¿Qué dirán hoy
los panistas?
Ponga usted,
querido lector, mucha atención a las
descalificaciones que seguramente hoy dedicarán
altos funcionarios o regidores panistas del
gobierno municipal cuando se les pregunte sobre
la toma de la presidencia auxiliar en La
Libertad. ¿Qué dirán sobre los inconformes?,
¿que "son sólo 100 de un universo de más
de 90 mil votantes"?, ¿que son "mentes
pequeñas", "ignorantes" o
"agitadores"?, ¿dirán acaso que no
conocen a las organizaciones políticas en
protesta?, ¿repetirán, como lo han hecho en
otros casos, que "tienen un origen muy
sospechoso y fines políticos oscuros"?,
¡¿exigirán en corto, o a gritos y groserías,
a los reporteros que "no inflen las
notas" y que no se les haga caso "a
cabrones que sólo quieren chingar"?!.
Digan lo que digan los zafios albiazules, lo que
sucede hoy en La Libertad es engendro directo de
su parcialidad y torpeza política. El argumento
que hoy utilizan las siete planillas de La
Libertad que se resisten a la imposición del
candidato de la fórmula Acción Vecinal, Enrique
Guerrero Romero, como presidente subalterno les
fue proporcionado por los propios panistas.
En la sesión de cabildo del miércoles
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anterior, para calificar la
elección de 16 juntas auxiliares, se abordó dos
casos de suma delicadeza: el de Santa María
Xonacatepec y el de La Libertad. En el primero se
analizó la impugnación interpuesta contra la
elección de Edmundo Varela Chávez como alcalde
auxiliar, pues resulta que por un error de la
Comuna su nombre fue impreso de manera errónea
en las boletas para sufragar, es decir, en los
hechos los electores emitieron su voto a favor de
otra persona, lo cual jurídicamente es causa de
nulidad por donde quiera que se le vea. Pero eso
no importó mucho a los blanquiazules, pues
resulta que el tal Varela Chávez fue candidato
por la fórmula Círculo Azul -¡cualquier
alusión al Partido Acción Nacional es mera
coincidencia, incluso en los colores de la
propaganda!-
y se consideró que la falta, ¡cometida por la
propia administración municipal!, no fue grave,
pues la gente cruzó las boletas pensando en el
candidato, no en su nombre.
En un asunto menos espinoso como el de La
Libertad se esperaba que los panistas actuaran
con la misma laxitud, pues la única falta -hasta
ahora no aceptada por Triángulo Café, hay que
decirlo- es que uno de los miembros de la
planilla no acreditó a tiempo su ciudadanía
como poblano. |
Aquí también debió valer el
criterio de que la gente votó por el candidato,
no por uno de los miembros de su fórmula, pero
en este caso los panistas decidieron aplicar la
ley con todo su rigor -cosa que no hicieron en el
asunto anterior- y anularon el triunfo para
concedérselo por la vía del
"cabildazo" al candidato de Acción
Vecinal. ¡Cualquier alusión al Partido Acción
Nacional es mera coincidencia!
¡Ahora hay que divertirnos!, como dice
constantemente Luis Paredes a los reporteros,
viendo cómo intentan resolver el entuerto los
panistas y qué pretextan para justificar sus
burdas operaciones políticas.
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