DOMINGO 14 DE ABRIL DE 2002


Fraude en Ecatepec: la hija del alcalde, presunta responsable

"Mi papá es el presidente háganle como quieran"

Desde hace tres años, Regina Hernández Pérez está acusada de fraude, usurpación de profesión y delincuencia organizada. La Policía Judicial mexiquense la busca para ejecutar una orden de aprehensión. Pero la mujer está libre, porque así lo dictan los azares del destino: Regina es hija del presidente municipal de Ecatepec. Eso, dicen los afectados, vale más que mil amparos

PARA REGINA Hernández Pérez el poder político que algún día alcanzaría su padre, el actual presidente municipal de Ecatepec, Agustín Hernández Pastrana, era una esperanza que resolvería su propia vida: sin estudios, sin trabajo, madre de tres hijos y un esposo "sin oficio ni beneficio", le apostó a esa carrera y ganó. O eso creyó.

Desde el inicio de la campaña que llevaría a su padre a la alcaldía -cuando el candidato olvidó los días que trabajó como patrullero en Naucalpan-, Regina, junto con su prima Araceli Hernández Estebané y otros cuatro amigos, ofrecieron entre los vecinos del fraccionamiento Venta de Carpio automóviles a precios muy por debajo de su cotización en el mercado.

La oferta era tentadora: entre 35 mil y 50 mil pesos por cada auto o camioneta modelos 94 en adelante. Incluso se ofrecieron vehículos nuevos.

Imelda Sánchez Zambrano, una de las víctimas y vecina por 20 años de Hernández Pérez, recuerda cómo se enteró de la ganga. "Las licenciadas (sic) Regina y Araceli trabajan en la Comercializadora Bancomer y andan vendiendo autos que tienen algún detalle, pero que están baratísimos", le informó una vecina.

La misma Regina Hernández garantizó una buena compra a Imelda. "Todos los vehículos están en buenas condiciones", dijo en una entrevista en la que mostró documentos oficiales del banco.

También ofreció facilidades: 7 mil pesos como pago inicial más otros 2 mil para facturación, tenencia, placas "y todo lo demás".

mas-nina.jpg"Nos la pintaron muy bien", recuerda otra defraudada, Karina Butrino Peraza. Era marzo de 1999, a mitad de la campaña por la presidencia de Ecatepec, y los clientes ya eran más de 20.

Los autos nunca fueron entregados, ni tampoco el dinero que se pagó por ellos.

Dos años después, cuando Agustín Hernández ya era alcalde, Imelda reclamó a su hija responsable de la transación la devolución del efectivo que, según las denuncias penales que se han presentado por el delito de fraude, podría alcanzar el millón de pesos. "Hazle como quieras", respondió. "Mi papá está en el poder y no podrás hacerme nada".

***

La noticia se esparció con rapidez entre los vecinos del fraccionamiento, quienes invitaron a amigos y familiares a participar en la ganga. Algunos ordenaron hasta 10 autos por cabeza, a pesar de que, tras el pago inicial, las vendedras pidieron 30% del valor de cada auto.

El dinero, recuerda Karina Butrino, "iba a la cuenta de Regina".

Todo ese año fue de evasivas: los coches no se veían. Por fin el 10 de enero de 2000 se informó a los compradores que saldrían los primeros 10 coches. La cita para la entrega fue en las instalaciones de la comercializadora, en avenida Ermita Iztapalapa.

A los compradores les pasó de todo, incluso uno de ellos fue asaltado en el lugar. Pero lo peor fue cuando les informaron "que no había tales coches y que Bancomer no sabía nada", recuerdan. Regina no se apareció.

Tiempo después, Imelda Sánchez se encontró con las supuestas vendedoras en el fraccionamiento.

-¿Qué pasó con los coches? les preguntó.

- No, mira...  contestó Regina.

-¡Nos engañaste!

-No tengo el dinero, me declaro insolvente y háganle como quieran? intervino Araceli.

Fue entonces que Regina atajó los reclamos. "¡Últimadamente yo ya cancelé mi cuenta en el banco, mi papá está en el poder y háganle como quieran!".

Pasaron varias semanas sin que los vecinos de Venta de Carpio recibieran los autos o su dinero.

"Todos juntos me hacen lo que el viento a Juárez, que al cabo mi padre es el presidente municipal y no me pueden hacer nada", decía Regina.

El alcalde la defendió: "¡Es mentira eso del fraude! ¡Yo respondo por mi hija!"

Y la madre retó a quienes reclamaban: "Métanla a la cárcel si pueden. Mi esposo es el presidente..."

Casi tres años después, los defraudados no han podido encarcelar a quien se quedó con su dinero: los citatorios para las audiencias judiciales llegaron con retraso, el expediente se extravió un tiempo y ahora Regina y Araceli caminan por las calles con un amparo en el bolsillo. La primera de ellas, informó Karina, va acompañada en todo momento por guaruras pagados por el ayuntamiento y su prima suele llegar a su casa acostada en el piso de su camioneta.

Así, la esperanza de Regina Hernández se hizo realidad. Con su padre en la presidencia municipal poca gente se atrevió a demandarla, otros lo hicieron pero no han querido ir más allá y quienes avanzan lo hacen con el riesgo de su propia vida.

El poder de Agustín Hernández Pastrana protege a su hija.

"Cuando los periódicos de la localidad publican sobre el caso, los guaruras del presidente compran todos los periódicos que hay en los puestos", dice Karina. "No se quiere que la población sepa más del fraude".

Pero no es todo.

Las víctimas son hostigadas y con frecuencia reciben amenazas de muerte para que desistan sus demandas penales.

El reportero fue testigo de ello en la casa de Imelda, cuando el teléfono sonó y se escucharon en intervalos cortos chiflidos con mentadas de madre. En el localizador de llamadas apareció la leyenda "número privado". Otras llamadas han incluido amenazas de muerte.

Pese a que el alcalde ha insistido en desvincular los hechos en los que está involucrada su hija de su administración política, hay situaciones que demuestran lo contrario.

Cuando estalló el escándalo, personal del área jurídica del Ayuntamiento recabó información al respecto. Además, y de ello da cuenta Imelda Sánchez, policías municipales custodian día y noche la casa de Regina.

La propia Imelda recuerda que al asumir el cargo, el presidente municipal presumía que su hija "era su brazo derecho". Incluso, por esos días la mujer empezó a trabajar en las oficinas del PAN municipal. En el partido lo niegan.

"Cuando él (Hernández Pastrana) llegó como presidente metió a toda su parentela en el municipio", dice Imelda Sánchez. "

El esposo de Regina es el jefe de la policía del tercer turno; su
suegro, Víctor Pérez, es funcionario en las oficinas de agua potable en el municipio", añade.

Algunos afectados por el presunto fraude, vecinos de la calle Tecámac, afirman que hasta hace unos años Regina rentaba una modesta casa de la colonia Veleta, pero en cuanto su padre tomó posesión de la alcaldía "compró de inmediato casa en el fraccionamiento La Guadalupana", uno de los más lujosos del municipio.

Por si fuera poco, un maestro de la zona afirma que la hija del alcalde ostenta un título que no posee, pues se dice licenciada pero apenas terminó la secundaria.

Actualmente tiene 38 años de edad y, dice el maestro, junto con Araceli y Rosa Corina Franco Díaz, otra de sus cómplices, forman un grupo conocido como Las Puchis.

***

mas-hernan.jpgCuando se enteró que fue estafada con 450 mil pesos, Imelda Sánchez confiesa que pensó en suicidarse.

Y es que, además del dinero que invirtió en la compra de su vehículo, fue intermediaria entre Regina y un grupo de españoles que viven en Venta de Carpio y a quienes la posibilidad de adquirir autos a un precio de ganga les había emocionado.

Cuando se destapó el asunto, reclamaron su dinero, que era mucho.

Imelda no lo tenía y por eso se vio obligada a entregarles un camión valuado en 70 mil pesos, además de un terreno de 2 mil metros cuadrados en Actopan, Hidalgo. Una propiedad similar la entregó a otra familia que reclamó su dinero.

También hipotecó su casa, por la que ahora paga 5 mil pesos mensuales de intereses.

En diciembre de 2000, su padre sufrió una embolia. Imelda llegó a su límite... y decidió suicidarse.

"Veía a Regina, a su esposo y a Araceli en la calle como si nada, paseando en sus camionetas o caminando tranquilamente ?cuenta?; se me hacía una cosa desesperante, veía todo oscuro".

No fue la única que padeció las consecuencias del fraude.

El esposo de Karina Butrino la responsabilizó de haber perdido todos su ahorros -51 mil pesos?-en la compra del auto nuevo que nunca llegó.

Luego llegaron las amenazas. "Fue en julio de 2000", cuenta. "Nos hablaban por teléfono y decían que nos iba llevar la chingada si seguíamos moviendo el asunto".

Al paso de los meses las disputas entre la pareja subieron de tono. Se divorciaron.

Las dos mujeres han salido adelante, aunque con muchas dificultades.

Su principal reclamo es la impunidad que gozan Regina y sus cómplices, quienes incluso compraron un restaurante en Puebla con el dinero que obtuvieron de las víctimas.

Hasta ahora las averiguaciones previas en su contra -EM/1044/2000, EM/2292/2000 y EM/2197/2000- están virtualmente congeladas, y aunque algunos defraudados hablan de decenas de víctimas y una estafa de un millón de pesos, la Procuraduría de Justicia del Estado de México sólo reconoce la existencia de 16 casos por un monto de presunto fraude de sólo 508 mil pesos.

En febrero fueron detenidos Miguel Angel Mayo Camacho y Amanda Leonor Rueda López o Maribel Torres, dos de los presuntos defraudadores.

Pero las principales responsables, Regina y Araceli, están libres, a pesar de que a la primera se le dictó auto de formal prisión por los delitos de fraude, usurpación de profesión y delincuencia organizada.

Está amparada. Por eso vive tranquila en Ecatepec, el municipio que su padre gobierna.(FRANCISCO MEJIA)