viernes 24 de mayo de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
n La fiscalía especial podría estar imposibilitada para atraer el caso, asegura
El asesinato de Joel Arriaga no es un delito de orden federal: Archundia Sierra

Claudia Lemuz n

Hasta el momento, en el expediente sobre la muerte del luchador social Joel Arriaga Navarro no existe ningún elemento que concurra en un delito de orden federal para justificar la atracción de la demanda por parte de la fiscalía especial para la atención de delitos cometidos directa o indirectamente por servidores públicos en contra de personas vinculadas con movimientos sociales y políticos del pasado, lo que podría imposibilitar dicha acción, indicó Rodolfo Archundia Sierra, director Regional de Averiguaciones Previas y Control de Procesos de la zona Metropolitana Sur.
Subrayó que hasta que la Procuraduría de Justicia del estado (PJE) tenga conocimiento de manera oficial, y no a través de los medios de comunicación, de que el caso será atraído por la fiscalía especial, fijará su postura con base en lo que establece la ley, para determinar si es facultad o no de dicho organismo retomar el caso del asesinato de Joel Arriaga, que data de 1972.
Asimismo, precisó que la propuesta de la Dirección de Averiguaciones Previas y Control de Procesos de la zona Metropolitana Sur de enviar la averiguación previa 123/2130/1972/2001/DMSIIII -relacionada con la investigación de la muerte del líder estudiantil- al Archivo en Reserva aún no ha sido aprobada por la Dirección Consultiva de la PJE, lo que implica que puede reabrirse el caso, pese a que falten menos de dos meses para que el crimen prescriba.
Archundia Sierra justificó la decisión de su dirección, porque después de realizar todas las diligencias ministeriales posibles no encontraron elementos para señalar a alguien como responsable del asesinato de Arriaga Navarro, dado que "todos los declarantes expusieron juicios de valor, conjeturas, cuando el testigo no debe dar opiniones sino declarar sobre hechos que haya percibido a través de alguno de sus sentidos".
Agregó que el auto de color amarillo citado en la declaración de Judith García Barrera viuda de Arriaga no fue buscado en los registros federales porque la testigo no aportó el número de placa, lo que llevó a las actuales autoridades a intentar localizarlo en las agencias de autos y hasta museos, sin obtener resultados.
Respecto a las comparecencias de Gonzalo Bautista OÕFarrill y Luis Paredes Moctezuma, quienes ocuparon los cargos, en 1972, de gobernador de Puebla y líder del Frente Universitario Anticomunista, respectivamente, explicó que fueron llamados a declarar porque el resto de las líneas de investigación había sido agotado y podría ser que alguno de ellos aportara elementos nuevos al caso.
De manera concreta, en el caso de Paredes Moctezuma, actual presidente municipal de Puebla, manifestó que fue por la presión de la prensa, ya que de acuerdo a la investigación documental que realizó, los medios de comunicación lo citaron como posible responsable de la muerte de Arriaga.
Por último, indicó que los resultados de la investigación que realizó la Comisión Presidencial Investigadora sobre la muerte de Joel Arriaga no los dieron a conocer porque las múltiples veces que solicitaron el caso de la Procuraduría General de la República, ésta no les dio contestación, por lo que desconoce dónde esté dicho expediente.