Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 25 de abril de 2002
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Economía

MEXICO, SA

Carlos Fernández-Vega

LA EFECTIVIDAD DEL burdo pragmatismo de los empresarios cúpula de este país nunca ha sido puesta en duda: un día son tricolores, otro blanquiazules...Un día ponen al servicio de las campañas priístas su inagotable flota de camiones, otro su discurso ramplón al de los neopanistas... Un día tras otro ofrecen, indistintamente, su reconocimiento y nutrido aplauso a todo aquel gobernante que les respete el negocio siempre, claro está, en nombre de la democracia.

TAL ES EL CASO de Roberto Alcántara Rojas, uno de los dilectos y costosísimos hijos del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), ex cabeza del grupo empresarial al que la reprivatización salinista le asignó el otrora Banco de Crédito y Servicios (originalmente Bancreser, ahora conocido como Bancrecer) y dueño -entre otras muchas cosas- de una enorme flotilla de camiones de pasajeros que durante muchos años dio servicio gustosa y generosamente a candidatos, comitivas y acarreados en distintas campañas políticas del otrora invencible partido tricolor. Por una mera casualidad de la vida, una de esas campañas fue la del reprivatizador de la banca.

DURANTE AÑOS, PUES, el aplauso y la alabanza de Alcántara Rojas, así como la infraestructura del grupo empresarial que encabeza, fueron puestos al servicio -con la factura en la mano, desde luego- del democrático sistema político priísta. Pero como éste supuestamente ya desapareció, ahora que le toca presidir la Cámara Nacional del Autotransporte de Pasaje y Turismo decidió poner los mismos elementos al servicio del neopanismo y su presidente.

DEJANDO ATRAS LAS componendas financieras y políticas por él protagonizadas en tiempos idos, el ínclito ex banquero, a nombre de los autotransportistas, ofreció al presidente Fox -con la factura en la mano, desde luego- la solidaridad gremial para afrontar, juntos y de la mano, los deshonores provocados por cercanas tiranías tropicales: "Consideramos que tenemos que ser congruentes con nuestro régimen democrático, de irrestricto respeto a las libertades políticas, de expresión y de derechos humanos. Nosotros mismos somos la más plena manifestación de nuestra libertad de tránsito. Ninguna autoridad tiene quien mantiene a su pueblo en la opresión... Estamos seguros que las instituciones políticas en México habrán de darle, en este tema, el justo valor que tienen. šNo más allá! Reciba usted nuestra plena voluntad de apoyo y reconocimiento" (La Jornada, Juan Manuel Venegas y David Zúñiga).

COMO HA CAMBIADO el cambio a quienes nunca han cambiado. Además de ser un excelente orador y un demócrata de vanguardia, Alcántara Rojas también quiso ser banquero, un ejercicio privado que terminó cubriéndose con muchos miles de millones de pesos provenientes de las arcas públicas.

SI SE TOMA COMO referencia el precio originalmente pagado por Roberto Alcántara Rojas y socios por ejercer su derecho de ser banqueros y adquirir Bancrecer, y se compara con el costo para el erario, la conclusión es vergonzosa: 125 millones de dólares en 1992, contra alrededor de 11 mil millones de dólares hasta su nueva venta en 2001, una ignominiosa diferencia de 8 mil 800 por ciento, en contra de la nación.

LOS EX PROPIETARIOS de Bancrecer, en voz del presidente del consejo de administración, Roberto Alcántara Rojas, aseguraban en 1999, cuando el IPAB toma el control del banco, que perdieron alrededor de 900 millones de dólares en el intento de "sacar adelante" a la institución financiera. De ser correcta dicha aseveración, el país sólo perdería alrededor de 11 mil millones de dólares, con lo que el asunto resulta totalmente equilibrado.

EN 1992 ROBERTO Alcántara Rojas, Carlos Mendoza Guadarrama y Rubén Goldberg ofrecieron esos 125 millones de dólares por la adquisición de Bancrecer, monto equivalente a 2.53 veces el capital contable de la institución financiera. De acuerdo con su propia información, dichos empresarios representaban los intereses de 16 inversionistas de Guanajuato, estado de México y Distrito Federal, dedicados a las industrias del calzado, la construcción, agrícola, turística y del transporte, así como al sector financiero.

LUEGO DE CONCLUIDO el proceso reprivatizador, en 1993, los accionistas mayoritarios de Bancrecer tomaron sus respectivos asientos en el flamante consejo de administración del rebautizado Bancreser, que fue integrado por los siguientes personajes: Roberto Alcántara Rojas, Librado Padilla Padilla, Jesús Alcántara Miranda, Enrique Aranda Flores, Luis Rodrigo González Fuentes, José Haua Afif, Sergio Martínez Alvarez, Javier Miguel Afif, Alejandro Morales Mega, Alejandro Portilla Garceran, Enrique Portilla Ibargüengoitia, Héctor Ruiz Guzmán, Arturo Alcántara Rojas, José Luis Alcántara Rojas, Gustavo Cárdenas Monroy, Jorge Garcés Cruz, Luis Méndez Jiménez, Arnulfo Padilla Padilla, Rafael Yamín Saade, José Ramón Elizondo Anaya, Manuel Fernández Hernández, Francisco Javier Gaxiola Ochoa, Rafael Herrera Fernández, Alberto López de Nava, Carlos Machorro Camarena, Carlos Mendoza Guadarrama, Enrique Ríos López, Ricardo Valencia Tejeda, Manuel García Guerra, José G. González Rubio, Eduardo Morales Fillad, Jesús Santana Nava, Ramiro Trevizo Gutiérrez.

EN LOS ARCHIVOS del Fobaproa aparecen registrados varios de los empresarios anteriormente citados, incluyendo a uno de los propietarios de la línea aérea SACSA, perteneciente a la familia Miguel Afif, quien generosamente facilitó aviones a los priístas en la más reciente campaña política por la Presidencia de la República. Ellos forman parte de los ganadores pero, como siempre, hay perdedores y quienes no participaron en el tiradero se han encargado de pagar esos 11 mil millones de dólares.

DE HECHO, EN LAS famosas listas de Michel Mackey aparecen registrados 9 mil 572.77 millones de pesos en créditos no muy transparentes ni muy legales otorgados por Bancrecer y sus ex dueños, entre ellos Roberto Alcántara Rojas. Y si de recordar se trata, vale la pena mencionar que en junio pasado el IPAB informaba al órgano superior de fiscalización de la Cámara de Diputados que luego de una sesuda investigación había concluido que en 421 de 422 créditos reportables detectados por el propio Mackey "la acción penal en contra de los presuntos responsables ya prescribió". Casualmente, los créditos aludidos correspondían al Programa de Saneamiento Financiero de tres bancos, el primero de ellos, nada más y nada menos, Bancrecer.

Las rebanadas del pastel:


TAMBIÉN LA INDUSTRIA del papel higiénico tiende a repuntar, tras la respuesta ofrecida por el gobierno mexicano a los barbudos.

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