Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 13 de junio de 2002
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El arresto del estadunidense de Al Qaeda, maniobra política: legisladora demócrata

"EU está bajo ataque", insiste Bush al firmar una ley contra acciones bioterroristas

La lucha contra el terrorismo debe ser decidida pero escrupulosa, sostiene Kofi Annan

AFP, DPA, REUTERS Y PL

Washington, 12 de junio. Al firmar una ley destinada a impedir y responder posibles ataques bioterroristas, el presidente George W. Bush insistió hoy en que Estados Unidos está "bajo ataque, esa es la realidad", al tiempo que continuó su campaña para la creación de un departamento de seguridad interna.

Dos días después de que las autoridades anunciaron el arresto de un estadunidense, presunto agente de Al Qaeda, que planeaba perpetrar un ataque con bomba radiactiva (conocida también como bomba sucia) en Estados Unidos, Bush dijo que "estos asesinos todavía están merodeando".

La nueva ley sobre bioterrorismo, propuesta poco después de los ataques con ántrax del año pasado, aumentará las existencia de vacunas contra la viruela y otras drogas para proteger a los estadunidenses de lo que Bush llamó "las armas potencialmente más peligrosas del mundo".

También incrementará los suministros de yoduro de potasio del gobierno federal, que podrían ayudar a quienes queden expuestos a radiación como resultado de un ataque terrorista o un accidente en una planta nuclear.

"Los grupos terroristas buscan armas biológicas. Sabemos que algunos Estados hostiles ya las tienen", dijo el mandatario, quien llamó a que "nos preparemos para futuras emergencias".

Bush no mencionó a Irak, país al que ha acusado de desarrollar armas de exterminio masivo, mientras el Departamento de Estado señaló recientemente a Cuba, aunque sin presentar pruebas y basado en la presunción de que la isla tiene los medios para tener armas biológicas.

La nueva ley asigna mil 600 millones de dólares a hospitales y organismos de salud pública municipales para que reciban entrenamiento y recursos a fin de reconocer un ataque y ofrecer tratamiento a las víctimas.

Amplía además las inspecciones de seguridad a los alimentos importados y ayuda a las comunidades a evaluar la vulnerabilidad de sus suministros de agua, y endurece los reglamentos para posesión, uso y transferencia de tres docenas de agentes tóxicos.

La medida también busca modernizar laboratorios obsoletos y acelerar el desarrollo de nuevas medicinas, tratamientos y vacunas.

"El 11 de septiembre el mundo aprendió cómo un hombre malvado puede utilizar aviones como armas terroristas. Poco después, nos dimos cuenta cómo gente malvada puede utilizar esporas microscópicas como armas terroristas", dijo Bush, recordando los ataques con ántrax el año pasado. Cinco personas murieron entonces, pero las autoridades no encontraron al culpable, mientras versiones de prensa hablaban de una pista interna.

Al Qaeda, amenaza mundial

A su vez, el fiscal general, John Ashcroft, dijo este miércoles en Berna, Suiza, que Al Qaeda, a la que Washington señala como culpable de los atentados del 11 de septiembre, representa una seria amenaza internacional, y enfatizó la importancia de intercambiar información sobre esa red fundamentalista islámica.

Cuando la prensa le preguntó por qué los funcionarios estadunidenses habían disminuido en los últimos tiempos sus referencias sobre el presunto jefe de Al Qaeda, Osama Bin Laden, que había sido descrito como el enemigo número uno de Washington, Ashcroft dijo que "es una figura importante (pero) esta es una guerra internacional en contra del terrorismo".

Ashcroft, por otro lado, agradeció la asistencia de Suiza para la detención enmdf01145 Estados Unidos del estadunidense Abdullah al Mujahir, nacido con el nombre José Padilla, quien estuvo de tránsito en Zurich.

La forma en que el fiscal general manejó en el caso de Padilla habría provocado enojo en la Casa Blanca, publicó hoy el diario USA Today, citando a fuentes del gobierno.

Ashcroft declaró en Moscú que Padilla, detenido en mayo en Chicago, pensaba realizar un atentado con bomba sucia en Estados Unidos, cuando en realidad el plan se encontraba "en estado de discusión" y en su "primera fase", según aclaró luego la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).

Según analistas citados por Dpa, el descubrimiento de este presunto complot de Padilla, quien se encuentra detenido bajo el estatus de combatiente ilegal y sin que se le hayan presentado cargos, le viene como anillo al dedo a la administración Bush.

La noticia del arresto provocó en la población estadunidense una mezcla de miedo con alivio de que los investigadores de la FBI y la Agencia Central de Inteligencia (CIA), criticados en las últimas semanas por sus fallas ante evidencias sobre los atentados del 11 de septiembre, esta vez hicieron bien su trabajo.

El mismo día del anuncio, además, Bush recibió a varios legisladores de los que espera el apoyo para su proyecto de crear una supersecretaría de seguridad interna con 169 mil empleados y un presupuesto anual de 37 mil millones de dólares.

El martes el mandatario empezó una gira para promover la mayor reforma gubernamental en medio siglo.

Para la congresista demócrata Eleanor Holmes Norton, la detención "fue dada a conocer ahora para demostrar las capacidades del gobierno para evitar el terrorismo, y tal vez para influir en las discusiones sobre la aprobación del presupuesto en el Congreso".

El columnista Gary Anderson aseguró en el conservador Washington Times que el presidente hizo una "magnífica maniobra política", pues logró contrarrestar a sus críticos en el Capitolio.

Por su parte, el New York Times consideró que el descubrimiento del presunto plan de lanzar una bomba sucia "podría unir a los estadunidenses en apoyo al presidente y a la consideración de que el país se encuentra en guerra".

El objetivo del anuncio del arresto de Padilla también podría ser atacar a quienes protestan por la pérdida de libertades civiles, por las detenciones en contextos legales cuestionables, y los planes de ampliar las atribuciones del Estado para espiar a los ciudadanos.

En una encuesta divulgada la víspera por el Washington Post y la cadena ABC, 77 por ciento de estadunidenses dio su aprobación a la gestión de Bush, y 69 por ciento apoyó la creación de la nueva secretaría de seguridad.

Este día, Bush sostuvo que "la CIA y la FBI ahora están realizando un mejor trabajo del que hacían antes del 11 de septiembre". Esas agencias, sin embargo, quedarán fuera del propuesto departamento de seguridad interna.

Por otra parte, el Washington Post afirmó que la persona que reclutó a los aeropiratas del 11 de septiembre sería un alemán de origen sirio, Mohammed Haydar Zammar, quien según el diario podría estar en custodia de Estados Unidos o de otro país. A su vez, una fuente alemana de seguridad no identificada dijo a Reuters que Al Qaeda estaría planeando atacar aeronaves civiles con aviones de aeromodelismo, mientras en Francia, cinco personas -tres franceses de origen norafricano y dos paquistaníes- fueron detenidas como parte de las investigaciones sobre terrorismo.

En este contexto, el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, aseguró que la lucha contra el terrorismo "debe ser decidida pero a la vez escrupulosa, sin la adopción de medidas incompatibles con los derechos humanos".

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