Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 7 de marzo de 2002
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Espectáculos

Develó estatuas improvisadas de fibra de vidrio

Preside Carlos los festejos por el centenario del puerto de Veracruz

ARTURO CRUZ BARCENAS ENVIADO

Veracruz, Ver., 6 de marzo. Carlos, Príncipe de Gales, presidió los actos conmemorativos del primer centenario de la modernización del puerto de Veracruz, acompañado del gobernador del estado, Miguel Alemán Velasco, congresistas y autoridades militares y navales. Llegó a la 1:21 de la mañana, procedente de Brasil, al aeropuerto Heriberto Jara Corona; a las 10:30 horas, en un tren -comprado a Inglaterra- traído ex profeso desde Sonora y reparado por jarochos, arribó a la terminal de ferrocarriles, convertida en museo.

En la estación escuchó, auxiliado por un traductor, las palabras del mandatario estatal y del coordinador de Puertos y Marina Mercante, Francisco Avila Camberos, quien asistió en representación del presidente Vicente Fox, quien, según informó su secretaria particular en un escueto comunicado, el pasado martes, no acudiría.

Hubo expresiones de sorpresa ante el arribo del ferrocarril -fabricado en 1842- con una máquina de vapor recién pintada, con dos vagones, uno de pasajeros -donde iba el príncipe-, que remontó a los más viejos a los tiempos de auge de este medio de transporte, hoy prácticamente desaparecido, y que estuvo ligado al desarrollo del puerto y a las actividades mercantes y navales. Carlos abordó el transporte en la avenida Circunvalación hasta la terminal, en un trayecto de dos kilómetros, informó León Herrero, empleado de Ferrosur y antes de Ferronales, así como porter, que es la denominación que se da a quienes laboran en los vagones. "Hace 10 días que revivimos esta locomotora", dijo.

Afuera de la terminal ferroviaria, gente del pueblo pedía permiso para ver al príncipe Carlos, lo cualcarlos_aleman_02 fue negado. Aplaudieron cuando bajó del tren, a unos 200 metros de distancia. Siguió el itinerario. Un remolcador -el SAAM Huasteca- lo llevó al muelle de la T, donde volvió a pisar el continente. Corrían ya las 11:30 horas y el sol caía a plomo. Bajó y saludó a algunos niños de escuela que fueron llevados ahí. "šCharly, Charly!", le gritaron algunas damas, tratando de llamar la atención. "Mira, hija, es un príncipe de verdad, no como el de los cuentos", le dijo una madre a su hija menor.

Caminó hacia el muelle, donde develó un conjunto de cuatro estatuas, de la autoría del escultor Humberto Peraza; algunas son alegorías de los trabajadores que construyeron el puerto artificial; otra es de Weetman Pearson, dueño de la empresa inglesa constructora de la obra hace un siglo, y Eduardo Lavit, mediador con el entonces presidente Porfirio Díaz, cuya efigie no fue colocada por las fuertes críticas de varios sectores veracruzanos y la oposición del gobernador Alemán.

Las estatuas originales no estuvieron listas para la ocasión y el príncipe descubrió unas figuras de fibra de vidrio que daban el gatazo. Obviamente, Carlos no supo del artificio.

Caminó para abordar un vehículo, pero antes Rubén Santos Villa, El Jaranero Solitario, sonero popular, se acercó y le cantó una copla: "Ay, que sí, que no/ y aunque no quieran creer/ a veces no quedo ciego/ y eso que voy a saber/ le canto al Príncipe Carlos/ orgullo de la reina Isabel". El visitante le agradeció la composición y le dijo que más tarde le gustaría escuchar de esa música.

Posteriormente subió a un templete, acompañado por el gobernador y representantes de varios sectores del estado, desde donde recibió el saludo de honor de marinos y cadetes que desfilaron sobre la avenida Gómez Farías para rendirle honores. Dentro del tradicional Gran Café de la Parroquia, ubicado en esa calle, los habituales, que degustaban una taza del aromático, vieron al príncipe. Se escuchó el sonido de silbatos de embarcaciones, engalanadas para la ocasión, mientras cientos de niños aplaudían el desfile de uniformados.

Se fue el visitante británica dejando en muchos un buen recuerdo. Otros puntos de la agenda incluyen una visita a Jalapa, una reunión con el presidente Fox, el jueves, y una visita a la Biblioteca Palafoxiana, en Puebla. La visita también incluye transacciones comerciales y de experiencias entre ambas armadas en torno al narcotráfico.

No obstante, algunos porteños y veracruzanos manifestaron su inconformidad con parte del festejo; aceptan la importancia de la efeméride, pero señalaron -como fue el caso del periodista veracruzano Jorge Saldaña- que se rindió homenaje a Pearson, a quien definió como un aventurero que se enriqueció a costa de los mexicanos. "Especuló además con extensas áreas durante el deslinde territorial. Es cosa de documentarse y ver detrás de esta idea de desarrollo y progreso otra realidad, donde los intereses personales predominaron y no los nobles de la patria mexicana", concluyó Saldaña.

Los festejos por el centenario del puerto artificial concluirán el 10 de marzo.

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