Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 21 de abril de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  La Jornada de Oriente
  Correo Electrónico
  Busquedas
  >

Espectáculos
Reúne algunos de sus temas hechos entre 1986 y 1996

Verde, Blanco y Colorado, el libro-disco de microhistoria de Guillermo Briseño

CESAR GÜEMES

Es un clásico desde que apareció, hace no mucho tiempo, frente a un sintetizador o pulsando una guitarra. Es difícil, pese a lo complejo del medio musical del país, que exista alguien que no lo conozca o no haya escuchado al menos dos de las piezas de su autoría. Guillermo Briseño tiene, entre otras, la cualidad de la presencia, que es decir la calidez solidaria. Indispensable ya en el panorama musical de México, recientemente dio a conocer el álbum de título Verde, Blanco y Colorado, tres discos que abarcan más de diez años de labor ininterrumpida.

Briseno1 buenaResulta muy claro, al acercarse a este esfuerzo, que en la amplia viña social a Briseño le ha tocado de todo lo que hay en ella. Explica así la diversidad del álbum: "Todas las canciones tienen un ojo abierto a lo que ocurre en la sociedad. Aunque me permito juegos que se acercan al amor, asuntos humorísticos o tiernos. El contenido global de los discos, diría, es la suma de puntos de vista, observaciones e incitaciones a la conversación, afirmación o negación de criterios y opiniones. Es un juego de muy diversos ánimos, aunque no está todo aquello de lo que pude hablar sobre la situación del mundo y del país, sino sólo un fragmento. Es por eso que tengo un enorme respeto por los juglares reales como Guillermo Velázquez y los Leones de la Sierra de Xichú, que recuperan la idea de observar al mundo y rápidamente reproducir lo que miran. En mi caso lo que puedo hacer es acercarme a la realidad, digerirla y tratar de convertirla en una obra que mantenga su vigencia. Me explico: he hablado de la justicia y es un tema que tenemos enfrente, lo mismo pasa con el corrido que se refiere a la relación México-Estados Unidos, de clara presencia".

En cuanto al periodo que da cuerpo a la recopilación, Briseño establece: "Hablamos de diez años, más o menos del 86 al 96. La única pieza posterior es Demogracia, que inclusive la grabamos muy recientemente. Ese término lo escuché, por cierto, de un comandante zapatista quien durante un discurso sobre la democracia pronunció de esa forma el término como si esa fuera su naturaleza. Me encantó, tomé el título y la consigna de 'no somos uno, ni somos cien...', pronunciada en La Realidad, durante el aniversario del ataque a Guadalupe Tepeyac. Así que casi cualquiera de las piezas que conforman estos discos tiene un nexo, un lazo con la vida cotidiana, con el acontecer social sin que con ello hable de panfletos ni nada parecido".

-De algún modo Verde, Blanco y Colorado se puede ver como un libro de historia, de microhistoria si te parece.

-Puede ser, sí. Mucho de mi trabajo se ha hecho durante periodos importantes de la historia del país. De cualquier forma me despojaría de toda soberbia al pensar que los escuchas se pueden enterar de la historia a partir de estas grabaciones, sin embargo, sí es una ventana para sentir ese lapso de que hablamos. Por eso tuve que narrar, en el texto que acompaña los discos, una pequeña historia, la mía, en la cual queda claro cómo fue que llegué a la historia de todos. Veo que la música no es sólo un reflejo de lo que ocurre, sino también una especie de despertador: a veces escuchar algo funciona para despertar una reacción instintiva en nosotros, algo que sucede con la realidad o a despecho de ella. La música es muy insumisa como para solicitar el perdón de las disqueras o de los programadores de radio. Las formas musicales nos sirven para establecer conversaciones con amigos, compañeros, o con uno mismo. Pienso que continuamente hay que asumir esa actitud ante la creación, ya otros harán su parte y entre todos colaboraremos con la necesaria rebeldía en contra de la estupidez.

-El hecho de que una determinada canción aparezca en tal o cual disco, tomando en cuenta que son de tres colores distintos, ¿tiene alguna intención?

-En el Verde, por ejemplo, aparecen las canciones en donde me doy cuenta que tengo la voluntad creativa. Es el principio. No quiero decir que haya estado inmaduro, sino que iniciaba con tal o cual corriente. Si bien vengo desde antes intentando la profesionalización en la música, elegí que ese periodo se llamara verde porque nacía una determinada inquietud. Después vino otro en el cual busqué distanciarme de las curiosidades del lenguaje que varias personas tenían como divisa. Quise, entonces, buscar la solución para hablar de un tema específico, como cuando me invitaron al programa Nexos en donde me correspondía hablar sobre temas delicados y que implicaban lecturas y reflexión.

Concluye Guillermo Briseño con este apunte personal: "Además de que hay también un intento de travesura en Verde, Blanco y Colorado porque es como yo me pongo cuando me subo a un escenario. De verdad me ocurre, además de cambiar hacia otros colores. Entonces, hablamos del inicio, de la parte más florida que corresponde a mi periodo con La Banda de Guerra, y por último a una fuerte presencia del tema del amor, la sensualidad, la ternura, la poesía o de plano el amor por la rebelión y la independencia".

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año