Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 8 de marzo de 2002
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Cultura

Terminó el encuentro internacional de realizadoras en Guadalajara

Indistinto, ser hombre o mujer para dirigir, coinciden cineastas latinoamericanas

ERICKA MONTAÑO GARFIAS ENVIADA

Guadalajara, Jal., 7 de marzo. Para dirigir es indistinto ser hombre o mujer. Con esa conclusión terminó del primer encuentro internacional Mujeres y Cine en América Latina, en el que durante tres días se presentó la variedad de propuestas de las cineastas de la región mediante la proyección de fragmentos de sus obras desde documentales, cortos y largometrajes de Eva López-Sánchez, Margot Benacerraf, Marianne Eyde y Sonia Fritz, hasta las cintas experimentales de Naomi Uman y Ximena Cuevas.

Variedad de propuestas

A la par de los problemas que atañen tanto a directores como a directoras, como la distribución y la falta de apoyos, también estuvieron presentes temas recurrentes como la forma en la que, por ser mujeres, dividen su tiempo entre el trabajo y los deberes de madres y esposas, o de si les ha resultado más difícil dirigir sólo por pertenecer al ''sexo débil".

La videoasta mexicana Ximena Cuevas (Medias mentiras, Cuerpos de papel, Dormimundo) expresa que estas diferencias entre hombres y mujeres que dirigen es un asunto de los años setenta; ''ahora el terreno ganado por las mujeres no es el valor de una mujer haciendo cine, sino de ser buena directora". No se trata de decir ''que por ser mujer se hace buen o mal cine".

Ante todo, es preciso que las cinematografías de cada país no se dividan entre ''cine de hombres, de mujeres, de negros o de indígenas", sino mirar la variedad de propuestas que hay en general, señala a su vez la directora brasileña Tata Amaral (Un cielo cubierto de estrellas, A través de la ventana).

Para Eva López-Sánchez, quien compite en la sección oficial de la Muestra Internacional de Cine de Guadalajara con De qué lado estás, subraya que el género es sólo una de las partes que conforman a los seres humanos, pero a final de cuentas pierde importancia frente a otras cuestiones. En el encuentro, añade, se demostró que hay numerosos puntos de vista sobre el trabajo cinematográfico femenino, porque ''sí es importante que las mujeres tengamos un decir y un qué hacer, y sobre todo que México le atribuya importancia a las mujeres en el cine, lo que no ocurre en otros países".

Las mujeres, al igual que los hombres, tienen historias que desean contar, cosas que les interesan y sobre todo que no se hagan divisiones entre géneros porque ''cualquier clase de fanatismo me causa terror", puntualiza López-Sánchez, quien ha dirigido varios cortometrajes como No se asombre sargento, La venganza, Objetos perdidos y el largometraje Dama de noche.

Alejarse de estereotipos

Durante tres días cada una de las directoras invitadas presentó parte de su trabajo, habló sobre dificultades técnicas, formas de abordar temas y ganas de alejarse de los estereotipos; de desarrollar personajes femeninos y masculinos cercanos a la realidad, de la necesidad de dejar constancia sobre lo que sucede en Colombia, Perú o Puerto Rico por medio de documentales y de presentar alternativas mediante el cine y el video experimental.

Lo cierto es que las mujeres siempre han estado en el cine como actrices, guionistas o técnicas, pero fue gracias al trabajo de directoras como Adela Sequeyro (1901-1992), Matilde Landeta (1913-1999), Gabriela Samper (1918-1974) María Luisa Bemberg (1922-1995) y Pola Weiss (1947-1990), que encontraron el lugar más importante detrás de cámaras.

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