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Casi
inmediatamente después de asumir su cargo como secretario del Trabajo
y Previsión Social, Carlos Abascal Carranza dejó en claro
que en relación con las mujeres no se conformaría con expresar
sus ideas sobre su papel en la sociedad -confinarlas al rol de "corazones
de la familia", madres y esposas- sino que pasaría a la acción.
El encargado de vigilar
que se cumplan los derechos laborales de los y las mexicanas provocó
que la directora del colegio de monjas en el que estudiaba su hija, despidiera
a la maestra que le ordenó, como parte de la clase de literatura,
leer la novela Aura, de Carlos Fuentes, por considerarla una lectura inapropiada
para una jovencita.
En lo que va de la
administración del presidente Vicente Fox, quien ha reiterado que
gobernará con "perspectiva de género", Carlos
Abascal ha manifestado en diversas ocasiones que el sexo femenino debe
dedicarse al cuidado de su hogar: "el trabajo del hogar es el medio
de realización plena de la mujer", dijo el 14 de marzo del
2001, a propósito del Día Internacional de la Mujer (8 de
marzo).
En un discurso en
el que exaltó lo que él considera como el "especialísimo
don de la feminidad" y rechazó la supuesta "masculinización"
del sexo femenino, el titular de la STyPS pidió abrir "todos
los espacios educativos y sociales a la mujer para que pueda prepararse
tanto como sea capaz, para enriquecer con su genio femenino el desarrollo
de la cultura, la ciencia, de la empresa, de la política y del
arte de la asistencia social, y de las agrupaciones intermedias de la
sociedad''.
Sin
embargo, insistió en lo que define como la vocación única
de la mujer: ser madre y corazón del hogar. En su texto de la fecha
mencionada, planteó: "debemos crear condiciones de todo tipo,
educativas, culturales, fiscales, laborales, para que la mujer que así
lo decida, pueda entregarse de lleno a la profesión de madre y
de corazón del hogar, pues cada alma que se les confía,
vale más ella sola que todo el universo material creado, y esto
será posible en la medida en que el hombre y la sociedad en su
conjunto revaloren el invaluable trabajo de la mujer en el hogar, como
una contribución insustituible para sostener en óptimas
condiciones a la familia como célula básica de la sociedad''.
Sin embargo, a las
amas de casa el funcionario no tiene nada qué ofrecerles. En el
proyecto de reforma laboral propuesto por la STPS no se menciona nada
sobre pagar un salario a quienes "se entregan de lleno a la profesión
de madre y de corazón del hogar".
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