Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 17 de junio de 2002
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Política

Pobreza y desigualdad son factores que frenan el crecimiento del país, señala

Uno de cada dos mexicanos, excluido del desarrollo social y económico: Sedeso

PATRICIA MUÑOZ RIOS

Uno de cada dos mexicanos llega al siglo XXI excluido del desarrollo social y económico, señaló la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) tras advertir que en el país los niveles de pobreza y la desigualdad ponen en riesgo la convivencia democrática y que la falta de desarrollo social frena el avance económico y el político, por lo que resulta urgente avanzar en la ruta de la equidad social.

En un análisis en el que se hace un recuento de los programas sociales de este gobierno, la dependencia establece que la "transformación social" ya es inaplazable, pues "estamos frente al riesgo de que lo alcanzado en la política y la economía no se consolide si no enfrentamos con gran voluntad y decisión colectivas la desigualdad y la pobreza".

No puede ser de otra manera, argumenta, cuando más de 40 por ciento de los niños menores de cinco años viven en 25 por ciento de los hogares más pobres del país, y en este segmento de la población también se tiene 75 por ciento de menores desnutridos; cuando entre la población económicamente activa de menores ingresos se tiene un promedio de educación formal de apenas cuatro años y la mortalidad causada por enfermedades infecciosas intestinales todavía tiene tasas muy elevadas en estados como Chiapas, Oaxaca y Puebla.

La transición mexicana, indica la Sedeso, se caracteriza por una rica pluralidad política y por la convivencia y alternancia en todos los ámbitos de gobierno, sin embargo está pendiente otra gran transformación, aquella que debe conducir a la reducción de la desigualdad, a la elevación del bienestar de la población y a la creación de mayores oportunidades para todos.

Después de casi dos décadas de ajustes económicos y cambios políticos, la pobreza y la desigualdad se constituyen cada vez más en factores que frenan el crecimiento del país y ponen en riesgo la convivencia democrática, plantea la dependencia. Advierte que un país no puede considerarse desarrollado si no goza de avance económico y también social.

El país, fracturado por la desigualdad

México, se expone en el análisis, tiene que avanzar urgentemente en la ruta de la equidad y la justicia social. "No puede ser de otra manera en un país donde uno de cada dos mexicanos llega al siglo XXI excluido del desarrollo social y económico" y cuando aún existen enormes desigualdades que fracturan al país en dos mundos abismalmente distintos, uno desarrollado, con niveles de bienestar semejantes a los de algunos países industrializados, y otro de carencias y marginación, de ignorancia y falta de oportunidades.

Indica que las enormes brechas de desigualdad que hay entre grupos sociales, regiones y géneros impiden concebir la consolidación de un proceso democrático con los niveles de marginalidad y con el número de pobres que hay en México. Añade que es innegable que ha habido un progreso sustancial en varias áreas, pero que aún existen graves deficiencias sociales. Por ejemplo, en el estado de Guerrero más de una tercera parte de la población carece de drenaje o servicios sanitarios, y en Distrito Federal la proporción es menor a 2 por ciento; alrededor de 12 por ciento de las viviendas en Oaxaca y Chiapas carecen de energía eléctrica; en Guerrero y Veracruz una cuarta parte de la población carece de agua entubada.

Para la dependencia, la política social debe constituirse en el eje articulador de todo el desarrollo del país, "esta es la apuesta a principios de este siglo". La Sedesol apunta que los retos que enfrentamos como país, particularmente el de superar la pobreza y el de construir un país de oportunidades para todos, no pueden enfrentarse con probabilidades de éxito si no se cuenta con el apoyo de todos los sectores.

Por ello considera que los empresarios tienen mucho que aportar todavía y se constituirán en la pieza clave del proceso de transición social que reclama el país. En su análisis sostiene que el programa Contigo, que es una estrategia integral de política social, evita la duplicidad entre los programas existentes y busca maximizar el impacto social y potenciar el uso de recursos públicos para el combate a la pobreza.

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