La isla es legado de la humanidad, afirma en
un foro
González Casanova: carecen de toda lógica
las críticas a Cuba
México y Uruguay, sin autoridad moral para condenar
a la nación cubana, considera Rodríguez Lazcano
ANDREA BECERRIL
"Cuba es un legado para la humanidad, es la primera y
la última de las nuevas revoluciones que se van a hacer, no sólo
para lograr un mundo menos inequitativo, sino para que sobreviva la humanidad",
advirtió el doctor Pablo González Casanova durante un panel
organizado por la Casa Lamm y La Jornada, en el que otros pensadores
como Víctor Flores Olea, Oscar González y Sergio Rodríguez
Lazcano alertaron sobre la gravedad de que se violen los principios fundamentales
de la política exterior mexicana en el gobierno de Vicente Fox.
El encuentro del pasado viernes en Casa Lamm tuvo como
tema central el voto de México sobre Cuba en la Comisión
de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra, que dio pauta a otros asuntos
colaterales como las críticas a Fidel Castro por haber divulgado
la conversación con el Presidente mexicano y la necesidad de decir
la verdad sobre la isla, ante los ataques de que ha sido objeto en las
últimas semanas.
González Casanova, el primer ponente, resaltó
que la lucha por los derechos humanos "pasa por la lucha contra el neoliberalismo
y por la democracia, la liberación y el socialismo". Advirtió
que hablar de una nueva política mundial que hace obsoleto el principio
de no intervención y de libre autodeterminación de los pueblos
?como lo han proclamado el canciller Jorge Castañeda y el propio
Fox? "es la mejor manera de renovar la política del imperialismo
y de fortalecer sus nuevos impulsos expansionistas".
A su vez, Rodríguez Lazcano dijo que las garantías
individuales surgen en el mundo como parte de un movimiento de izquierda
y sería "una absoluta tontería" regalarle a la derecha esa
lucha por las garantías individuales", por lo que pidió entrarle
a ese debate, sin complejos, frente a aquellos que pretenden reducir el
problema sólo a una parte, a la existencia de partidos políticos
o libertad de expresión.
Flores
Olea, en tanto, recalcó que las expresiones de Castañeda,
en el sentido de que los principios de no intervención y autodeterminación
de los pueblos son cosa del pasado y están en renovación,
"quiere decir que se están doblegando, violentando esos principios
por las cimas del poder político y económico".
Sin embargo, aclaró, esa actitud del gobierno federal,
porque el problema no es Castañeda, "aunque él se haya ganado
a pulso una extraordinaria animosidad", no significa que los principios
dejen de tener vigencia, toda vez que van encaminados a impedir que los
grandes poderes continúen con su tarea destructora de la sociedad.
González Casanova aclaró que se niega a
defender a Cuba "de una serie de plumíferos" que se ha dedicado
a atacar de manera irresponsable al gobierno cubano, alegando, entre otras
cosas, que es una dictadura en la que se violan los derechos humanos.
"Eso me recuerda aquel chiste de dos niños que
se preguntan uno a otro si explican a su abuelita sobre la existencia de
los Reyes Magos y acaban por preguntarse si la sacan de su error o la dejan
como una idiota", señaló, entre carcajadas de los asistentes.
Expresó luego que los disparates que se han dicho sobre Cuba pasan
encima de la lógica más elemental. Si hubiera una dictadura,
ya la habrían derrocado, pero es precisamente por la profunda cercanía
entre el pueblo y el gobierno cubano que han logrado mantenerse.
Dijo también que pese al bloqueo, a los muchos
intentos por asesinar a Castro, Cuba ha logrado darle salud, seguridad
y alimentación a todos sus habitantes. "Cuba es un legado para la
humanidad, para la sobrevivencia de la humanidad. Es la primera y la última
de las nuevas revoluciones que se van a hacer no sólo para que el
hombre logre un sistema menos inequitativo, sino para que sobreviva la
humanidad", insistió González Casanova.
La experiencia cubana se da en tres luchas: por la democracia
mundial, contra el colonialismo o por la liberación y en la batalla
por el socialismo, y es necesario, insistió, no sólo defender
a Cuba de los ataques, sino decir la verdad.
"Vamos a decir al mundo la verdad, aunque ahí entra
un problema sumamente grave, que es la ruptura de la política que
México se había trazado con dignidad y honestidad en favor
de la autoderminación de los pueblos", añadió el ex
rector de la UNAM.
El voto de México en contra de Cuba, "pese a que
es uno de los países en los que más se respetan los derechos
humanos", obliga a repensar en las luchas por la liberación humana,
entre ellas el zapatismo y otros movimientos rebeldes "que no se someten
a esta tiranía".
Rodríguez Lazcano, en tanto, hizo notar que carecen
de autoridad moral el gobierno checo, uruguayo y mexicano al alzarse como
defensores de los derechos humanos y condenar a Cuba. Hizo notar que el
propio Fox lleva en su haber 15 desaparecidos, y que aunque instaló
una fiscalía especial para investigar lo ocurrido en la guerra
sucia de los 70, mediante Mariclarie Acosta convenció a los
senadores de introducir modificaciones a los tratados internacionales en
la materia y dejar a salvo a los responsables de desapariciones forzadas.
Flores Olea reveló que fue uno de los que insistieron
en que los principios de la Doctrina Estrada se incorporaran a la Constitución,
y "el alegato que recibíamos es que no hacía falta. Ahora
me doy cuenta hasta qué punto teníamos razón".
Oscar González, en tanto, hizo hincapié
en que el crecimiento de las fuerzas muy conservadoras en el mundo y el
avance del neoliberalismo apuntan a la continuidad del acoso contra Cuba,
y aunque al que le toca enfrentar eso es al pueblo cubano, "por la importancia
de lo que esa nación caribeña representa para una redición
y rearticulación de las fuerzas de izquierda a nivel mundial, los
cambios que están a la vista deben ser objeto de análisis
abierto.
"No podemos renunciar a nuestra visión ni a nuestro
compromiso internacional. ¿Cuándo vamos a discutir lo que
puede o debe ocurrir dentro de Cuba y su repercusión internacional?
Me pregunto, ¿vamos a hacerlo hasta que ya no esté Fidel
Castro o tenemos que hacerlo ya? No podemos o no debemos preguntarnos si
la función del comandante dentro de estos años debe ser evaluada
con base en lo que vaya a ocurrir después de que él no esté."
Es decir, "ha servido una función directiva tan
importante en los cargos públicos para reforzar y prolongar la causa
por la que él ha luchado toda su vida, o habría necesidad
de ir renovando los cuadros de manera más autocrítica, abierta,
transparente al interior de la propia Cuba. Esos temas los tenemos por
delante. Hay quienes pensamos que el socialismo es y debe seguir siendo
una opción, y los derechos humanos y la democracia no son necesariamente
antitéticos, opuestos a estas necesidades internas para preservarse
como poder en el socialismo".
Todas las fuerzas democráticas en el mundo, en
América Latina, "deberíamos plantearnos este problema, hacia
dónde pueden apuntar las acciones y el replanteamiento de toda la
experiencia cubana de ahora y de los años por venir, para fortalecer
un mayor pluralismo y mayor respeto a los derechos humanos dentro y fuera
de Cuba", insistió González.
Después los panelistas respondieron a preguntas
de los asistentes, buena parte de ellas sobre la conversación con
Fox, dada a conocer por Castro
González Casanova consideró que las críticas
han sido muy superficiales e irresponsables, sobre todo porque quienes
en 1968 exigieron diálogo público y en 1988 pedían
"no te lo lleves a lo oscurito", ahora pugnan precisamente por el
secreto y la reserva. Castro estaba obligado a aclarar lo ocurrido, dijo,
porque se le estaba acusando de mentiroso.
Flores Olea resaltó que no puede pedirse privacidad
cuando se trata de una conversación de mala fe, agresiva, en la
que Fox prácticamente le pide no asistir, no hablar mal de Bush
ni de Estados Unidos.
Uno de los asistentes, a quien el auditorio abucheó
un buen rato, preguntó a los ponentes por qué oponerse a
una realidad, como es el dominio de Estados Unidos en el mundo. González
Casanova respondió con una larga exposición de lo que ha
sido la lucha de la humanidad por la liberación
"Nosotros podemos decir vámonos a conformar y adaptar,
lo malo es que eso lleva a posiciones muy cínicas, al conformismo,
que poco a poco va llevando al servilismo. Es inevitable, siempre se va
a tomar un camino. Siempre habrá quienes estén con los poderosos
y quienes estamos con los débiles y oprimidos. Yo opto por ese camino
y lo voy a seguir en consecuencia, y no les pidamos a los que están
luchando con los pobres y débiles que se pasen a luchar con quienes
pretenden que sigan triunfando los fuertes y poderosos", recalcó
entre aplausos.
Igualmente Flores Olea advirtió que subordinarse
a los poderes establecidos, significa exclusión, pérdida
de libertades, significa empobrecimiento. Entonces la otra opción
es luchar por avances en lo social, en satisfacción de las necesidades
indispensables, en resolver los problemas de todos. Creo que esto es ser
de izquierda o ser profundamente conservador y vivir en el pasado. "O estamos
por una humanidad que sobreviva y que sobreviva mejor, o estamos con aquellos
que están destruyendo a los hombres."