miércoles 15 de mayo de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
VisionES

Bajo un mismo techo: "Reco7"

n César Gordillo Aguilar

Si bien, como señala Fernando Gálvez Aguinaga (en su excelente artículo publicado en la revista electrónica Replica21 en referencia a la obra del grupo de pintores que integran "Popugráficas"), "...Picasso fue la flecha que señaló el rumbo para convertir la pintura en una licuadora de referentes culturales y visuales...", podríamos señalar a Joseph Beuys y a Marcel Duchamp como las flechas que señalan en sentido contrario, es decir, aquéllas que valoran en la pintura el concepto y la vivencia misma del artista por encima de la lectura iconográfica, y que en la exposición Bajo un mismo techo podría definirse como el signo común del grupo de artistas cuya obra, curada por Christian KŔl, se integra bajo el nombre de "Reco7".
Si lo que une a los pintores integrados en "Popugráficas" es que hay en ellos "una sensibilidad similar para dialogar creativamente con obras o imágenes previas" lo que integra y se convierte en el común denominador de las obras del grupo integrado como "Reco7" es el sentido de tomar la vida propia del artista y la reflexión que en torno a esta se pueda tener como el eje central de la obra, desdeñando o exagerando el valor intrínseco del "objeto artístico" como parte de su retórica.
La reflexión sobre la vida cotidiana a través de sus objetos, de sus escenarios y de los referentes simbólicos que éstos pueden sugerir para la reflexión son los temas fundamentales de las obras de Francisco Morales, David Birks y Carlos Vargas.
En los casos de Morales y Birks la recurrencia a objetos y ambientes creados por el artista constituye el eje de la lectura de la obra, los ejemplos más claros y contundente los podemos encontrar en Muda autobiográfica, de Morales, y Conversación, de Birks. En la primera, unas botas y un saco en un tono gris nos remiten a la condición homogeneizadora y neutra del trabajador burócrata medio, personaje magistralmente personificado en "los hombres de gris" de la novela Momo, de Michael Ende; en tanto, en Conversación, dos "cascarones" derruidos de medidores de energía eléctrica, que encierran a manera de "cápsulas" dos rostros, son enlazados por un manojo de cables deteriorados, aludiendo a la dificultad de la comunicación interpersonal en nuestras sociedades.
En la obra de Carlos Vargas, en aparente contradicción con el status formal de la obra conceptual, el objeto pictórico se vuelve en ciertos momentos "virtuoso" y, siguiendo una sintaxis hiperrealista, pone en tensión, a través de agresivas y a veces desquiciantes manipulaciones del punto de vista, escenarios contrapuestos de centros comerciales o proyectos artísticos con escenas cotidianas de la vida doméstica, aludiendo a la complejidad y contradicción que subyace en la "catalogación" que nuestra cultura hace de la vida cotidiana.
Finalmente, por lo contundente y lo sugerente de sus propuestas, dos obras merecen una mención especial: la obra de Paula de Santiago, quien en su trabajo lleva al extremo su concepto de "usar su cuerpo como la materia prima de su obra", nos presenta en Selfrequiem una serie de fotos de células cancerígenas, tomadas a ella, enmarcadas en espejos que intentan, a través de la reflexión de nuestra imagen, convertirnos en partícipes de su experiencia; y la instalación de Alicia Ceballos, la cual el día de la inauguración se convirtió en el centro de la escena al repartir, en una muestra de aparente "desapego", sombreros, discos y aparatos de sonido antiguos, en un intento por demostrar que en realidad la obra de arte no es un objeto concluido y de lectura cerrada, sino una construcción colectiva donde el artista "entrega" su personal visión del mundo y el espectador "recibe" el trabajo, que en una actitud reflexiva e ideal debería convertirse en una experiencia de retroalimentación, en un diálogo que construye la cultura.