Martes 19 de marzo de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
Salud

Riesgo o probabilidad

n Antonio Cruz López

La medicina práctica enfrenta de manera rutinaria armas epidemiológicas, y lo hace de manera tan común que los médicos clínicos poco o nada nos percatamos de ellas. Así resulta que riesgo, incidencia y prevalencia son conceptos básicos que dan peso estadístico a la frecuencia o el número de veces en que ocurre un evento de daño a la salud, medido en tiempo para una población. Riesgo es la probabilidad de que un sujeto adquiera una enfermedad. Prevalencia es la cantidad de enfermedad que ya existe en una población.
La incidencia es la rapidez con la que aparecen nuevos casos de la enfermedad en la población que se estudia. Las tres medidas permiten tener también a la mano pronóstico y mortalidad de la enfermedad que se estudie. Si, como dijimos, riesgo estadístico es la proporción de sanos de una población que en promedio y tiempo dado pueden enfermar, si dividimos el número de personas recién enfermas entre el total de los habitantes de la población y se multiplica por 100, sabremos cuántos habitantes están en riesgo de enfermar. Un ejemplo de aplicación de riesgo estadístico en la práctica es, por ejemplo, la decisión común de un médico de proporcionar antibióticos a un paciente antes de conocer la causa real. ¿Qué tan probable es que un paciente adquiera una infección por bacterias? La respuesta es que los médicos encuadramos al paciente dentro de un "perfil clínico" que da la experiencia que se ha tenido con otros casos presumiblemente iguales. Por ejemplo, si un paciente con cáncer se hospitaliza sabemos ya que existe una probabilidad estadística del 12 por ciento de que contraiga una infección ¿Cómo es esto posible? En Estados Unidos se efectuó un estudio de riesgo con 5 mil 31 pacientes con diagnóstico de cáncer cuya evolución obligó a que fueran internados en un hospital oncológico; se obtuvo una incidencia de 596 de quienes sufrieron una infección en el transcurso de su hospitalización, considerando que los síntomas ocurrieran 48 horas después de su ingreso y hasta 48 horas después de su alta. Pero este estudio sólo consideró a la fiebre como variable de estudio en el perfil clínico. Cuando se le agrega otras más el fenómeno de riesgo se afina y es más preciso. Se estudió a mil 22 sujetos que padecían cáncer, fiebre y disminución de glóbulos blancos de la serie granulocítica; se demostró que sufrieron una infección bacteriana, confirmada con aislamiento de la bacteria, 530 pacientes. Entonces el índice de riesgo de infección hospitalaria se elevó a 52 por ciento.
Este fenómeno lo estudiamos en los diagnósticos de salud comunitaria, con más de 60 variables al interrogar a los habitantes de una comunidad. Imaginen la riqueza de datos que se obtiene para establecer el riesgo de habitantes y de la comunidad para sufrir las enfermedades comunes. Esta riqueza es útil para los servicios de salud y para la comunidad médica docente en el seno mismo del alma mater, la cual enfoca planes, programas y proyectos que serán de enorme utilidad en un futuro cercano. Por ello, 100 profesores, alumnos de medicina, biología, química y odontólogos de la UAP saldremos a estudiar cinco comunidades con alta marginación durante la semana santa, dispuestos a enfrentar el conocimiento universitario a la práctica de campo.