Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 29 de abril de 2002
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Economía
MEXICO, SA

Carlos Fernández-Vega

A MEDIADOS DE 1995, un confiado José Madariaga Lomelín, a la sazón presidente de la Asociación de Banqueros de México y del Banco Mercantil Probursa, afirmaba que en México "la ley es muy clara respecto al narcotráfico... El lavado de dinero es una actividad fuera de la ley que hay que perseguir y castigar... Quienes aseguran que el narcotráfico ha penetrado en los bancos mexicanos deben aportar pruebas para, en dado caso, solucionar el problema".

CASI SIETE AÑOS después parece que su solicitud ha sido atendida: "Un informe de la FBI, que está integrado en la solicitud de la Fiscalía Anticorrupción de España para que el juez Baltasar Garzón investigue las operaciones del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) en Latinoamérica, vincula directamente a José Madariaga (Lomelín), ex propietario de Mercantil Probursa, y a uno de sus hombres de confianza, en operaciones de lavado de fondos del narcotráfico empleados para realizar transacciones financieras en México.

"EL DOCUMENTO señala que participa también en la operación, por parte de Mercantil Probursa, su presidente y representante de los socios mayoritarios de la entidad, José Madariaga, cuyo hombre de confianza, Eduardo Pérez Montoya, es situado, según documento facilitado por el enlace de la FBI en Madrid, en la órbita del narcotráfico, y quien a su vez facilitaría a BBV la participación mayoritaria (en Mercantil Probursa) a cambio de legitimarle fondos en principio procedentes de tal actividad ilícita, depositados en Gran Caimán" (La Jornada, Roberto González Amador).

DESDE QUE LA autoridad española formalmente ordenó, el pasado 3 de marzo, investigar la presunta comisión de ilícitos por parte del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria y el consecuente uso de dinero sucio -en España y en otras partes del mundo-, las operaciones que esa institución financiera ha realizado en México (la compra de Mercantil Probursa en 1996 y la adquisición de Bancomer en 2000) no han permitido otra cosa más que engrosar el expediente respectivo.

A PESAR DE LA "rogatoria" que el juez de la Audiencia Nacional de España, Baltasar Garzón, emitió a las autoridades mexicanas para que faciliten toda la información relacionada con la venta de Mercantil Probursa al BBVA y las transacciones que José Madariaga Lomelín habría realizado a través de uno de los más reconocidos paraísos fiscales (las Islas Caimán), el gobierno del cambio reaccionó de inmediato (como en su momento lo hiciera la administración Zedillo cuando bancos y banqueros estaban en la picota -que, dicho sea de paso, era un día sí y otro también-) por medio del secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz: "Las operaciones fraudulentas llevadas a cabo por la ex cúpula del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria -en España- no tienen nada que ver con México; Yo no tengo ninguna duda de que el BBVA no violó ninguna ley ni disposición legal mexicana, porque esas operaciones se analizaron en su momento y se consideró que respetaban el régimen legal mexicano".

SOSPECHOSA, SIN DUDA, resulta la actitud asumida por el gobierno mexicano, toda vez que sin mediar investigación alguna recurrió a la exoneración inmediata de banco, banquero y fondos utilizados en la adquisición de instituciones financieras nacionales. Igualmente sospechosa ha sido la decisión -en plena tormenta de acusaciones- del Grupo Financiero BBVA Bancomer de ratificar a José Madariaga Lomelín como vicepresidente primero de su consejo de administración. No hay que obviar la posibilidad de que otros personajes de la política y las finanzas aparezcan en este nuevo escándalo bancario en México.

MIENTRAS ESO SUCEDE, es necesario señalar que el secretario de Hacienda en el momento de concretarse la venta del Banco Mercantil Probursa al Banco Bilbao Vizcaya (la institución española aún no se fusionaba con Argentaria, lo que sucedió en octubre de 1999) no era otro que el actual gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz Martínez, quien cuatro años atrás presidió el Comité de Desincorporación Bancaria, el cual decidió aceptar la oferta que para la compra del Multibanco Mercantil de México presentaron José Madariaga Lomelín, Eugenio Clariond Reyes Retana y Javier Pérez Rocha.

EN DICHO COMITÉ también participaron, entre otros, Oscar Espinosa Villarreal (primero como presidente de la Comisión Nacional de Valores, después como director general de Nacional Financiera); Guillermo Prieto Fortún (entonces presidente de la Comisión Nacional Bancaria); Carlos Ruiz Sacristán (director general de Crédito Público y en el zedillato secretario de Comunicaciones y Transportes, tras el nombramiento de Guillermo Ortiz Martínez como titular en Hacienda); Víctor Miguel Fernández (director general de Banca Múltiple); Jacques Rogozinsky (por aquellas fechas zar de las privatizaciones y ahora funcionario del BID) y Miguel Mancera Aguayo (director general del Banco de México).

EL 19 DE MAYO DE 1995 la Secretaría de Hacienda, a cargo de Ortiz Martínez, anunciaba con bombo y platillo que ingresarían al país 350 millones de dólares como resultado de la venta de 70 por ciento de las acciones del Grupo Financiero Probursa, un consorcio "saneado y recapitalizado", al Banco Bilbao Vizcaya, lo que representaba, de acuerdo con el criterio del gobierno mexicano, "un signo de confianza en la economía de nuestro país", confianza que, sin embargo, tuvo que ser fortalecida mediante la intervención del Fobaproa en "un esquema de compra de cartera en proporción directa de dos a uno a las aportaciones de capital que realicen los accionistas de la institución".

ASI FUE. LA "confianza" de la institución financiera española y de su socio José Madariaga se tradujo en que el Fobaproa compró cartera de Mercantil Probursa por 4 mil 700 millones de pesos (más de 650 millones de dólares al tipo de cambio de esa fecha) y esa misma cartera quedó bajo la administración del consorcio privado, generando intereses (los mayores del mercado y permanentemente) a favor de los nuevos propietarios.

INICIADO EL ESCANDALO, a José Madariaga Lomelín no le ha quedado de otra que abogar por sí mismo y declarar su inocencia por cuanto micrófono le sea facilitado. Pero la historia continúa.

Las rebanadas del pastel:



¿QUIÉN ES EL BANQUERO que a mediados de 1996 fue citado a declarar por la autoridad judicial por sus nexos empresariales con Raúl Salinas de Gortari y dijo sentirse "en medio de la guerra de las galaxias"? Mañana lo comentamos.

[email protected] / Fax: 55 45 12 53

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