Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 14 de marzo de 2002
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Espectáculos

La Jornada y Buenavista Internacional invitan a la premier

Los excéntricos Tenenbaums, historia de mediocres con un elenco de primera

ARTURO CRUZ BARCENAS

Más que sumarse a la lista de películas con personajes como Los Locos Adams o La familia Monster, la cinta Los excéntricos Tenenbaums entra en el selecto grupo de visiones radicales de los defectos humanos. Si La gran comilona provocaba náusea por las escenas de gula asociadas a sexo, y Los vagos del valle fértil profundizaban en la lentitud de la pereza centrada en el dormir entendido como una virtud, la de los Tenenbaums es una obra que toca algo que a todos nos atañe, aunque nos duela: la mediocridad.

Con un elenco de primera, esta familia de ovejas negras -todas- es mediocre hasta para mandarse al diablo; una de las máscaras de la mediocridad es justamente eso: aparentar ser lo que no se es. Querer mostrarse como rico, gustar de mendigar una moneda, traer empleados, vivir en un hotel de lujo, lucir una cabeza de jabalí, aunque nunca se haya disparado un tiro; vivir siempre de gorrón; hacerse el enfermo para provocar sentimientos de conmiseración, comer una torta aunque se tengan 40 y tantos grados de temperatura.

Ocultar por un fantasma de virtud que se ha fumado desde hace dos décadas; ocultar cigarros y ver eso como algo nostálgico; rendirse en el tenis en el punto decisivo, el que definirá el partido, bajo el recuerdo de un suceso pasado; medirse con otro igual, no triunfador o propositivo, sino igual de mediano, como lo describiera José Ingenieros hace décadas.

Los caminos de la mediocridad se dividen infinitamente y están sumamente transitados. La noche está llena de súbditos, de letristas en espera de que llegue la musa, de músicos en ciernes, que ya tienen lleno el bote de papeles; de carteros que llegan diario con exigencias de pague ahora o aténgase a las consecuencias.

De fracasos, miedos y falta de talento

Así, ni a cuál irle de todos esos personajes, todos Tenenbaums: Royal (Gene Hackman), la semilla que generó esos engendros, en complicidad con Etheline (Anjelica Huston), a quien en el colmo de la gratitud a destiempo su esposo le expresa su reconocimiento por haber cuidado a sus tres hijos: Chas (Ben Stiller), cuidarratones con dos hijos a los que transmite sus miedos ante eventuales siniestros; Margot (Gwyneth Paltrow), viciosa mamflora y fracasada consorte que fuma a escondidas y que aún en eltenenbaums_1 amor intenta darse a lo clandestino, inmadura -Paltrow, a pesar de su belleza, desarrolla un personaje tan gris que borra su sensualidad-; Richie (Luke Wilson), tenista que da el gatazo de estrella, pero que nunca ganará el punto para partido.

Hay otros personajes, como Pagoda, interpretado por Kumar Pallana, y los niños y los nuevos integrantes de la familia, quienes se sumarán a esa densa masa de falta de talento. Narrada en forma de comedia, los gags causan hilaridad, en escenas bien logradas por el director Wes Anderson; fue escrita por éste y Owen Wilson, con la producción del citado Wes, Barry Mendel y Scott Rudin.

Así, la historia se centra en que Royal y Etheline se casan y tienen tres hijos; después, se separaron. Ironías de la vida, sus tres hijos parecían tener futuro: Chas comenzó comprando propiedades en su adolescencia y parecía que tenía un entendimiento casi sobrenatural de las finanzas internacionales.

Margot era escritora de teatro y recibió una beca Braverman de 50 mil dólares en noveno grado; Ritchie era un campeón juvenil de tenis y ganó los nacionales de Estados Unidos por tres años consecutivos. Pero las décadas de brillantez eran borradas por las traiciones, fallas y desastres. La mayoría de los males eran atribuidos a errores del padre. Tales astillas de tal palo.

Familia de genios, idea original

El guión evolucionó en el transcurso de un año. Explica Anderson, el director: "Teníamos la idea de una familia de genios, y cada miembro debía ser excepcional y adepto a una habilidad en especial, pero la vida familiar fue tan horrible que dejó a cada uno de los hijos (cuando ellos crecen) particularmente discapacitados para lidiar con los problemas que la mayoría de la gente es capaz de manejar.

"Teníamos una buena idea de los personajes y de quienes eran mucho antes de que hubiera cualquier historia. Yo nunca había tenido una película que empezara con una idea, pero los personajes nos dieron el argumento y de alguna forma nos conquistaron... Royal no era el personaje principal, al comienzo; todos estaban deprimidos y dando vueltas alrededor de los otros cuando llegó este personaje y nos conquistó porque hizo que sucedieran varias cosas en la historia".

A Royal lo echan de su hotel por falta de pago; se presenta en la puerta de los Tenenbaum diciendo que tiene una enfermedad terminal y el deseo de recobrar la relación con su familia. "Ahí, él pone la historia en movimiento", señala el director.

Lo demás se lo dejamos, lector, para cuando usted vaya a ver la cinta. El humor por momentos tiende una cortina de humo sobre el centro, que es la mediocridad.

Y si anda usted un poco corto de dinero, La Jornada y Buenavista Internacional lo invitan a una función especial para sus lectores, hoy, jueves 14 de marzo, a las 20 horas, en Cinépolis Bucareli (Bucareli 63, colonia Juárez). Sólo acuda con esta página a la recepción de La Jornada, en Petrarca 118, colonia Chapultepec Morales, delegación Miguel Hidalgo, y llévese una cortesía doble (son 100).

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