Es un matrimonio entre lo digital y lo filmado en vivo, señala el cinerrealizador

Blade II, la cinta más experimental visualmente que he hecho: Del Toro

La película, estelarizada por Wesley Snipes, busca un público que quiera divertirse, agrega

Hell boy será su próximo trabajo; hablará de "cosas que me importan como individuo"

JORGE CABALLERO

Haciendo gala de una personalidad devastadora y un autoescarnio que frisa en lo fascinante, el cineasta tapatío Guillermo del Toro se encuentra en la ciudad de México para promover su reciente filme Blade II, Cazador de vampiros, estelarizado por el actor Wesley Snipes.

El realizador define su cinta así: "Blade es la película más experimental visualmente que he hecho, más arriesgada que El espinazo del diablo, Mimic o Cronos; le apuesto más a una cuestión audaz de cámara e imagen. En ese sentido, es una película muy personal en el nivel visual, que hice con tranquilidad y divertido".

Sobre la cinta, basada en el personaje de la casa Marvel Comics, el director adelantó: "El que vaya a ver la película asistirá por ver a Blade, no por verme a mí. Quiero que la gente se olvide por una hora 40 minutos de sus trámites de divorcio, el pago del coche, la renta; la cinta no pretende considerar mi actitud ante el mundo. No creo que sea una cinta para todo público, es muy juvenil. Es bastante cabrona; no hace concesiones. Una cinta como ésta normalmente busca que salga la casita del Taco Bell o de McDonald's, para hacer más billete, pero ésta es una película que busca su público, tiene su personalidad y la gente que quiera divertirse, el puro escapismo, saldrá prendida".

De la música y la banda sonora agregó: "La música la escojo yo; tenía ganas de experimentar, como con la música del cine de animación japonés; la pista sonora es una combinación de tambores japoneses con tecno y orquesta. Para el soundtrack Wesley me decía: 'Tiene que ser funky'; no sabía qué era funky, porque yo escuchaba a Neil Diamond. Comenzó a darme discos de Eminem, Masive Attack y Moby; me gustó, de repente me sentí moderno, con falta de kilos y canas. El productor musical me presentó 30 opciones y yo decía 'esto es una mierda, ésta queda bien para tal escena...', es un proceso de colaboración".

Ecos del cine mexicano de los años 60 y 70

-Parece una película del Santo con presupuesto y bien hecha.

-Creo que es precioso hacer una película con la premisa esencial de serie B, y tratarla con el cuidado y cariño con el que harías tu trabajo más personal. Por supuesto está todo ese cine mexicano de los años 60 y 70.

-ƑCómo tomaron esta propuesta sicotrónica mexicana? ƑNo se pusieron nerviosos los productores?

-La primera propuesta de lucha libre la hice yo, y luego Wesley le entró de lleno e inventó lo que llaman el suflex (una especie de tomoenague). Fue una película chida, porque hubo mucha camaradería; terminé con un amigo más que con un productor o una estrella, y fue una colaboración realmente rica, porque nadie conoce al personaje de Blade como Wesley. Al mismo tiempo él me confió ciegamente el aspecto del horror, la parte formal y de las cámaras; fue una colaboración genial. Wesley es uno de los mejores coreógrafos de acción que hay; la manera en que aplica el estilo callejero... la brutalidad de Blade no tiene mesura. Es muy divertido ver cómo lo crea, porque lo hace en el momento; preparábamos las peleas y cuando filmábamos Wesley decía: "Qué tal si probamos esto otro". Cambiamos las peleas al momento; siempre que experimentamos se mejoró.

Acción totalmente enloquecida

-La violencia que manejas tiene varios niveles...

-Alguien que toma a una persona de las piernas para demoler una columna de concreto es un tipo con una violencia y una acción totalmente enloquecidas, por eso puse como referencia del espíritu de la película la caricatura Las chicas superpoderosas; finalmente es una caricatura: creamos un matrimonio entre lo digital y lo filmado en vivo; eso será lo que veremos en los próximos 10 años: la influencia del anime japonés en el cine de acción estadunidense.

-La edición es trepidante, no te da respiro, Ƒesa fue la idea?

-Normalmente escuchas comentarios sobre este tipo de películas, te dicen que "son divertidas" y de repente te echan unos choros de 20 minutos. La idea en Blade II era crear una película que fuera postrecito y azuquítar morena. šVamos!, que la película dure šmenos de dos horas!, pasar de este tiempo šes obsceno! Por otro lado, buscamos que fuera muy ágil, la película es un juguetito de movimiento perpetuo, si algo no se movía lo sacaba. Hay momentos de plano-secuencia que duran 10-12 segundos, en los que la cámara se mueve tan rápido que parece que estamos cortando, y son los momentos en que utilizamos cámaras dobles digitales y con sets digitales para fundir tres o cuatro planos a fin de crear un plano-secuencia muy complejo, que jamás podría obtenerse en vivo, pero que aparece en la película y parece filmado en vivo.

-ƑCómo fue trabajar con Gabriel Beristáin?

-Es un fotógrafo profundamente intuitivo simplemente porque tiene una formación técnica como nunca había visto y una vocación para experimentar que roza en lo enloquecido. De repente, antes de empezar la película, se inventó un sistema digital para poder hacer el timing; el mismo día generaba fotografías de todos los planos, las revelaba, las imprimía y las mandaba al laboratorio para que le dieran las luces correctas. El promedio de la película eran 75 planos al día y en claroscuro (un tipo de luz muy elaborada y delicada). Elegí a Gabriel porque me encantó su trabajo en Caravaggio, de Derek Jarman, y le pregunté si podría hacer un Caravaggio a 75 planos por día, y me respondió: "Venga". Lo admiro mucho y creo que es uno de los mejores fotógrafos mexicanos de todos los tiempos. Es un tipo de una genialidad absoluta.

-A pesar de que estás peleado con la grandilocuencia, el final de tu cinta es muy poético...

-Mucha gente cree que esa imagen la inventé, pero estaba en el guión desde su primer tratamiento y es de las que más me llamaron la atención; fue una de las imágenes que me impulsaron a hacer la película.

Cronemberg, siempre presente

-En el diseño de los reapers (una nueva clase de vampiros) se ve un poco a David Cronemberg.

-Totalmente, no hay manera de que evite citarlo, creo que es uno de los cinco cineastas más importantes de mi vida, junto a Terry Gilliam, Luis Buñuel, Alfred Hitchcock, George Miller, Mario Baba, que son cineastas que me han influenciado bastante.

-ƑQué aportó Blade II a Guillermo del Toro como realizador?

-Un cambio muy importante en cuanto al uso formal y técnico de los recursos del cine. Me permitió conocer más herramientas para narrar de manera necesaria una película. Quería dejar claro, a través de las películas que he hecho, que cada vez que elijo un estilo para manufacturar una cinta no es una limitante, sino una opción; si en dos o tres años hago una película lenta, que se entienda que es una búsqueda de estilo.

-Habrá una tercera parte de Blade, Ƒestarías dispuesto a dirigirla?

-Tenía muchas ganas de hacerla, pero la harán justo cuando esté rodando Hell boy; la propuesta que tenía era de una especie de apocalipsis vampírico, en el que hubiera campos de concentración de ordeña de sangre humana, los vampiros han ganado y la noche dura 23 horas. Sé que se fueron por otra línea cuando supieron que no podía dirigirla.

Ejercicio lúdico

-ƑGuillermo del Toro hace lo que quiere en Hollywood?

-El cine es un ejercicio constante contra las limitaciones; no hay películas que se hagan con libertad absoluta, eso sólo existe en la teoría, no en la práctica. Entendí que estaba haciendo Blade II, no dije: "Voy a aprovechar este filme para hablar sobre la fragilidad del espíritu humano". Tenía claro el campo de juego y en él no hice concesiones. Blade II es un ejercicio absolutamente lúdico; Hell boy será una película más personal, que hable de cosas que me importan como individuo en un nivel profundo.

Por último, Del Toro comentó acerca de los elementos que encontró para rodar Hell boy, su próximo trabajo: "Lo importante es que combino, por primera vez, una película de gran presupuesto con una historia que me es muy personal y que yo escribí. Es la primera vez que combino estos dos mundos. Hay muchos experimentos visuales en Blade II que se hicieron como ensayo para Hell boy, un filme que tendrá mucho claroscuro".