Lo venció 2-0; Titov y Karpin anotaron
Rusia tardó, pero impuso su jerarquía
ante Túnez
Moscú estuvo paralizada durante el encuentro
AGENCIAS
Kobe, Japon, 5 de junio. Rusia tardó una
hora en imponer la lógica de su supremacía sobre Túnez,
al que derrotó 2-0 en partido del grupo H.
El primer tiempo finalizó sin tantos. El estadio
Kobe lució repleto con 40 mil espectadores ansiosos de ver goles,
después de que ninguno de los dos equipos tuviera muchas oportunidades.
La mejor para Rusia llegó al minuto 14, cuando
Andrei Solomatin disparó desde fuera del área, pero el portero
Boumnijel detuvo el balón, y en el 45 Titov lanzó la pelota
al poste izquierdo del arco tunecino.
La única opción de gol para Túnez
se presentó en el minuto 20. Slim Ben Achour envió un pase
al área a Hassen Gabsi. Los defensas Yuri Kovtun y Yuri Nikiforov
evitaron la anotación cuando el portero Ruslan Nigmatulin ya estaba
batido.
Pero la segunda parte se inclinó del lado de los
rusos en cuanto Titov aprovechó un error del arquero tunecino.
Boumnijel hizo un lanzamiento corto y la escuadra rusa
tomó el control del balón, que llegó a poder de Jegor
Titov, quien disparó desde 20 metros y logró el primer tanto
de los europeos al 59.
Pocos minutos más tarde, al 64, Dimitri Sichev,
de 18 años, fue derribado dentro del área por Radhi Jaidi
y el árbitro jamaiquino Peter Prendergast marcó el penal.
Valeri Karpin se encargó de concretarlo para el 2-0.
En esta segunda parte Ben Ahcour disparó su primer
tiro a gol, pero sin éxito. Los tunecinos no tuvieron oportunidad
de fabricar disparos claros, mientras los rusos, ya con el 2-0 a su favor
se contentaron con aguantar el resultado hasta el final.
Así Rusia, que aparece en un Mundial por primera
vez desde 1994, se colocó de líder del grupo H con tres puntos,
tras el empate entre Japón y Bélgica del pasado martes. Su
próximo compromiso será el domingo ante Japón, en
Yokohama.
En Moscú, cientos de aficionados rusos bloquearon
el centro de la ciudad durante el encuentro de la selección nacional
con Túnez.
Los seguidores se congregaron frente a una pantalla gigante
de televisión en la plaza del Kremlin. La masa de fanáticos
se fue extendiendo a lo largo de la calle principal, en la que también
muchos estacionaron sus vehículos para seguir el partido.
El tráfico en el centro de la capital rusa quedó
prácticamente paralizado.
La policía analiza la posibilidad de prohibir en
el centro de Moscú la retransmisión de los encuentros de
la Copa del Mundo.