Busca hundir al Mercosur, en colusión
con trasnacionales y la oligarquía del país
La bancarrota de Argentina, organizada por el capital
financiero mundial: Guillermo Almeyra
Algo semejante puede ocurrir en México si venden
Pemex o CFE, advierte Jaime Avilés
ISRAEL RODRIGUEZ J.
La bancarrota de Argentina ha sido una política
organizada deliberadamente contra un país, planeada por el capital
financiero internacional, en colusión con las grandes empresas trasnacionales
y la oligarquía nacional, cuyo objetivo es hundir al Mercosur, aseguró
el analista político Guillermo Almeyra.
El especialista participó ayer en el foro La crisis
y bancarrota de la economía Argentina: su correlato social y posibles
desenlaces, organizado por la Casa Lamm y La Jornada. En el debate
también participaron Jaime Avilés, Carlos Fazio, Angel Guerra,
Raquel Gutiérrez y José Steinsleger.
Almeyra consideró que el gobierno de Eduardo Duhalde
ha sido sometido a la lógica y las instrucciones del capitalismo
financiero y a los órganos de poder estadunidense, como el Fondo
Monetario Internacional (FMI).
"El
proyecto real, expresado por la idea que circula en el FMI, es que los
países como las empresas pueden y deben de ser quebrados para ser
embargados, con la idea de que la Argentina es una república
bananera, así como las propuestas de Rudiger Dornsbush de imponerle
al país comisionado que controle su política fiscal, sus
finanzas y su política monetaria, implica la ocupación militar,
como lo hicieron las potencias del siglo XIX con la ocupación de
Veracruz en México y de Maracaibo en Venezuela, para cobrar su deuda.
Esa política es coherente con la guerra de George W. Bush y con
su ruptura total de la legalidad, que amenaza no sólo la soberanía
de Argentina, sino la de todos los países dependientes y deudores".
Almeyra, al realizar un recuento de daños por esta
crisis organizada principalmente por Estados Unidos y sus agentes nacionales,
como el FMI, señaló que los resultados son terribles, pues
después de la devaluación la deuda privada y pública
pasó de 200 mil millones a 450 mil millones de pesos, cifra que
representa 70 por ciento del producto interno bruto de ese país,
lo que la hace impagable.
Por ello, añadió, esta deuda no debe ser
pagada, ya que los prestamistas sabían que arriesgaban su dinero
cuando se lo daban a dictaduras y corruptos.
En segundo lugar, es un país que por décadas,
por lo menos de los años 40 a los 70, conoció el pleno empleo,
pero ahora la desocupación es de 24 por ciento de la población
económicamente activa, y la subocupación llega a 40 por ciento,
con más de 6 millones de personas. Además, la mitad de los
asalariados gana menos de 200 dólares mensuales.
En tercer lugar, aunque la pobreza es inherente a todo
régimen clasista y por lo tanto al capitalismo, las políticas
deliberadas de concentración de la riqueza y de reducción
de los salarios reales, propia de la mundialización y del capital
financiero, hizo que la pobreza pasara de 5 por ciento en los años
70 a 12 en los 80 y a 40 en los 90. Ahora, en algunas provincias, supera
60 por ciento, mientras la media nacional es de 55 por ciento.
Almeyra explicó que los actores que multiplicaron
la pobreza no se llaman "el mercado", sino fueron Raúl Alfonsín
y sus seguidores, algunos ex izquierdistas, Carlos Menem y sus secuaces
y delincuentes, entre ellos el actual presidente Eduardo Duhalde. "Sin
ellos, la política de sus amos imperialistas no se hubiera podido
aplicar". La devaluación aumentó brutalmente los precios
de los insumos para la industria y el comercio, y afectó duramente
el consumo y los salarios.
Al mismo tiempo, benefició a los bancos y a las
grandes empresas, cuando se redujo su deuda a menos de la mitad.
El gobierno además emite bonos para compensar a
los bancos por la pesificación y los apoya financieramente con casi
20 mil millones de dólares; por el contrario, los ahorradores perdieron
casi 30 mil millones de dólares. Esto evidencia que ha habido una
gran transferencia de los ahorradores a las grandes empresas.
La recaudación impositiva, por otra parte, disminuyó
30 por ciento en el año pasado y sigue cayendo, pues este último
mes bajó otro 30 por ciento.
La industria automotriz cayó 85 por ciento, la
construcción 40 por ciento, la industria en general 17 por ciento
el consumo 20 por ciento, los supermercados 35 por ciento y los Center
Shopping 65 por ciento, sólo en el mes pasado.
El periodista Jaime Avilés advirtió que
esta situación puede ocurrir aquí, por lo que hizo un llamado
a impedir que Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal
de Electricidad (CFE) sean vendidos al capital privado extranjero.
El reportero de La Jornada manifestó que
un gran servicio y una lección que ha dado Argentina es la de tratar
de evitar que nos pase lo mismo y lo que no se debe de hacer, es decir,
el desmantelamiento de las empresas estatales a cambio de estabilidad y
de tener una moneda idéntica al dólar, que les permitió
durante diez años vivir con estabilidad.
Afirmó que la clase dirigente ha sido fundada en
el saqueo, en el atraco, en las virtudes más innobles, situación
equiparable a lo que puede ocurrir o ya está sucediendo en México.
Carlos Fazio mencionó que tras el colapso radical
de Fernando de la Rúa y de la guerra intestina por cuotas de poder
entre clanes y caudillos justicialistas que se estaban ahogando en su propia
sangre, Duhalde emergió de la hipercrisis de diciembre de 2001 como
"el salvador" de los intereses de clase coligados y prototipo del capitalismo
amiguista y cleptocrático, tan caro a los grupos dominantes.
"Por eso, no hay que engañarse. Más allá
de su retórica florida y los fuegos de artificio, ese conservador
pragmático de renovado leguaje populista integra la oligarquía
dirigencial que en la era del neoliberalismo ha hecho del usufructo del
poder y la impunidad una forma de vida."
Fazio alertó sobre el resurgimiento del fantasma
golpista. Expresó que desde el 6 de febrero, el director de la CIA,
George Tenet, encendió tres focos regionales en la mapa hemisférico:
Venezuela, Colombia y Argentina. Por extraña casualidad, varios
militares hicieron declaraciones golpistas con el presidente Hugo Chávez
en Venezuela, donde en los recientes días se ha sellado una alianza
antipopular entre los empresarios, el sindicalismo corporativo y la Iglesia
católica.
En Colombia, súbitamente, Andrés Pastrana
cambió de línea, rompió el diálogo con las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y puso precio a la cabeza de
los jefes guerrilleros, mientras la aviación iniciaba operaciones
tipo Kosovo sobre la zona ex desmilitarizada.
Sobre Argentina, añadió, Tenet se había
referido, entre otras "tendencias preocupantes", a los piquetes de desocupados
y a los cacerolazos de la clase media.
Advirtió a los congresistas en Washington que "la
base de apoyo del presidente Duhalde es muy pequeña y flaca". Según
el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), "hay áreas
donde se requiere que comencemos a actuar inmediatamente".
Carlos Fazio citó "las formas de representación
que se pueden generar dependerán de la conciencia social de todos
nosotros", según aseguró Jesús Olmedo, un cura párroco
de La Quiaca, Jujuy. Pienso que entre el ruido de sables y las protestas
populares no cabe ninguna duda. Siempre hay que reivindicar la utopía.
Por eso, dice la canción, "habrá que ir armando despacito
un sueño pa' soñar, la primavera será para cualquiera
y pobre del que quiera vendernos la ilusión".
La académica Raquel Gutiérrez Aguilar, con
una visión optimista sobre la organización social, manifestó
que en Argentina se está abriendo un amplísimo abanico de
posibilidades en torno a la potencialidad y el alcance del movimiento.
Agregó que sobre el ¡Ya basta! de diciembre
se ha venido produciendo una generalización de las formas asambleísticas
de agrupación, hay registradas sólo en Buenos Aires, más
de cien asambleas de barrio semanales.
La multitud, dijo, se reúne para poder hacer y
funda su acción colectiva en el consenso deliberativo; pero
la diversidad de las inquietudes, de las sugerencias, de las propuestas,
es inmensa: desde el control de precios, hasta la salida de todos los gobernantes;
de la rebaja de los precios del teléfono y la luz a la renacionalización
de las empresas privatizadas.
De esta manera, añadió, en una situación
de aparente confusión ha aparecido una democracia plebeya, con una
riquísima experiencia de democratización social.
Por último, el experto José Steinsleger
aseveró que esta crisis apunta hacia la reformulación del
mapa latinoamericano, donde Argentina puede ser obligada a un cambio de
deuda por territorio, aunque reconoció que ha habido en la sociedad
del país austral, que padece un racismo profundo, un aumento de
la conciencia social.
Entre las ambiciones del imperialismo destaca la apropiación
de la Amazonia y la Patagonia, Argentina, como lo ha demostrado el actual
Plan Puebla-Panamá, expuso.