?se le comentó al optimista procurador.

?Quiero ser optimista; siempre lo he sido. Mi trabajo me lo exige. Tenemos que ver hacia delante y hay que seguir trabajando.

?¿Este es un golpe al narcotráfico, para dar credibilidad al gobierno en el combate al crimen organizado?

?Es una tarea permanente y yo lo he dicho siempre: el trabajo de las instituciones es seguir avanzando en ello. Independientemente de este golpe, tenemos muchos más que se han realizado y seguiremos trabajando en ello con la misma intensidad.

Poco después, en la segunda entrevista ?ahora con expresiones parcas? insistió en que es ''sólo una presunción'' el fallecimiento de uno de los integrantes del clan Arellano, y a la pregunta de que si se realizarían exámenes de ADN al cuerpo que se presume corresponde al capo de Tijuana, Macedo respondió: "todo lo que sea necesario; dependerá de la propia investigación y conforme a los elementos que tengamos".

Así, sin descartar la aplicación de la prueba del ADN, se le preguntó enseguida si el cuerpo había sido asegurado por la PGR.

Macedo titubeó: "no, no, no... Mire usted, insisto, esta es una investigación... Primero, inicialmente tomó elementos el fuero común y precisamente estamos viendo qué ocurrió y esta es parte de la investigación''.

?¿Pero entonces el cuerpo dónde está?

?En este momento, no; en este momento... mire usted: yo no quiero adelantar sobre la investigación, porque sería irresponsable de mi parte, ni quiero abrir una expectativa que no me corresponde en este momento establecer. Lo único que quiero señalar es que, categóricamente, estamos investigando sobre el particular y agotaremos todas las líneas para establecer la veracidad de esta información.

--¿El cuerpo está en poder de la PGR, sí o no?

--No, no, no. No está el cuerpo en poder de nosotros. Estamos estableciendo precisamente su destino y cuáles son las líneas de investigación que nos permitan corroborar esta información. No, no tenemos el cuerpo.

En la tercera entrevista, insistió sobre lo mismo: que la PGR no sabe del paradero del cuerpo que se presume es de Ramón Arellano y que se investiga para determinar si el capo realmente murió o no.

Historia de un tiroteo accidental

La balacera ocurrió el 10 de febrero en Mazatlán, en plena Zona Dorada, cuando elementos de la Policía Ministerial del Estado (PME) les ordenaron a cuatro sujetos que viajaban en una automóvil Volkswagen blanco, placas VFG-5534, que se detuvieran por aparente actitud sospechosa.

Sin embargo, los individuos no accedieron y optaron por introducirse al estacionamiento del hotel Plaza Gaviotas, donde tres de ellos se metieron a una farmacia y el otro al hotel. Los agentes optaron por esperar afuera del lugar, en la patrulla, mientras otro de los agentes los persiguió a pie.

Cuando el ministerial les dio alcance, arma en mano, les ordenó que se detuvieran, pero los sicarios prefirieron sacar sus armas calibre .45. Comenzó entonces el tiroteo entre ambos bandos, lo que fue aprovechado por uno de los delincuentes para huir del lugar.

En el sitio se quedaron los cuerpos sin vida de dos sujetos y del agente Angel Antonio Arias. Testigos presenciales señalaron que uno de los occisos se había identificado como agente de la Procuraduría General de la República (PGR) y entregado su arma, pero los policías igual le dispararon. Esta versión fue rechazada por el director de la PME, Jesús Antonio Aguilar Iñiguez.

El funcionario dijo que fue este sujeto quien inició el tiroteo y quien mató al policía.

Posteriormente, una patrulla de la Policía Estatal Preventiva interceptó a otros dos sujetos que huían del enfrentamiento y logró lesionar a uno de ellos; ambos quedaron detenidos, pero el herido de bala murió minutos después, cuando era atendido en un hospital privado de Mazatlán.

Luego de estas acciones fueron decomisadas dos pistolas calibre .45, tres rifles AK-47, conocidos como cuernos de chivo, 13 celulares, 10 cargadores, 29 cartuchos para .45, 102 para .38, 125 para AK-47, seis identificaciones falsas de la PGR y una funda para pistola.

También fueron detenidos Manuel Asunción Hernández, ex miembro de la Policía Federal Preventiva (PFP), quien inicialmente se había identificado como Roberto Vilchis, y Sergio Reyes, agente activo de la PFP en división caminos.

En tanto, los gatilleros muertos fueron identificados inicialmente como Jorge Pérez López y Héctor Solórzano Pérez, a quienes la Procuraduría General de Justicia del Estado de Sinaloa (PGJE) inició investigaciones dactiloscópicas y pidió la colaboración de la FBI y de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) para identificarlos y buscar posibles antecedentes.

Sin embargo, un velo de misterio cubrió las investigaciones, ya que los cuerpos de los dos occisos fueron entregados el lunes posterior al enfrentamiento a personas desconocidas, previa autorización del Ministerio Público Especializado en Homicidios Dolosos; quienes reclamaron los cadáveres, y que se dijeron familiares de los occisos, presentaron credenciales falsas, como luego confiarían fuentes allegadas a la PGJE.

Ni la misma procuraduría ni la fiscalía especializada dieron información oficial sobre estos hechos, por el contrario, guardaron total hermetismo.

Apenas este jueves, la procuraduría sinaloense encontró que uno de los dos sicarios que murieron en el enfrentamiento en Mazatlán responde al nombre de Efraín Quintero Carrizoza, quien fue uno de los presuntos responsables del asesinato de 12 personas en El Limoncito, municipio de Cosalá, en hechos ocurridos el 14 de febrero del año pasado.

El sujeto portaba una credencial falsa de la PGR, a nombre de Héctor Solórzano Jiménez, y ya había sido detenido el 2 de enero de 1994 por portación ilegal de arma de fuego, por lo cual se le levantó un expediente en la policía ministerial del estado.

Turnan el caso a la PGR

A su vez, el subprocurador de Justicia de Sinaloa, Felipe Renaul, informó que el gobierno federal realiza las diligencias correspondientes para verificar si el cadáver inicialmente identificado como el de quien en vida respondía al nombre de Jorge Pérez López corresponde al del conocido narcotraficante Ramón Arellano Félix.

Precisó que la PGJE turnó el caso a la Procuraduría General de la República, ya que, presumiblemente, se trata de personas dedicadas al narcotráfico.

En un comunicado de prensa, el funcionario señaló que se dio vista a la PGR sobre todas las diligencias realizadas por el fuero común en este caso, así como documentos, armas y las identificaciones encontradas.

En tanto, el director de averiguaciones previas de la dependencia, Alfredo Higuera Bernal, aclaró que el Ministerio Público procedió de acuerdo con la ley en la entrega de los cuerpos a las personas que acreditaron ser parientes de ambos occisos.

Además, funcionarios de la delegación estatal de la PGR negaron información sobre el caso, y dijeron que las investigaciones del mismo fueron turnadas a la Unidad Especializada en Delincuencia Organizada (UEDO).

El Mayo Zambada, ¿posible blanco?

En Tijuana, sede del cártel de los Arellano Félix, fuentes policiacas mexicanas y estadunidenses confirmaron, a su vez, que Ramón Arellano habría sido ejecutado en Sinaloa, adonde se habría trasladado con la intención de asesinar a un viejo rival: Ismael Zambada, El Mayo.

Zambada es señalado como responsable de haber aniquilado, entre 1998 y 2001, a por lo menos 15 colaboradores de los hermanos Arellano Félix, entre ellos, el abogado Gustavo Gálvez, defensor de Jesús Labra, El Chuy, cerebro operativo del cártel de los Arellano y actualmente preso en el penal de La Palma, en el estado de México.

Por ello, El Mayo Zambada, es considerado cabecilla de uno de los grupos antagónicos más peligroso de los Arellano Félix.

De acuerdo con un informante citado por el semanario Zeta, Ramón Arellano quería dar personalmente el tiro de gracia a Zambada, a quien intentarían ejecutar el domingo pasado cuando se registró la balacera en la que habría perdido la vida.

Ramón Eduardo Arellano Félix, de 37 años de edad, es considerado como el más peligroso de sus 11 hermanos miembros del llamado cártel de Tijuana.

Directamente a él se le atribuyen por lo menos 50 ejecuciones de policías, narcotraficantes y gente inocente; hay quienes lo describen como un hombre a quien le gusta matar.

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