lunes 10 de junio de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
n También sugiere poner candados al presupuesto de estados
Propone Julio Boltvinik crear un ombudsman para combatir la pobreza

Francisco Rivas Zerón n

Crear un ombudsman que dependa de la Sedesol, así como el Instituto Nacional del Desarrollo Social y una legislación en la materia, son las propuestas del investigador Julio Boltvinik para combatir con eficacia a la pobreza.
Durante su visita a la Angelópolis, ante poco más de 200 estudiantes y profesores de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), puntualizó que el primer paso a dar consiste en modificar las prioridades del gobierno.
Por ello sugirió -de forma enérgica- sustituir en la línea de los objetivos a la estabilidad y crecimiento de los indicadores macroeconómicos por una política social que incorpore a todos los grupos vulnerables del país.
"No podemos seguir considerando como prioridad el control de la inflación. Desde el gobierno de Miguel de la Madrid comenzaron los intentos por frenar la inflación galopante, pues llegaba a más del 90 por ciento, y con las administraciones siguientes poco a poco se detuvo.
"Hoy la meta es mantener la inflación en un dígito y crear escenarios confiables para la inversión extranjera, para obtener un incremento en el Producto Interno Bruto, pero no interesa, o muy poco, la distribución justa de esos ingresos", manifestó.
El segundo paso, dijo Boltvinik, será crear el Instituto Nacional de Desarrollo Social, cuya finalidad será evaluar el desempeño de la administración pública en el combate a la marginación.
"Este organismo sería algo parecido al Instituto Federal Electoral, integrado por un consejo ciudadano capaz de señalar los errores gubernamentales en la materia y, a su vez, con la facultad para solicitar el cambio de rumbo de las políticas públicas", comentó.
En la facultad de Economía de la UAP, el también premio nacional de periodismo 2002 se manifestó a favor de crear un ombudsman independiente de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) para erigirse como un órgano de consulta obligatoria antes de tomar una decisión económica que pueda afectar a la población más pobre.
"Si el secretario de Hacienda y Crédito Público o incluso el gobernador del Banco de México insisten en beneficiar la estabilidad financiera por encima de la social, y para ello requieren modificaciones presupuestales o la puesta en marcha de nuevas políticas, éstas no podrán llevarse a cabo sin la recomendación del ombudsman.
"Y mejor aun, que los dictámenes emitidos por este personaje en común acuerdo con la Sedesol sean de carácter público. Así si el ombudsman indica que una política gubernamental no es la adecuada para el combate a la pobreza toda la sociedad lo sabrá, y si pese a ello el gobierno decide ponerla en marcha, se hará responsable por las consecuencias que traiga consigo", explicó.
También consideró necesario aprobar una legislación en materia de desarrollo social, con candados a los presupuestos de partidas destinadas a los estados y municipios, con la finalidad de que esos recursos sean estimados por el Instituto del Desarrollo Social y enviados al Ejecutivo para que éste los remita al Legislativo y se apruebe.
En ningún momento -añadió- la Secretaría de Hacienda y Crédito Público tendría la facultad para recortar el gasto de inversión, y menos aquel que se ocupa para las entidades federativas y los ayuntamientos.

La pobreza del ingreso

Durante la ponencia que impartió ante estudiantes y catedráticos de la UAP, Julio Boltvinik comentó que a México le agobia la pobreza del ingreso, debido a la caída del valor del trabajo, es decir, del salario de los empleados.
Así, el autor de "La pobreza ignorada" hizo una evaluación de las condiciones de marginación por las que atravesó el país y su situación actual.
En materia de educación, Boltvinik resaltó que en la década de los setenta más del 50 por ciento de la población adulta no tenía la secundaria completa, y en cuanto a la infantil, no asistían al grado escolar que correspondía a su edad o bien ni siquiera iban a clases. Este índice de analfabetismo disminuyó durante las décadas de los ochenta y noventa, y aunque hubo un retroceso en 1995, en 2000 continuó su camino a la baja, dijo.
Respecto de la pobreza del "espaciovivienda" o también conocido como el hacinamiento, el investigador contó que pese a un pequeño "rebote" en 1995 -el año más difícil por la crisis financiera al comienzo del gobierno de Zedillo, comentó- también se registró un leve decrecimiento.
"Esto es que los mexicanos sí tienen una casa, con sus servicios, aunque pueda diferir la calidad del abasto de agua o electricidad, por ejemplo", contó.
No obstante, las cifras negativas fueron observadas en el ámbito del trabajo. En 1995 se registró una caída "brutal" del empleo, a consecuencia de la apertura económica.
Así, refirió, aumentaron los despidos de trabajadores en el sector formal, "pero lo que estalló la situación económica fue que no se remplazaron esas plazas perdidas, y las que permanecieron vieron disminuir el valor de su ingreso".
"Mis reflexiones indican que la crisis de la deuda en 1982 y el cambio del modelo económico provocaron que la población se empobreciera desde el punto del ingreso, con la devaluación del valor del trabajo.
"Pero si sus ingresos son menores aún que la educación o los servicios de salud o vivienda, esto se debe a que los últimos corresponden a las actividades del gobierno, que se concretan con la aportación de un presupuesto específico para su cumplimiento", mencionó.
Otro de los factores que perjudicó "de gravedad" el ingreso de los mexicanos fue la eliminación de diferentes programas de subsidios, como el destinado a la tortilla y a la leche, aunque este último persiste pese "al descontento de la clase neoliberal que considera innecesario regalar el recurso".
"Si los niveles de analfabetismo disminuyeron, si creció la cobertura de los servicios de salud, aunque no sea lo óptimo, se debe a que el gobierno no quiso enfrentar el costo político de desecharlos, y prefirió, en cambio, terminar con los subsidios, con los programas de construcción de carretera, pero también acribilló el ingreso del mexicano", enfatizó.