Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 21 de junio de 2002
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Capital

CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

 

La fuerza del plebiscito

AHORA SI, por vez primera en la historia de esta ciudad, y muy probablemente de este país, la ejecución de una obra pública será sometida al mandato popular.

SIN EMBARGO, es difícil creer, si nos atenemos a las consultas aplicadas en el DF con anterioridad, que en ésta, que servirá para avalar o desechar la construcción del segundo piso en Viaducto y Periférico, la participación ciudadana vaya más allá de los registros obtenidos en años pasados.

EL PRIMER antecedente de un hecho de este tipo data de 1992. Entonces la legislación no preveía la opinión ciudadana en ninguna accción gubernamental. Eran tiempos de Carlos Salinas y de él dependían todos los actos de gobierno, fueran o no en beneficio de los capitalinos.

ERA MARZO de ese año y algunos asambleístas opositores al PRI, y algunas organizaciones ciudadanas, decidieron realizar un plebiscito para conocer la opinión de los ciudadanos de la capital respecto de sus derechos electorales y políticos.

LAS PREGUNTAS a la población fueron: ƑEstá de acuerdo en que el DF se convierta en un nuevo estado de la Federación? (Sí o No); ƑEstá de acuerdo en que se elija al gobernador? (Sí o No) y ƑEstá de acuerdo en que exista un congreso local? (Sí o No).

DE LA lista nominal electoral del Distrito Federal apenas votaron 331 mil 180 personas, es decir, menos de 6 por ciento. La fuerza que debió tener esta consulta fue escasa e incluso se dudó de su validez.

EL 12 de noviembre de 1995 se consultó a la población para que eligiera consejeros ciudadanos. Se emitieron un millón 155 mil 455 votos, que significaron 21.24 por ciento de la lista nominal y las controversias del caso las recibió una Comisión de Apelación, que captó 371 impugnaciones.

EN 1999 se eligieron comités vecinales y la respuesta ciudadana a este proceso apenas alcanzó 9.50 por ciento de la lista nominal, es decir, 573 mil 251 votos. La lista, en aquel año, contenía los nombres de 6 millones 30 mil 566 ciudadanos.

ESTE AÑO, hasta el 15 de abril, el padrón electoral del DF consta de 6 millones 610 mil 270 ciudadanos, y si se quiere tomar en cuenta el artículo 21 de Ley de Participación Ciudadana, para que los resultados del plebiscito tengan carácter vinculatorio con las acciones de gobierno, la participación tendría que ser de cuando menos 40 por ciento del padrón, es decir, deberán votar cerca de 3 millones de personas.

Y NO sólo eso. Cuando menos 33 por ciento de los votos deberán ser emitidos por alguna de las opciones presentadas a la ciudadanía. De esa manera la preferencia de los votantes sería obligatoria para el gobierno,

SI NOS apegamos a los datos históricos, es muy difícil que en la ciudad de México se logre una participación que alcance esos niveles; no obstante, la polémica que ha desatado la construcción del afamado segundo piso podría hacer el milagro de llevar a las casillas a tanta gente que de verdad y sin tapujos demuestre que sí hay una democracia participativa. Lo malo es que si se da va ha haber muchos ardidos. ƑO no?

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