Miércoles 20 de marzo de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
Visiones

Entre lo alternativo y la banalidad

n César Gordillo Aguilar

Durante la semana pasada se realizó en la ciudad de Puebla el V Encuentro Estatal de Estudiantes de Artes Plásticas, evento que este año arriba a su quinta versión como producto de procesos de autogestión que han sido desarrollados en las escuelas de artes plásticas del país. Si bien este evento inició como una propuesta aislada, fundamentalmente promovida por alumnos de "La Esmeralda" hace cinco años, con el tiempo ha logrado una buena presencia a nivel nacional y sobre todo se ha desarrollado hasta convertirse hoy en un evento que ya no depende más "del centro" del país ni de los apoyos oficiales o académicos.
Durante el encuentro se desarrolló talleres y conferencias que fueron impartidas fundamentalmente por miembros de la comunidad académica de Puebla, artistas y profesores en activo, así como el concurso "Premio ENEAP 2002", cuya selección de obras premiadas y representativas, a criterio del jurado, se exhibe en la Casa de la Cultura de esta ciudad. El conjunto de la obra expuesta en esta muestra refleja el interés por la exploración de diversas alternativas de lenguajes y medios, y es plausible el criterio seguido de no otorgar los premios siguiendo el clásico esquema de "cajones técnicos" referidos a pintura, escultura, gráfica, arte digital etcÉ, criterio que en la perspectiva actual se ha visto claramente rebasado al romperse las barreras que anteriormente separaban y definían a estos cajones disciplinares.
El tema de los "medios alternativos" aplicados a la producción artística constituyó una inquietud central en varias de las obras participantes e hizo eco en el jurado al definir los premios. A este respecto vale la pena anotar que si bien los mal llamados "medios alternos" para producir arte constituyeron una posibilidad de expresión de mayor contundencia en el contexto de la explosión de los medios masivos de comunicación a finales del siglo, y si bien sirvieron como punta de lanza para cuestionar y reformular el concepto del objeto artístico, su eficacia actual ha sido muy cuestionada en tanto en sí mismos encuentran su capacidad de ser más fácilmente apropiados y manipulados por el sistema establecido, y su fácil reconocimiento y adaptación en el contexto de una burguesía que los ha definido como "signos de modernidad".
Asimismo, en varios de los trabajos expuestos se reconoce la inserción del artista en el contexto de la banalidad de la cultura promovida y contenida en los medios masivos de comunicación, y ante la imposibilidad de lidiar con su influencia determinante en la formación del imaginario de la cultura contemporánea, se recurre a una retórica fundamentalmente basada en la apropiación de signos, la intervención de imágenes, las citas, las referencias, convirtiéndose fundamentalmente en una apropiación de discursos preexistentes más que en una crítica y reformulación de los mismos. La banalidad contenida en los medios masivos es fácilmente comprendida y aceptada por un público que la ha consumido cientos de veces, y ante ella los nuevos artistas han adoptado la careta de "ser banales" como una respuesta que pretende cuestionar a la banalidad de la vida desde la banalidad misma.
Como señala José Manuel Springer "Élo contemporáneo, que hoy más que nunca se define por lo efímero (É) es la falta de conexión entre eventos. La pérdida de un continuo histórico", y en este sentido, antes de adoptar la alternancia y la banalidad por sí mismas como signos de modernidad, valdría la pena reformular las razones de ser del arte en un mundo dominado por los medios electrónicos, la tecnología o la globalización, y replantearse si "hacer arte" sigue siendo un modo de pensar y hacer filosofía, de crear identidad, de reformular lenguajes, de dar constancia y reflexionar sobre el momento histórico o si simplemente, en el proceso acrítico de recontextualización de signos y de alternancia a ultranza, que tan en boga se encuentra hoy, hemos convertido al arte, más que en un acto propositivo y reflexivo, en un acto de redundancia.