Martes 12 de marzo de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
SALUD

Investigación epidemiológica

n Antonio Cruz López

La epidemiología es una ciencia médica básica, dice Greenberg. Por su intermedio conoceremos cómo se distribuye las enfermedades, cuáles factores las predisponen: demográficos, socioeconómicos y de salud. En especial, proporciona a la medicina la posibilidad de examinar los patrones de la enfermedad de grupo, para expresar el riesgo y la probabilidad individual o grupal de padecerlas. Los epidemiólogos cuantifican el riesgo de enfermar, dictan las medidas para reducirlo o eliminarlo, estos son los mecanismos que dan origen a la investigación de grupos humanos, sustento de la epidemiología como ciencia médica social.
En este contexto inició el estudio del Sida, en junio de 1981, cuando un hombre de 29 años sin antecedentes de enfermedad previa llegó al hospital de la Universidad de Los Angeles, con historia de ocho meses de elevación de temperatura, sensación de cansancio, presencia de ganglios palpables en el cuerpo y pérdida de 11 kilos de peso. Los estudios de laboratorio dieron escasos glóbulos blancos en sangre; se le encontró desarrollo de candida albicans (hongo) en boca, virus citomegálico en riñones y pneumocystis carinii (otro hongo) en los pulmones, agentes que sólo incuban en los deprimidos en sus defensas. Médicos y epidemiólogos se preguntaron por qué un joven antes sano presentaba tres infecciones que mostraban debilidad en sus defensas sin aviso previo. ¿Qué lo abrumó? La búsqueda de los epidemiólogos encontró que en los últimos seis meses hubo otros tres pacientes iguales. Se reportó el hallazgo al Sistema de Salud Nacional, que ahí sí funciona, y se planteó la posibilidad de que existieran más casos o que tan sólo se estaba ante una curiosidad médica. En semanas se tenía informes sobre neumocistosis pulmonar en hombres también jóvenes en San Francisco y Nueva York. Así se organizó una investigación epidemiológica que en seis meses encontró 76 neumonías por pneumocystis, y se llamó a los casos síndrome de inmunodeficiencia adquirida. La epidemiología establece que los primeros casos son los "centinelas" o casos modelo. Después, en los siguientes 10 años, había 150 mil individuos iguales en Estados Unidos, y murieron otros 100 mil. Para 1990 el Sida era ya la segunda causa de muerte en el grupo de edad entre 25 y 44 años, apenas debajo de los accidentes. Los "casos centinela" compartieron varios rasgos: edad, sexo masculino, homosexualidad, tiempo de aparición, gravedad e infecciones poco comunes y graves. Así se configuró la triada de la epidemiología: persona, lugar y tiempo, compartiendo también el dogma de la disciplina epidemiológica, que dice que la enfermedad no ocurre por azar, y la probabilidad dio riesgo de estructura para enfermar, porque no todos tenemos características personales y nuestros entornos son diferentes. El riesgo se determinó alto para jóvenes varones y homosexuales; después lo compartieron con hemofilicos, heroinómanos y toxicómanos endovenosos.
He relatado este ejemplo de cómo la epidemiología enfrenta problemas, porque ahora resulta que somos muy buenos para atender casos y secuencia, riesgo y probabilidad, cuando nunca se ha hecho con nada y con nadie. ¿Por qué no se quiere entender que la salud pública se enfrenta? No se espera órdenes o mandatos, sino se investiga.