Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 25 de abril de 2002
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Política

Defiende funcionaria crear instituto autónomo

La no divulgación de resultados, problema de evaluaciones educativas

MIREYA CUELLAR Y ROBERTO GARDUÑO

En el país sí hay estudios sobre la calidad de la educación básica (primaria y secundaria); sin embargo, "han servido poco para orientar la toma de decisiones en materia de política educativa, pues las autoridades del ramo no los conocen o no han permitido que se hagan públicos", evitando que la sociedad "pueda ejercer presión para que los problemas detectados sean atendidos", señaló Sylvia Schmelkes del Valle, investigadora de la Secretaría de Educación Pública, que ayer defendió ante diputados y senadores el proyecto de creación de un Instituto Nacional para la Evaluación Educativa (INEE).

En la segunda y última sesión de un foro convocado por el Congreso para discutir la propuesta foxista -existe un anteproyecto muy general y el Ejecutivo no ha definido si emite un decreto o envía una iniciativa para que sean los diputados y senadores quienes avalen al nuevo órgano-, la funcionaria insistió en la importancia de que los análisis sobre la calidad de la enseñanza sean realizadas por un cuerpo técnico capacitado y con solvencia moral.

"Lo esencial -dijo- no parece ser el estatus jurídico del organismo responsable de la evaluación, sino su capacidad técnica y solvencia moral de las que dependerá su credibilidad; es más importante que la evaluación se utilice para rendir cuentas, se haga pública, que la propia definición jurídica de su dependencia institucional."

Y es que uno de los elementos que se está discutiendo ampliamente es precisamente la personalidad jurídica del órgano que se propone. Si bien la propuesta oficial es que sea un órgano público descentralizado, los académicos están preocupados por el grado de vinculación que mantendría con la SEP. Schmelkes reconoció ayer que uno de los problemas ha sido que la dependencia es juez y parte del proceso valorativo, y por lo tanto la información "no circula".

Explicó que las resistencias en México a una institución que examine la calidad educativa tienen que ver básicamente con dos cosas: el temor a ser evaluado, que es temor a las consecuencias en reputación, salario y carrera futura, y el de la reacción posible del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.

"Se juntan ambos temores, pues cuando se evalúan los aprendizajes, de alguna manera se está valorando el trabajo de los maestros, puesto que éstos están temerosos de las consecuencias, canalizan sus resistencias mediante el órgano laboral que los representa, el sindicato."

Sin embargo, apuntó, en México necesitamos información que nos dé cuenta de la marcha de la educación nacional y su evolución; se requieren datos no sólo sobre la calidad a nivel nacional, sino sobre la desigualdad de resultados entre zonas urbanas y rurales; mestizas e indígenas.. sino información para comprender los fenómenos y combatir sus causas. Es decir, información para tomar decisiones sobre a qué estados poner más atención o cómo utilizar mejor los recursos económicos, ejemplificó.

En la reunión que se dio ayer en San Lázaro -el día anterior fue en el Senado- participaron también especialistas del programa de Cooperación Iberoamericana para la Evaluación de la Calidad de la Educación, así como expertos de la UNESCO y de la OCDE, que llamaron a no confundir calidad con "eficiencia", y a considerar que la importancia de las evaluaciones en la materia tiene que ver con "el rendimiento social de la inversión en educación".

La calidad de la enseñanza que se imparte no sólo se debe medirse en función de la cantidad de conocimientos que adquieren los niños, sino de su capacidad para reflexionar sobre lo que están aprendiendo y aplicarlo en la vida real. La brasileña Claudia Tamassia, de la OCDE, explicó que hay países que gastan más presupuesto que otros en educación, pero sus resultados son menores porque "gastan mal".

Hizo alusión a los más recientes estudios internacionales sobre calidad educativa y dijo que 44 por ciento de los alumnos de educación básica en México están en riesgo porque "no han adquirido los conocimientos básicos que les permitan seguir aprendiendo".

Juan Enrique Froemel, de la UNESCO, explicó que no hay recetas para hacer las evaluaciones, pues cada país debe tener muy claro qué pretende lograr con sus análisis al aplicar sus métodos de medición.

Los especialistas insistieron en que al aplicar evaluaciones -por aquello de querer copiar parámetros de otros países- se debe considerar que 40 por ciento de los niños mexicanos, por ejemplo, están por debajo del nivel socioeconómico de los de varios países de Europa. Es decir, cuando se les empieza a medir ya llevan desventaja.

Los trabajos del seminario fueron clausurados por el secretario de Educación, Reyes Tamez Guerra, quien ofreció que las opiniones de todos los convocados "vendrán a enriquecer" el proyecto de creación del Instituto Nacional de Evaluación de la Educación (INEE), que en principio sólo hará valoraciones al sistema de educación básica.

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