CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

ALDF: mucho chisme y pocas leyes

POCO A poco, de boca en boca, entre algunos de los legisladores locales se ha ido construyendo el rumor, aunque hasta ahora no existe nada que pueda comprobarlo, de que los coordinadores de PAN, PRI y PRD recibieron un millón de pesos para organizar una serie de foros tendentes a saber cuál eran el sentir de la población sobre la reforma política del DF.

LO RARO, dicen quienes han construido la especie, es que los foros fueron escasos y de bajo perfil, pero nadie sabe nada del millón de pesos. Para ser claros, se habla de que Patricia Garduño, María de los Angeles Moreno y Armando Quintero podrían haberse quedado con esos dineros.

NO ES de extrañar que en la ALDF el rumor ha sido desde hace buen tiempo la moneda de cambio. Lo peor es que una y otra vez los rumores dan en el blanco y convierten en historia "cierta" el chisme.

SI SE hiciera el recuento de cuántos chismes han salido de la Asamblea, quiénes los han sustentado, y compararamos con el número de iniciativas de ley o, en general, con el trabajo legislativo, veríamos que hay más chismes que leyes aprobadas.

HAY GENTE como el diputado Arturo Barajas, quien, aun con acusaciones de haber cometido posibles hechos fuera de la ley, se da a la tarea de acusar una y otra vez, porque sabe que la mejor defensa es el ataque y porque sabe también que muy probablemente al término de su gestión será requerido por la ley.

Y COMO esa historia, la de Barajas, hay otras de legislaadores que han cambiado la fuerza de la ley por la farsa del rumor en acciones repetidas, donde un periódico o un periodista descubre, con base en el rumor, un supuesto acto ilícito y después, cuando se crea la historia, salen los verdaderos responsables del chisme a apoyar, si así se le puede llamar, el descubrimiento periodístico.

AHORA SE trata de ese supuesto millón de pesos que fue confiado a este espacio y que tratamos, desde luego, con el cuidado que merece algo que no tiene más solvencia que el dicho de algunos que se hallan en la arena política deseosos de combatir, incluso, hasta a sus propios correligionarios.

Y MAS allá de eso, el uso pretendido de los actores políticos, de algún medio para dar piso al rumor y de esa manera convertirlo en el escándalo que sirva para descalificar, en lo político, a alguien.

SON TIEMPOS supuestamente nuevos, en los que los medios parecen jugar un papel diferente al de servir y educar; son tiempos viciados por el interés personal, pervertidos por la ambición económica y ciegos por lo que hace a las ideas.

SEGURAMENTE EN un futuro cercano sabremos más de este rumor. No faltará otro medio que quiera hacerse eco de la especie y en bien de todos sería bueno que quienes acusan pudieran tener en la mano la prueba incontrovertible de sus acusaciones.

DE ESA forma nadie podría poner en duda que los legisladores del DF, más que el chisme y el rumor, pretenden enderezar los renglones torcidos de la Asamblea que, por otro lado, deja mucho que desear en cuanto a su labor.

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