En tanto, Melquiades
Morales aseguró que su administración buscará la forma
de satisfacer la exigencia de los profesores y advirtió
que no se convertirá en enemigo, dique u obstáculo para
las demandas de los trabajadores de la educación.
Señaló que las negociaciones "no se hacen en lo
oscurito o la clandestinidad" sino frente a los
dirigentes magisteriales, porque no existe nada que
ocultar.
En tanto, los dirigentes de las secciones 23 y 51 del
SNTE, Jesús Huerta Carrera y Leticia Jasso,
respectivamente, dieron a conocer su rechazo al
ofrecimiento del gobierno federal de 4.75 por ciento de
incremento directo al salario y uno por ciento en
prestaciones para los maestros de educación básica. A
decir de Jasso Valencia, dicha propuesta "es la más
pobre" que el magisterio ha recibido en las últimas
décadas y puso de manifiesto la incongruencia entre el
discurso y los hechos del régimen foxista.
Por el contrario, los dirigentes, en una conferencia de
prensa conjunta efectuada la tarde de ayer, aseguraron
que a diferencia de las autoridades federales, el
gobierno estatal ha mostrado mayor apertura para las
negociaciones y confían en tener una buena respuesta.
Las principales demandas en el ámbito estatal son 80
días de aguinaldo, mayores espacios en carrera
magisterial, bono activo y vales de despensa, entre
otros. El festejo magisterial
Congregados en el gimnasio Miguel
Hidalgo, más de 3 mil profesores adheridos a la sección
51 festejaron el Día del Maestro. Más de 100 profesores
también recibieron reconocimientos y estímulos por
haber cumplido entre 20 y 60 años de servicio
ininterrumpido.
La primera en tomar la palabra fue Leticia Jasso
Valencia. Con tono enérgico y claridad, la líder
demandó la concurrencia del gobierno estatal para
aportar recursos suficientes que permitan "tener un
ingreso decoroso y cubrir las necesidades más
apremiantes, un salario profesional que dignifique la
labor de todo el magisterio".
Inmediatamente, la profesora comenzó la serie de
reclamos y protestas del magisterio poblano. De entrada,
reprobó el recorte de mil 800 millones de pesos
anunciado por la Federación, que afectará a los rubros
de educación y salud, el cual, dijo, "es
inadmisible" y significa "un grave retroceso en
el combate a la desigualdad social".
A continuación, se refirió al Programa de Carrera
Magisterial, tema que ha provocado fuertes fricciones
entre el SNTE y la SEP. Es necesario, subrayó,
fortalecer económicamente este programa para beneficiar
a un mayor número de maestros, "pero rechazamos
rotundamente la toma de decisiones unilaterales que
afecten los ingresos de los trabajadores".
"Que se revise (el programa), sí, pero con estricto
apego a la normatividad y con la participación del
sindicato. Primero hay que poner orden administrativo y
luego ya se tomará medidas; si los expedientes no están
completos o hay irregularidades, eso no es culpa del
sindicato y mucho menos de los maestros, porque nosotros
no tenemos acceso a los sistemas y bases de datos de
Carrera Magisterial", sostuvo.
Más adelante, Jasso aprovechó la oportunidad para
lanzarse contra los grupos de profesores disidentes.
Exigió a las autoridades no crear más instituciones
educativas donde ya se presta dicho servicio y que, como
una medida política, se otorguen a miembros de la
disidencia, quienes, sostuvo, "sólo originan
conflictos con nuestros compañeros". "Hemos
sido tolerantes, pero no estamos dispuestos a soportar
más arbitrariedades y atropellos", puntualizó en
medio de los aplausos y vítores de sus compañeros.
De paso, Leticia Jasso solicitó reformar la ley del
ISSSTEP y otorgar a los trabajadores de la sección 51
las mismas prestaciones que los profesores federalizados;
además, reclamó la falta de programas de vivienda
accesibles y rechazó "las prácticas
intimidatorias" de la Contraloría estatal contra
los profesores.
El gobernador
El segundo y último de los oradores
fue Morales Flores, quien al momento de tomar el
micrófono tuvo que enfrentar a los más de 3 mil
profesores reunidos, quienes en coro exigían al
mandatario: "¡Aumento, aumento!"
"Claro que tienen razón", fue la primera
respuesta del mandatario poblano, pero los gritos
aumentaron. Prosiguió: "Claro que tienen derecho,
el Estado tiene la obligación de dar una respuesta a las
demandas de la educación. Mi respeto al SNTE, un
sindicato batallador, de lucha combatiente, único en
América Latina".
Poco a poco, las palabras del Ejecutivo local fueron
mitigando los gritos de los docentes, al grado de que
varios de ellos cesaron el coro y aplaudieron a Morales
Flores, quien aprovechó el instante para afirmar que las
negociaciones para un incremento en las prestaciones
laborales "no se hacen en lo oscurito o la
clandestinidad". Sin embargo, aclaró que esperaba
el resultado de las negociaciones entre la dirigencia
nacional del SNTE y la SEP federal para poder iniciar las
pláticas con los líderes seccionales.
"No presto oídos sordos, soy padre de familia igual
que ustedes y sé lo que cuesta alimentar a la familia.
El gobierno del estado dará su mejor esfuerzo para
cumplir el pliego petitorio de la dirigencia
estatal". Reiteró su reconocimiento al magisterio,
el cual, puntualizó, gracias a su esfuerzo, entrega,
dedicación y calidad moral ha sido uno de los factores
principales para el desarrollo del país.
Al finalizar su participación, el mandatario estatal
recibió un fuerte aplauso de los maestros reunidos, pero
a los pocos minutos se reanudó el mismo grito de demanda
que acompañó a Melquiades Morales hasta la salida del
recinto: "¡Aumento, aumento, aumento,
aumento....!"
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