Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 13 de junio de 2002
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Política

ASTILLERO

Julio Hernández López

A LOS VISITANTES HABITUALES de esta sección de escándalo no habrá de alarmarlos el saber que el escribiente de estas sacrílegas líneas había decidido pintar con su bote de aerosol grafitero un šViva Italia! que a algunos oídos solemnes podría haber parecido una virtual traición a la patria, cobrable frente a un paredón de fusilamiento.

šVIVA ITALIA!, PERO NO porque sus líneas futboleras se vean más fuertes y más hambrientas de triunfo que las mexicanas, amenazadas a la vez por el virus de las divisiones internas y por la insana satisfacción de dos triunfos previos arrancados más a la mala calidad del adversario que al buen futbol mexica.

VIVA, PUES, EL ADVERSARIO también tricolor, pero en reciprocidad no deportiva, sino intelectual con lo dicho por Antonio Tabuchi, el magno escritor italiano que ha decidido, a su vez, lanzar vivas a México, deseoso de que la selección de su país no pase a octavos de final de la Copa Mundial, para que así el pueblo de aquella nación europea vuelva los ojos a la grave situación política y económica que allá se vive. šViva México!, sostiene Tabuchi, porque en este momento (según entrevista hecha por Edgar Alejandro Hernández en Reforma) "es un crimen" hablar de futbol cuando se vive un momento "muy difícil" en Italia, con un primer ministro, Silvio Berlusconi, que "está pisando la Constitución como si fuera un campo de futbol", por lo cual "para él y su equipo es una bendición que los medios escritos y la televisión aborden sólo el futbol y los campeonatos del mundo, porque así no se habla de la política, del hoyo financiero de su gobierno y de todas las cosas malas que está haciendo". šAy ojón!, exclamó con propiedad académica el mexicanísimo tecleador enajenado, y entonces se preguntó si tales razones del italiano para vitorear a México no son similares a las de acá y, por tanto, si no corresponde seguir su línea argumental ajena a patrioterismos distractores.

PERO APENAS ESTABA agitando su bote de pintura en aerosol el sacrílego columnista, para pintar en cualquier pared ajena la vergonzosa leyenda pro italiana, cuando, šGracias, San Vicente!, topose con un discurso presidencial que le hizo ver la luz: "ƑQué ofrece nuestro país para que vengan empresas como éstas a invertir, a correr un riesgo?", se preguntaba el licenciado Fox ayer en Tijuana, en la ceremonia de inicio de la construcción de la nueva planta Toyota Motor Manufacturing North America Inc., en el rancho impropiamente llamado El Gandul. Y, de inmediato, se contestaba a sí mismo, con su inimitable sintaxis y con copia mediática para los mexicanos todos: "Pues lo primero es confianza lo que ofrecemos. Confianza de que esa inversión va a ser redituable y exitosa". Y, "en segundo lugar, ofrecemos un escenario macroeconómico de gran estabilidad", en el que "hemos apuntalado y consolidado" las variables económicas fundamentales. Tanto así, dijo cargado de turbosina el capitán Fox, que "ya empiezan a cristalizar los resultados, y vemos el inicio del despegue hacia el crecimiento": un "despegue económico gracias a un esfuerzo de impulso al mercado interno en nuestro país".

YA IBA RUMBO AL BOTE de basura el nefasto cilindro contenedor de pintura, cuando un cable de la agencia Efe hizo saber al columnista que Telmex y América Móvil, ambas propiedad de Carlos Slim, invertirán este año menos de la mitad de dinero que en 2001. ƑLa razón? Falta de confianza. Incertidumbre, dijo Arturo Elías Ayub, vocero de aquellas empresas, porque no saben qué pasará con la iniciativa de ley de telecomunicaciones que el Congreso federal tiene en proceso de análisis. El año pasado invirtieron 2 mil 500 millones de dólares, y este año apenas llegarán a un millar de millones de dólares. Es que, dicen, se pretende obligar a Telmex a entregar prácticamente gratis su red telefónica a las empresas competidoras.

Y ENTONCES, POSEIDA por quién sabe qué espíritu chocarrero, la mano que originalmente se dirigía, internacionalista, a pintar vivas a Italia, se vio impelida a dibujar en la pared el nombre de Roberto Hernández, el dueño que fue de Banamex, cuyos esfuerzos negociantes pasan ahora más bien por Avantel, del que antes de ser secretario de Hacienda era alto directivo Pancho Gil. No supo el tecleador por qué razón acabó estampando, en lugar del šViva Italia!, un inexplicable šViva Roberto Hernández!, el amiguísimo de Fox, el compañero de estudios, el prestador de inmuebles de lujo para oficinas de campaña, uno de los grandes financiadores de la campaña, el amigo común con Ernesto Zedillo. Roberto Hernández, que ahora podría estar en vías de recibir copeteada retribución a sus apuestas financieras mediante negocios varios apalancados desde el poder, como el que en el ámbito telefónico está sembrando dudas parecidas a las que en su momento generó la firma Carlos & Charlie en tiempos del salinismo de la privatización de Teléfonos de México. Amigo del alma, cartera y chequera solidarias; tuyo será el reino de los grandes negocios durante este sexenio.

SIN EMBARGO, ABSTUVOSE de tamaña herejía el tecleador que en momentos como este se declara contagiado del Alzheimer de Pancho Barrio. Mejor no pintarrajeó nada, temeroso de ser capturado en fragante delito (es decir, un delito de cuello blanco perfumado) por las huestes de Manuelo Ebrard, que lo mismo preparan estrategias masivas de contención de los eventuales furores nacionalistas que matan a jóvenes en batidas callejeras contra el delito. Pensó entonces en redactar su columna con los datos de la incursión militar en el puerto de Veracruz, en busca de Albino Meraz, El Beto, a quien rastreaban incluso en el exclusivo fraccionamiento Costa de Oro, donde vive ni más ni menos que el comisionado de Hollywood para asuntos jarochos, Miguel Alemán Velasco. Puro soldado, sin civiles y sin tomar en cuenta al verdadero gobernador en funciones, el secretario de Seguridad Pública que reprime movimientos sociales pero ni enterado estaba de narcopresencias como las buscadas por los hombres de verde. También consideró el redactor la posibilidad de mencionar (con copia para Los amigos de Pepe y Tere, y para mayor enojo en las oficinas centrales del IFE) los casos extremos de corrupción a que se ha llegado mediante la manipulación de los asuntos partidistas y electorales, como sucede con el tal Partido de la Sociedad Nacionalista, que, maltratando criminalmente la memoria de Diana Laura Riojas, la esposa que fue de Luis Donaldo Colosio, ha dado dinero a manos llenas a toda una impúdica familia (culpa también, por cierto, de aquellas estrategias tristemente fallidas de la alianza partidista hecha en apoyo de Cuauhtémoc Cárdenas, que no ganó la Presidencia pero si garantizó registros y prebendas a esos Riojas aventureros).

PERO, FELIZMENTE, Y YÉNDOSE temprano a acostar para estar listo a las seis de la mañana (y reconfortado al saber del gran acuerdo nacional para renchufar laboral y escolarmente al país a partir de las nueve horas), el tecleador refunfuñante acabó pintando en la pared de su corazón: "!Viva México, cabrones!" Al cabo que, con el perdón de Tabuchi, quedan muchos otros días para seguir hablando de mala política, de hoyos financieros y de pisoteos a la Constitución. Ni modo: šVamos, muchacheees!

Fax: 55 45 04 73 [email protected]

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