Otro fracaso de Lety Jasso

Hace dos semanas Leticia Jasso Valencia estuvo a punto de romper en llanto frente a las huestes que dice representar en la Sección 51 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
La dirigente del magisterio estatal oficial andaba de campaña por la región de Izúcar de Matamoros promoviendo la "huelga trabajando", ese artificio ridículo inventado por los líderes charros para tratar de disfrazar su sumisión a lo patrones. Pues bien, la maestra Lety fue a dar a una pequeña localidad dominada nada más y nada menos que por mentores afiliados a Antorcha Campesina, organización priista celebre por sus métodos políticos propios de una dictadura y que ha tenido en el SNTE un rival a su nivel en la disputa por los espacios de poder en las escuelas que subsidia el Estado y los recursos que éstas pueden proveer.
Lety Jasso -que así la llaman quienes la quieren- inició su perorata. El exigente público antorchista, acostumbrado a la demagogia ideológica de sus verdaderos líderes, tuvo un lapsus tragicómico cuando la secretaria general del SNTE 51 le propuso llevar a cabo una medida de protesta y presión sin antecedentes ni parangón en la lucha por la reivindicación de la clase trabajadora: la "huelga trabajando".
Ciertamente, la propuesta para manifestar inconformidad es

a todas luces una contradicción, y así se lo hicieron saber a la Jasso los docentes antorchistas. Pero, siguiendo las toscas doctrinas de Aquiles Córdoba Morán, los antorchos externaron su desaprobación no sólo con palabras y burlas sino que rompieron los gafetes que minutos antes la dirigente magisterial les había regalado para promover la "progresista" acción sindical.
Dicen quienes atestiguaron los hechos, que la frustración de Jasso Valencia fue visible; que hubo un instante en que sus ojos parecieron llenarse de lágrimas y el rictus se le descompuso anunciando el desahogo de sus sentimientos. Empero, la líder guardó la compostura que demanda su cargo e hizo nuevos intentos por convencer a los antorchistas, aunque su insistencia fue poca, dada la poca disposición de sus interlocutores.
Todo lo narrado aquí podría bien inspirar un cuento cursi de política local y como toda narración poblana tendría que ser moralina y dejar algún tipo de enseñanza, como ésta que le sugerimos, apreciado lector:
"Si eres líder de un magisterio, pero tus discursos de reivindicación gremial no coinciden con la línea que te dictan los patrones, no fuerces recursos baratos de protesta, que nadie te los creerá. Mejor emula a tus semejantes de otras organizaciones, no hagas ningún aspaviento. El 1 de mayo únete gustoso y sin pena al desfile oficial, codo a codo con quienes sí0 comprenden tus intereses y premian tu lealtad apoyando tus aspiraciones".