Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 23 de junio de 2002
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Cultura
Discusión en Casa Lamm en el contexto del foro México después del 2 de julio

Los museos dejaron de ser oasis idealistas para convertirse en medios de propuesta: Turrent

Lamenta Marco Barrera "falta de autonomía y carencia de recursos" para esos sitios

 CARLOS PAUL

Hoy día "el museo dejó de ser el oasis idealista de la cultura moderna -definido como institución permanente al servicio de la sociedad-, para convertirse en un medio a través del cual un sujeto propone (un discurso) para que otro reciba el mensaje", definió Lourdes Turrent, en la mesa de discusión Museos, sociedad y globalización, efectuada en el contexto del foro México después del 2 de julio y el mundo actual, al que convoca cada viernes La Jornada, en coordinación con la Casa Lamm.

Con la participación de Dolores Béstegui, quien dirigió varios años el Museo de San Ildefonso, ahora directora del Instituto Mexicano de la Radio (IMER), Marco Barrera Bassols, Cuauhtémoc Medina y como moderador Angel Guerra, Turrent, luego de señalar que "los museos nacieron con la consigna de acumular objetos valiosos para la ciencia, para facilitar el desarrollo de los nuevos saberes y educar el ojo de los espectadores en el contexto de poder de los estados modernos", destacó que ahora esos recintos son estudiados "como medios de comunicación que trasmiten su mensaje mediante la exhibición de objetos, los cuales adquieren sentido porque alguien desea decir algo con ellos".

Hugues de Varine Bohan, apuntó Turrent, "dio la pauta al convertirlo en un medio de desarrollo de la comunidad, cuyo resultado fue la creación de los ecomuseos y los museos escolares. Si antes se habló del museo como edificio, colección y público, en la posmodernidad hablamos del sujeto, el que propone y reproduce al museo. Ahora estos recintos "también se explican por su rentabilidad política, por los grupos de estudiosos que los sostienen, por su liga a las elites gubernamentales y por su papel en la construcción ideológica de los estados. Desde la posmodernidad, concluyó la investigadora, "la primera pregunta que debemos plantear es: quién habla en los museos, para quién y por qué".

Marco Barrera reflexionó sobre la autonomía en la gestión de museos y los límites y responsabilidades de los gobiernos en esa materia. Destacó, entre otras cosas, que uno de los factores más importantes, "que no es producto de la globalización, sino privativo de la situación mexicana, es la falta de continuidad y la poca flexibilidad que nos hemos dado para adecuar la legislación al momento actual y para resarcir grandes atrasos en distintas materias. Pero sobre todo, que no hemos sido capaces de sacar a los museos de los reacomodos políticos en momentos de alternancia y de una difícil transición que no ve término". Mientras que por una parte surgen nuevas formas de acción museística, por otro lado permanecen una serie de limitantes, dijo Barrera, como son "una legislación adecuada a la realidad de los museos, escasas formas de participción de las comunidades relativas a esos recintos, ausencia de políticas de formación de colecciones, falta de autonomía y una creciente carencia de recursos".

Cuauhtémoc Medina expresó que "los museos mexicanos se han vuelto un territorio extremadamente politizado. Suscitan pasión, envidia, terror, preocupación y deseo. Lo que sólo puede significar que esos espacios se han capitalizado, si no de recursos materiales, sí de 'prestigio' y 'poder de convocatoria', es decir, capital simbólico", lo que a su vez "tiende a sugerir que ha ocurrido una mutación que, o produce un nuevo tipo de institución-museo, capaz de ampliar de manera radical su intervención en el espectro cultural, o conduce a un nuevo tipo de marasmo, donde la oportunidad de crear una nueva relación entre museo, Estado y sociedad se desperdicie".

Luego de desarrollar la idea de cómo durante los gobiernos priístas el museo "fue definido como la vitrina tridimensional de las ideologías oficialistas" y de que "la carencia de colecciones ha acostumbrado al público a pensar que museo es equivalente a sala de exposiciones", Medina señaló que "con la llegada al poder de Vicente Fox, el avance de los museos fue puesto en cuestión por la combinación de dos factores: la falta absoluta de proyectos culturales de la derecha y por identificar ?la nueva autoridad cultural?, a los profesionales del museo como sus enemigos". Sin embargo, finalizó, lo que se tiene que plantear de manera principal es "cuánta autonomía podemos construir para la institución-museo".

Dolores Béstegui planteó, entre otras cosas, la problemática que implica generar una autonomía económica, la relación de las sociedades de amigos y las autoridades museísticas, las implicaciones de tener una estructura educativa y las relaciones de colaboración con la iniciativa privada.

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