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sus 12 ó 13 años, chavas y chavos coquetean con el "ligue",
el "faje" o "acostón", enmedio de los discursos
que promueven las relaciones sexuales o la abstinencia. De los 15 a los
19 años inician su vida sexual, pero la mayoría no utiliza
métodos para prevenir embarazos no deseados ni Enfermedades de Transmisión
Sexual (ETS).
Ante la carencia de una política dirigida a ellos y ellas, la cifra
de los embarazos entre las adolescentes, aunque ha disminuido se mantiene
en proporciones altas y en el año 2000, según cifras de la
Secretaría de Salud (Ssa), de 2.2 millones de partos registrados
el 17 por ciento -es decir, cerca de 366 mil nacimientos- ocurrieron en
menores de 18 años.
De acuerdo con el Conapo, en 1975 una de cada ocho jóvenes era madre
antes de los 20 años, en 1992 una de cada 12, y en la actualidad,
una de cada 14 se embaraza entre los 14 y 19 años.
El "embate" contra la educación laica y la educación
sexual científica por parte de los grupos de derecha y la iglesia
Católica, quienes "se oponen a que la información llegue
a la juventud", no favorecen en nada este panorama, apuntan Ana Amuchástegui,
investigadora de la UAM-Xochimilco y Vicente Díaz, director de Salud
Reproductiva de la Ssa. Y es vital que "se intensifiquen las campañas
educativas sobre la sexualidad responsable", para hacer contrapeso
al conservadurismo.
Hay mucha presión para que comiencen su vida sexual a edades tempranas,
pero no les dicen que tienen que protegerse y cómo. A esas edades
tienen miedo e inexperiencia y nadie les habla del placer que proporciona
el sexo, sobre todo a las mujeres. El discurso que habla de la abstinencia
es poco claro, porque no otorga nada a cambio, no se les dice que existen
otras formas de placer como la masturbación, lamenta Amuchástegui,
autora del libro Virginidad e iniciación sexual en México.
Experiencias y significados.
Las muchachas/os están muy confundidas/os, prosigue, con el "doble
discurso", - el moral y el moderno, pues se da un aparente permiso
para que ejerzan su sexualidad libremente, se sataniza la virginidad, pero
en el fondo "hay una moralina mojigata".
Hacia la población juvenil ha habido un "descuido", pues
la primera campaña de planificación familiar no las/os tomó
en cuenta, ya que estaba dirigida a los matrimonios. Se logró bajar
la tasa de natalidad, pero se descuidó a la población de 14
a 19 años, asegura Rosario Novoa, especialista en género.
Las y los jóvenes están atravesando por un proceso social
complejo porque está es una sociedad muy diferente a la de los años
70 cuando iniciaron las campañas para pensar y planear cuántos
hijos tener, asegura.
¿Cuánto
cuesta un globito?
Karen,
Gabriela, Diana, Paulina, Octavio, Erick y Roberto -estudiantes que se
sacudieron la pena para hablar del tema-, conocen el globito, gorrito,
cachucha, estuche o condón, pero en escasas ocasiones se han atrevido
a ir a un Centro de Salud a solicitarlo y los menos se han decidido a
usarlo. Creen que con el preservativo pueden evitar los embarazos, pero
contados son los que están conscientes de que el condón
es un método para evitar enfermedades de transmisión sexual
como el VIH-Sida. Según datos de la Organización de las
Naciones Unidas (ONU), cada día más de ocho mil jóvenes
se infectan con el VIH.
Entre broma y aire
de personas conocedoras, comentan que con "las pastillas" las
chavas no se embarazan, pero no atinan a dar el nombre de alguna de ellas.
Este puñado de jóvenes sabe que el condón puede conseguirse
en una farmacia, mas desconocen cuál es su costo (que puede ser
de entre 19 a 40 pesos el paquete de tres). En ciudades del país
como Guadalajara, puntualiza Novoa, el preservativo no está a la
vista, lo que dificulta que se atrevan a comprarlo. Sólo después
de protestas y manifestaciones, la cadena de farmacias "Guadalajara"
empezó a vender condones en el estado de Colima.
La información del libro de quinto año de primaria y la
que les proporcionan en las materias de Biología y Formación
Cívica y Etica, reclaman las/os adolescentes, no les satisface,
porque les deja muchas dudas y "por vergüenza" no preguntan.
Con su padres es difícil hablar de esos temas, ya que "no
nos entienden".
Con la información difundida en el libro de quinto grado de primaria
de Ciencias Naturales, se ha logrado un "avance sustantivo",
refiere Amuchástegui, sin embargó el "atorón"
está en el modo en que maestros y maestras utilizan estos materiales,
porque en general se piensa que la sexualidad está ligada a la
moralidad y no se le ve como una cuestión de salud o de elección
propia.
Durante el simposio Sexualidad Saludable, liberemos al placer de enfermedades
y angustias, la antropóloga Gabriela Rodríguez comentó
que incluso sabía de casos de profesores que "engrapaban,
arrancaban o se saltaban" las hojas del citado libro, en las que
se hace referencia a la sexualidad.
A pesar de que muchas mujeres y hombres cuentan con información
sobre métodos para prevenir embarazos no planeados y enfermedades
de transmisión sexual, no los utilizan, además de que tampoco
existen -y menos en comunidades rurales- servicios de salud dedicados
especialmente a atender a adolescentes, señala Amuchástegui.
"Las mujeres jóvenes no tienen derecho a ir a un centro de
salud a pedir anticoncepción, y si lo hacen su imagen pública
será denigrada. El asunto es que la cultura se entromete en las
decisiones de las/os jóvenes en torno a su sexualidad".
En un recorrido efectuado por Centros de Salud, tanto del Distrito Federal,
como del Estado de México, se pudo constatar que los condones no
se regalan tan fácilmente a las/os jóvenes, pues primero
son interrogadas/os, canalizadas/os a las áreas correspondientes
o citadas/os a consulta, lo que inhibe el que acudan a estos sitios por
los prejuicios morales que ello conlleva y por miedo a ser descubiertas/os
por sus padres, quienes, en general, se oponen a que inicien su vida sexual
antes de casarse.
Los riesgos
Las
chavas que tienen hijos entre los 14 y 19 años de edad; "piensan
que el embarazo les permitirá acceder a un estatus de adulta",
aunque no estén preparadas ni física ni emocionalmente para
ser madres y sus descendientes pueden nacer de manera prematura, presentar
problemas como bajo peso, anemia, y Síndrome de Down, entre otros.
A estas edades el embarazo es "potencialmente de alto riesgo",
les produce hipertensión, hemorragias y descalcificación,
por mencionar algunos problemas de salud. Socialmente, su vida se desarrolla
de manera limitada, ya que al tener que abandonar el estudio ingresan
al trabajo informal, sin guarderías ni protección social;
"viven en condiciones de marginación severas" y sus hijos
tienen que ingresar al mercado laboral a edades tempranas "para contribuir
al magro sueldo que ellas aportan"; "sus hijas repetirán
el patrón de madres jóvenes y solteras".
Esta es la descripción que hace, en entrevista, Rosario Novoa,
coordinadora del libro Más vale prevenir que lamentar, percepciones
sobre el embarazo en la adolescencia... de las madres adolescentes, de
las que según datos del Consejo Nacional de Población (Conapo),
siete de cada 10 no planean su embarazo, aunque para ellas el ser madre
no sea sorpresa porque la sociedad machista les enseña desde pequeñas
que algún día van a procrear un hijo/a.
"El embarazo para ellas es sorpresivo -precisa- pero no indeseado,
porque de algún modo la sociedad machista les inculca que van a
ser madres tarde o temprano. Sí piensan en la posibilidad de quedar
embarazadas en su primer relación sexual, pero no le piden a su
compañero que utilice condón por miedo a que piense que
ya tuvo una experiencia sexual previa. La mayoría confiesa que
a pesar de conocer métodos anticonceptivos, en su primera relación
no los usaron.
Cuando los hombres asumen la responsabilidad de su futura paternidad,
y empiezan a tener una vida en común con su pareja, es casi seguro
que ésta fracase y finalmente sea ella quien asuma la responsabilidad,
continúa.
Por presiones "morales" son expulsadas de
las escuelas
La
deserción escolar en la educación secundaria por motivos
de embarazo, señala Novoa, es mínima; las jóvenes
que tienen a etapas tempranas su periodo de gravidez generalmente no son
estudiantes, más bien es un grupo que carece de oportunidades y
no ve en el estudio una forma de elevar su nivel socioeconómico
y cultural.
Legalmente no hay nada establecido que estipule que se debe expulsar a
una niña embarazada de la escuela, sin embargo, existe una presión
moral tanto de compañeros, directivos y familiares, para que deje
los estudios porque "es un mal ejemplo" para las/os demás,
apunta Novoa.
En la Secretaría de Educación Pública (SEP) no se
tienen registros de deserción escolar por embarazo temprano en
jóvenes de secundaria.
A principios de año, la Cámara de Diputados destinó
cinco millones de pesos etiquetados a dicha secretaría para otorgar
becas a las jóvenes embarazadas a fin de que éstas continúen
con sus estudios. En áreas como la Subsecretaría de Educación
Básica y Normal, la Dirección de Salud Escolar y la Dirección
de Información de esa dependencia, desconocen qué es lo
que sucedió con esos recursos y la última afirma que no
existe ningún programa para apoyar a las jóvenes que se
encuentran en dicha circunstancia.
Nuevo León y Chihuahua son los únicos dos estados de la
República que han efectuado reformas a las leyes estatales de educación
prohibiendo que se expulse a las mujeres de la escuela por motivos de
embarazo.
Patricia Bermúdez, directora de Salud Escolar de la SEP, explica
que esa área, que es parte del Programa de atención preventiva
contra las adicciones, cuenta con un espacio para capacitar sobre Manejo
responsable de la sexualidad, a los docentes, padres de familia y alumnos/as,
con temas como el conocimiento del cuerpo femenino y masculino, ETS, anticoncepción
y masturbación.
Un total de 578 escuelas secundarias del Distrito Federal, de las 911
que existen en la ciudad de México, han recibido este tipo de información,indicó.
Las y los jóvenes, asegura, están muy interesados en esos
temas, pero existen "serios obstáculos por parte de los padres
de familia". La capacitación que otorgan es a petición
del director/a del plantel educativo.
No obstante acepta: "no promovemos el uso de anticonceptivos, promovemos
que ellos pospongan el inicio de la vida sexual", aunque después
asegura: "el hecho de que nosotros propongamos que no inicien en
estos momentos su vida sexual no quiere decir que no les demos los elementos
necesarios".
Los jóvenes ya no le dan valor a la educación, porque no
la ven como un medio para adquirir estatus. El que las niñas permanezcan
en la escuela retrasa su embarazo y mientras cuenten con más años
de estudio, tanto ellas como sus hijos/as, tendrán una mejor calidad
de vida. "El sistema educativo debería proporcionar las condiciones
para la persistencia de las jóvenes en la escuela y que no sólo
se les hable de prohibiciones, sino de sus derechos", refuerza Novoa.
"La maternidad se sigue asumiendo como cosa de mujeres, la concepción
que tienen los hombres de la maternidad es a partir de que el hijo está
vivo y no desde la preñez". En relación con la actuación
del Estado en materia sexual, "no hay una posición clara de
lo que se había avanzado en torno a la salud reproductiva y es
un riesgo que ésta discusión termine en el terreno moral
y religioso" concluye Novoa.
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