JAZZ

Antonio Malacara

Mitote Jazz

LA AMPLISIMA Y siempre intensa carrera musical de Arturo Cipriano da inicio con la formación de Conexonido y Talón San Cosme, estupendos grupos de jazz-rock y rock progresivo gestados a inicios de los setenta en la Escuela Nacional de Música (lamentablemente no hay registros sonoros). Al poco tiempo se embarca en el macroproyecto de La Nopalera, grupo con el que recorrería todo México y Europa, llevando la lucha social y los sonidos mestizos como estandartes.

DESPUES VENDRIAN PALMERA y Alacrán del Cántaro; hasta que a principios de los noventa integra su Mitote, grupo siempre en movimiento, por el que han pasado infinidad de músicos, con la constante de Isabel Tercero en voz y percusiones, y Cipriano en los saxos, las flautas, la armónica y los conceptos.

Y ES PRECISAMENTE Mitote quien lanza el primer gran disco de jazz de este 2002, retrasado en varias ocasiones por las consabidas trabas que trae consigo la real independencia (la independencia de criterios y de producción). En estas aventuras de la libertad creativa, muchas veces es más importante el proceso en sí que los propios resultados, pero en esta ocasión el producto final es... toda una obra de arte. Su título: La geografatura.

ESTE ES UN ritual impregnado de magia, de una energía que desborda los surcos y de un misticismo inteligente que trasciende con amplitud la tan frecuente ñoñería de algunas "santidades". Cipriano compone 11 de los 12 temas incluidos, y a través de ellos nos muestra el infinito, los alcances del jazz cuando se fusiona, primero, con el ser mexicano, y después, con las músicas étnicas y mestizas del Africa Negra y la América Latina, aterrizando el todo en pequeñas dosis policromáticas y polirrítmicas.

LA GEOGRAFATURA, YA como tema del disco, inicia soltando imágenes de fiesta de pueblo. Pero poco a poco esta danza xochimilca se transforma por completo y se va al centro del Congo, luego se vuelve canción y evoca a Piazzola, a Hermeto Pascoal, a John Coltrane, a Caetano Veloso, a Violeta, a Yupanqui... todo se desliza en una palpitante unidad que deviene en una suite sui generis de gran belleza. Algo muy parecido a la gestación de un nuevo mundo, donde resulta evidente la mano (y la voz) de Isabel.

AUNQUE TAL VEZ lo mejor del disco aparezca en Ya vals gran Jujuy con tun y verso, donde el contrabajo de Rodrigo Castelán (quien además toca el bajo de 7 cuerdas y la guitarra sintetizada) se muestra en plenitud de facultades, ratificando el virtuosismo de este joven músico.

DANIEL KITROSER VUELVE a aparecer en este cd, mostrando la excelencia de su batería en 8 cortes. Pero hay además otros 8 músicos invitados que no caben en el espacio de esta nota. Baste decir que entre todos complementan este consumado ejercicio de iconoclasta belleza.

ARTURO CIPRIANO E Isabel Tercero han encontrado un sonido y un sentido para los muchos días que les restan de vida.

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