Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 28 de junio de 2002
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Contra

Objetivo: acabar con Hugo Chávez

Conspiradores mantienen su estrategia de desestabilización; irrumpe grupo paramilitar

CARLOS FAZIO ENVIADO

Caracas, 27 de junio. Primero aplicaron la teoría del foco. Después dieron un golpe de Estado y fracasaron. Ahora ensayan la "salida institucional", pero no descartan un magnicidio. Son siempre los mismos. Un puñado de empresarios millonarios, propietarios de grandes cadenas periodísticas locales, aventureros políticos que cultivan el fascismo criollo y sectores de la Iglesia católica vinculados al Opus Dei. No son un bloque monolítico, pero los une un objetivo: derrocar al presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

Desde que Chávez llegó al poder hace tres años y medio, le aplicaron la teoría del foco. Una estrategia de desestabilización con bolsones de violencia en todo el país. Con eje en los estados y alcaldías adversos a Chávez; con una secuencia temporal, planificada. Un día eran los médicos los que se manifestaban y cortaban las calles en Zulia (gobernada por el opositor Rosales), en Valencia (cuyo gobernador es Fernando Salas Feo, hijo del golpista Henrique Salas Römer, presidente del pro estadunidense Proyecto Venezuela), en Caracas (bajo control del alcalde metropolitano Alfredo Peña, enemigo del chavismo). La Federación Médica se coordinaba con la Central de Trabajadores de Venezuela, la corrupta CTV del cacique propatronal Carlos Ortega, y desquiciaban al país. Al otro día eran los funcionarios del Poder Judicial, al siguiente los maestros, luego los trabajadores de la construcción. Resultado: una semana de caos.

Así durante más de tres años. En un in crescendo que iba horadando la capacidad de Chávez para gobernar. Que maniataba las manos a la revolución bolivariana. El país se paralizaba, Caracas se colapsaba y la clase media se enardecía. Siempre con amplia cobertura de los medios privados de comunicación. Fue la fase preparatoria del 11 de abril. Del golpe cívico-militar mediático. Primero se desestabilizó al gobierno y se fue construyendo un vacío de poder, mediante una planificada guerra sucia sicológica que creó un clima de "ingobernabilidad". La puntilla fue la huelga en el gigante estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), utilizada como caballo de Troya para derribar a Chávez. La huelga que se politizó. La marcha del 11 de abril que cambió de rumbo y se dirigió "de manera espontánea" hacia el Palacio de Miraflores, "por el dictador".

No es un secreto que los conspiradores se reunían en Venevisión. En el búnker de Canal 4, del magnate venezolano de los medios de comunicación Gustavo Cisneros, propietario de Direct Tv, Telcel y Pepsi-Cola, amigo y compañero de pesca de altura del ex presidente Bush padre y máxima cabeza de un imperio empresarial que se extiende de Estados Unidos a la Patagonia: Organización Cisneros. El megamillonario que desde hace años quiere echarle mano a la filial estadunidense de Pdvsa, Citgo International, con una red de distribución de 15 mil 75 gasolineras y ocho refinerías en Estados Unidos, y que el año pasado extendió sus negocios a Brasil, Curazao, Puerto Rico, Colombia, Ecuador, Perú, Cuba, Uruguay y Argentina.

Gustavo Cisneros, el hombre a quien algunos de sus empleados quieren catapultar como el Berlusconi nativo. El "jefe supremo" de la intentona, de acuerdo con el diputado Pedro Alcántara. El "verdadero instigador" del golpe, según Newsweek. Un golpe con olor a petróleo que vincula los intereses de la familia Bush a la decadente trasnacional Enron, a la española Repsol y a don Gustavo, viejo partidario de suprimir la reserva del Estado venezolano sobre el subsuelo y privatizar el oro negro.venezuela_chavez_l65

A Canal 4 llegaba el presidente de Fedecámaras, Pedro Carmona, dictador por un día. El líder patronal amigo del presidente del gobierno español, José María Aznar, quien según el diputado venezolano Nicolás Maduro dio apoyo político a Carmona por medio de su embajador en Caracas, Manuel Viturro de la Torre, antiguo matón del grupo policial franquista Defensa Universitaria, y asesoró a los golpistas vía los agentes del CESID (ahora Centro Nacional de Inteligencia, CNI), que operan en Venezuela bajo cobertura consular. Carmona "el breve", vinculado al Opus Dei, como algunos miembros de su "gobierno provisional". En particular, José Rodríguez Iturbe, su efímero ministro del Exterior, otro amigo de Aznar, miembro numerario del Opus y residente en la mismísima sede de la corporación católica en Caracas. La organización de Escrivá tiene penetrados varios ministerios y puestos clave del Ejército.

Otro de los conspiradores de Venevisión era el joven empresario Isaac Pérez Recao (32), heredero de una fortuna estimada en 690 millones de dólares y dueño de 496 empresas en América Latina. Fortuna que comenzó a amasarse en la industria alimenticia paterna, se incrementó con el control de la petrolera Venoco (Pérez Recao era patrón de Carmona) y se multiplicó con el tráfico de armas a escala internacional. Se afirma que este Rambo venezolano, de posiciones fascistas (controla a un grupo paramilitar), es intermediario de la industria armamentista israelí. Sus nexos con el contralmirante Carlos Molina Tamayo, el militar golpista que presidía el Consejo de Defensa en Miraflores y fue antes jefe de armamentos de las fuerzas armadas, son también públicos. šUn negocio perfecto! Pérez Recao participó en la preparación, financió y está sindicado como el "ideólogo" de la asonada del 11 de abril. Ese día estuvo en Fuerte Tiuna, centro de la conspiración castrense. En su casa, en unos sótanos bien disimulados, se encontró un arsenal. Ahora está exiliado en Miami junto con su empleado Carmona, desde donde alardea dirigirá una operación comando para asesinar a Chávez.

También se reunían en Canal 4 el líder de CTV, Carlos Ortega, quien recibió cuantiosos recursos del Fondo Nacional para la Democracia (National Endowment for Democracy), que depende del Departamento de Estado, para sus huelgas desestabilizadoras; el presidente de la Conferencia Episcopal, Baltasar Porras, y el cardenal Ignacio Velazco, quienes dieron la bendición in situ a los golpistas; el empresario Lorenzo Mendoza, cuya familia es dueña del Banco Provincial de Venezuela (filial del BBVA investigado por el juez Garzón) y del Grupo Polar, uno de los conglomerados más poderosos del país, y el magnate Salomón Cohen, propietario de la principal constructora del país y varios centros comerciales, y quien puso el avión para enviar a Chávez al exterior.

Conspiración general

Todos siguen hoy conspirando en las sombras. Pero según los observadores, un golpe de Estado clásico ahora es casi imposible. La correlación de fuerzas al interior del ejército favorece a una aplastante mayoría de militares institucionalistas. La oficialidad disidente no tiene mando de tropa y Chávez ha colocado elementos constitucionalistas en puestos clave. El general Raúl Baduel, quien utilizó el arte de la guerra de Sun Szu y sin tirar un solo tiro desarmó al gobierno de facto por teléfono, sigue controlando la 42 División de Paracaidistas (las fuerzas especiales aerotransportadas) y asumió la comandancia de las guarniciones de Maracay (en Aragua) y Valencia (Carabobo), incluida una brigada de tanques, donde también controla la Guardia Nacional. Otro leal, el general Jorge García Carneiro, está al mando de la tercera División de Infantería, con sede en Fuerte Tiuna, principal guarnición de Caracas y sede del comandante general del ejército, general Julio García Montoya. Mucho poder en hombres y capacidad de fuego para la Marina, la Aviación y la Guardia Nacional, con mayor presencia de conspiradores.

De ahí que ahora los golpistas estén ensayando la "salida institucional". Quieren tirar a Chávez utilizando a la Corte Suprema de Justicia como ariete. A la progresista Constitución "chavista" como un cuchillo en la garganta del Presidente. El ideólogo del golpismo institucional es Herman Escarrá. Cada día una lluvia de querellas se abate sobre Hugo Chávez. Un abogado interpuso 17 juicios. Por crímenes de lesa humanidad (genocidio). Por peculado (se alega que el convenio petrolero con Cuba "perjudicó" al patrimonio público). Como receptor de 1.5 millones de dólares para su campaña (1998) del español Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA). Por el financiamiento ilegal de los Círculos Bolivarianos. Por instigación a delinquir.

El vicepresidente de la República, José Vicente Rangel, ha dicho que se corre el riesgo de "prostituir la denuncia". Pero el canciller Roy Charderton fue un poquito más allá. Afirmó que en Venezuela existen sectores golpistas que "realizan intentos terroristas para acabar con la democracia". Que se valen, incluso, de la "incitación" al magnicidio; una alusión al historiador Guillermo Morón, quien declaró que "es lícito matar a un gobernante cuando éste incumple las leyes y comete injusticias".

Los dueños del dinero y el operador de turno, Escarrá, no están solos. Cuentan con el apoyo de Primero Justicia, simil del grupo pinochetista Patria y Libertad, y con el Proyecto Venezuela del führer Salas Römer. También con la CTV de Ortega, que ha programado una serie de paros escalonados en todo el país, que culminará con una huelga general. Insurreccional, pues. šLeninistas los tipos!

Y ayer apareció el presunto grupo paramilitar Autodefensas Unidas por Venezuela (AUV), que declaró "objetivo militar" a Hugo Chávez. Al "presidente narco-guerrillero". Un tal "comandante Antonio", quien vestía uniforme militar y cubría su rostro con pasamontañas, apareció en un video difundido por RCN de Colombia y dijo que "a partir de este momento" iniciarían acciones en las calles.

Interrogado sobre esta versión, Chávez dijo que habrá que confirmar su veracidad, y aseguró que 20 mil efectivos patrullan "la frontera palmo a palmo" para garantizar que el conflicto armado en Colombia "no se venga hacia territorio venezolano". Reiteró: " Aquí en Venezuela no habrá ni guerra civil... ni paramilitarismo, no, Venezuela con nuestras perturbaciones y problemas, Venezuela va adelante en paz y democracia".

El tal "comandante Antonio" afirmó que el grupo clandestino está integrado por dos mil militares y policías que actúan en los estados de Apure, Táchira y Zulia. Se reivindicó seguidor de Carlos Castaño, el jefe de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), y dio los nombres de otros dos sentenciados: el ex ministro del Interior y Justicia venezolano, Ramón Rodríguez y el jefe del décimo frente de las FARC, Rubén Zamora. La liga Chávez-guerrilla colombiana. El viejo engendro con matriz de la CIA estadunidense.

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