MEXICO-CUBA
Masiva concentración obrera en Montevideo para rechazar la ruptura de relaciones
Declara Uruguay persona non grata al embajador de Cuba
REUTERS, AFP Y DPA
Montevideo, 24 de abril. El gobierno de Uruguay declaró este miércoles persona non grata al embajador cubano en Montevideo, Joaquín Alvarez, y retiró a su representante en La Habana, Enrique Estrázulas, un día después de anunciar la ruptura de relaciones diplomáticas por los ''agravios'' de Fidel Castro al presidente Jorge Batlle.
Entre tanto, la sociedad y los políticos se dividían entre expresiones de apoyo y de rechazo a la decisión de Batlle, mientras la central sindical única de los trabajadores de Uruguay (PIT-CNT) repudió esta noche la ruptura de relaciones con la nación caribeña con una concentración realizada en el centro de Montevideo, que congregó a varios miles de personas.
''Hemos comunicado al embajador de Cuba la decisión del gobierno uruguayo de declararlo persona non grata (...) y le hemos dado un plazo razonable, que aún no hemos definido, para concluir todas sus misiones diplomáticas en el país'', dijo el canciller interino, Guillermo Valles. El embajador Alvarez también es representante de Cuba ante la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), organismo multilateral de comercio al que la isla ingresó en 1999, y por ello no se le habría aplicado el plazo de 72 horas para abandonar el país.
Al salir de la reunión con Valles, donde se le comunicó la decisión uruguaya, el embajador cubano señaló que pidió garantías y seguridad para él y sus funcionarios. Asimismo, criticó a Batlle por proclamar que Uruguay mantendrá la ruptura hasta que Cuba fuera libre, ya que ''el pueblo cubano fue, es y será libre''.
El mandatario uruguayo obtuvo el apoyo político de los legisladores de los partidos Colorado y Nacional, ambos de centroderecha, integrantes de la coalición del gobierno, así como del fundador y líder histórico del Frente Amplio, Liber Seregni, hoy retirado, quien dijo que ''comprendía'' la actitud de Batlle ante las ''expresiones de injuria'', pero sostuvo que hubiera preferido una ''suspensión'' de relaciones, porque ''en nuestro país el caso Cuba es muy sensible para buena parte de la población''.
En cambio, el senador Rafael Michelini, líder del opositor Nuevo Espacio, de centroizquierda, además de expresar su desacuerdo con el presidente opinó: ''Si se iba a tomar esta decisión debió consultarla a todos los partidos''.
El diputado Carlos Pita, del Encuentro Progresista-Frente Amplio, rechazó de plano la ruptura, a la que calificó como ''uno de los episodios más tristes de la política exterior uruguaya''. En 1964, Uruguay tomó una decisión similar por recomendación de la Organización de Estados Americanos, y no restableció relaciones sino hasta 1985, cuando el país salía de 12 años de dictadura militar.
La ruptura anunciada ayer ''fue producto de un largo proceso bien articulado que comenzó con las intervenciones de Batlle en las conferencias iberoamericanas y de Monterrey, donde se ocupó de atacar a Castro más que de otros temas'', sostuvo a su vez el líder y senador del Partido Socialista, Reinaldo Gargano. Recordó que el mandatario uruguayo había dicho a un canal de televisión, tras la cumbre de Monterrey, que Castro siempre hacía ''shows de viejo'' en esas reuniones para llamar la atención.
Gargano consideró que el conflicto se debe a que Batlle, un veterano político del Partido Colorado, tiene amplias coincidencias con el actual gobierno de Estados Unidos, con el que está buscando un acuerdo comercial para revitalizar una castigada economía. Sin embargo, dijo no tener pruebas para afirmar que Uruguay hubiera prometido a Washington impulsar la resolución contra Cuba a cambio del acuerdo comercial, hipótesis sostenida por el diario oficial cubano Granma.
En este contexto, un comunicado del Departamento de Estado estadunidense sostuvo que la determinación de Uruguay sobre Cuba ''es su propia decisión'', al tiempo que evaluó que el país sudamericano ''tiene una larga tradición como fuerte defensor de los derechos humanos y la democracia''.
Reacciones en El Salvador y Perú
Por otra parte, el presidente de El Salvador, Francisco Flores, criticó hoy a Fidel Castro por las actuales tensiones en las relaciones de la isla con México y Uruguay.
Asimismo, al referirse a la grabación de la conversación telefónica entre Castro y el presidente de México, Vicente Fox Quesada, dada a conocer por el primero, Flores opinó que ese hecho significaba ''el rompimiento de todas las normas de responsabilidad, discreción y respeto que deben existir entre dos mandatarios''.
Mientras tanto, en Lima, el presidente del Congreso peruano, Carlos Ferrero, dijo que el problema de fondo es que ''en Cuba no hay libertad ni democracia. Me parece mal que Castro se exprese de esa manera, las discrepancias pueden resolverse de otra manera.
