Operación triunfo, similar a La academia de Tv Azteca

Internará Televisa a 16 jóvenes por cuatro meses, en reality show

ARTURO CRUZ BARCENAS

A principios del próximo septiembre, por los canales de Televisa se transmitirá el programa Operación triunfo, cuyo formato fue comprado por la empresa de Emilio Azcárraga Jean -no se informó del monto de la transacción- a Gest Music, de los españoles José María Mainat y Tony Cruz, creadores del concepto, quienes formaron hace varias décadas el dueto La Trinka, cuyo máximo éxito fue la canción Yo quiero una novia pechugona.

Ayer, en conferencia de prensa realizada en las instalaciones de Televisa San Angel, los citados y Pedro Torres, éste director de Edelman México y productor de Operación triunfo, expusieron los detalles, el formato de la emisión -anunciada el pasado 2 de mayo-, a la que definieron como la que mayor rating ha obtenido en la historia de la televisión española.

A Mainat y a Cruz se les preguntó si presentarán alguna demanda contra Tv Azteca por presunto plagio, dadas las similitudes de La academia, serie anunciada hace tres semanas y que se halla en proceso de casting. Contestaron que recién llegaron a esta ciudad, pero que estudiarán la situación para definir una postura.

Al igual que en La academia, en Operación triunfo se internará a 16 jóvenes, "16 artistas", quienes recibirán clases que les ayuden en sus propósitos de ser cantantes, de llegar a la fama, al estrellato.

-Aquí se invierte el proceso educativo: primero se llega y luego se estudia. ƑEsto no es falsear, manipular la palabra academia?

Contestó Cruz: "Ya algunos saben cantar; cantan en los karaokes, en la calle. Todos quieren triunfar, pero algunos tienen más suerte. Este programa no obedece a la mercadotecnia; José María y yo somos creativos, pero de programas. Llevamos juntos 30 años -grabaron 26 discos y vendieron más de 4 millones de copias- y hemos hecho 250 formatos propios, 200 de los cuales son musicales. Cada vez que hacíamos casting de chicos veíamos a gente con cualidades, y cuando vimos Big Brother nos dijimos: mira, esta es la idea".

Aclaró que él no tiene una relación directa con Edelman, la empresa que trajo al Big Brother a México. "Somos autónomos y llevamos 15 años con Gest Music. Big Brother rompió moldes en Europa respecto de la manera de hacer televisión. Yo nunca cuestiono si está bien o está mal. Creo que la censura es, debe ser, el mando a distancia.

"Operación triunfo no invade la intimidad. Si estamos buscando alguien para que triunfe no vamos a hacerlo exhibiendo las miserias. No tiene sentido crear un Luis Miguel o un Alejandro Sanz y al cabo de tres años aparezca en una revista de estas amarillistas enseñando el culo o la polla. No cuestiono la otra forma de hacer tv, pero ésta tiene que ser limpia y blanca.

-La palabra academia pesa, y esto es un reality show.

-Sí, este es un centro en el cual tienes que aprender. Yo pasé muchos años tratando de conseguir lo que estos chicos han conseguido. Lo conseguí a la larga, cuando ya era mucho mayor que ellos.

Programa limpio, señalan

-ƑManipulan ustedes los sueños de los jóvenes?

-Mira... somos productores, pero también hemos sido cantantes. Puedo decir que el programa es tan limpio por delante como por detrás. El público decidirá quién debe ganar y será quien deberá comprar los discos -una parte importante es el lanzamiento de discos; en España van 7 millones de copias vendidas-. No voy a manipular eso.

"A Televisa le hemos pedido que se haga con la máxima fidelidad, como se ha hecho en España, para que los jóvenes elegidos aprendan durante cuatro meses. Ahora bien, nosotros no enseñamos en cuatro meses a cantar; sólo damos un camino. Los reality shows no están sustituyendo a las telenovelas, pues son lo que quiere ver la gente en su casa. Son una manera de entretenimiento como otra cualquiera."

-Se señalan vacíos jurídicos en torno a los reality shows.

-Sí. ƑCuándo empieza la norma? ƑCuándo termina la legalidad? ƑCuándo se excede, cuándo entra el morbo, cuándo entra la basura? Depende de cada productor, pues cada uno debe saber lo que hace.

A la academia entrarán 16 jóvenes, quienes recibirán clases que los prepararán como cantantes y deberán "luchar por permanecer en el proyecto y conseguir la fama". Los espectadores podrán seguir el proceso paso a paso. En España ganó un mujer, Rosa, que los conferenciantes definieron como "fea y gorda", aunque luego adelgazó y mejoró su apariencia. Su fama la ha llevado a portadas de revistas acreditadas -como El País Semanal-; superó las pruebas semanales, con base "en su capacidad artística, su ilusión, su esfuerzo, su evolución, su rendimiento... y desgraciadamente algunos de ellos se quedarán en el camino. Tres serán los ganadores, quienes recibirán la oportunidad de desarrollar carreras musicales distintas".

Esperan la participación de miles de jóvenes en este programa, que patrocinarán firmas comerciales y cinco disqueras trasnacionales. En breve se lanzará la convocatoria para los castings y se dirá dónde se construirá la academia que operará como internado. Habrá una zona privada exenta de cámaras. El público decidirá por votación telefónica.

En España, la final se convirtió en el programa más visto en 1992, con 68 por ciento de share y 12 millones 873 espectadores.

Habría que recordar que la joven española surgida del programa Operación triunfo, Rosa, fracasó en su participación en el pasado festival de la Canción Eurovisión, al quedar en el séptimo lugar. La desilusión se vivió en toda España, país en el que desde hace años no se seguía el festival musical con gran interés, pero en esta ocasión reunió delante de las pantallas a multitudes para animar a la joven surgida del reality show, que con el tema Europe's living a celebration pretendía conquistar el primer puesto del concurso, como había hecho ya con las listas de ventas de su país. De hecho, las calles de las ciudades españolas presentaban un aspecto fantasmagórico el 26 de mayo cuando se realizó el certamen.

A través de las ventanas abiertas de las casas se oía insistentemente el tema probablemente más tarareado en las últimas semanas, y los bares habían dispuesto mesas alrededor de gigantescas pantallas de televisión que retransmitían el programa, algo que sólo suele suceder cuando se celebra un partido de futbol especial.