Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 30 de junio de 2002
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Correo Ilustrado
Diego Fernández, con insaciable amor por el dinero, afirma

Señora directora: Es inadmisible, indigno, deshonesto, desleal, ruin, vergonzoso, contradictorio que el opulento, millonario y cristiano senador panista Diego Fernández de Cevallos, a quien algunos ciudadanos eligieron como defensor de sus derechos en la Cámara -quienes, además, le pagan (pagamos) su gran sueldo de senador- sea hoy quien gana un juicio multimillonario en contra de la Secretaría de la Reforma Agraria, que no tiene para pagar. Erogación, que de hacerse, no sólo afectará las finanzas del Estado, sino los bolsillos de los mexicanos, pues somos quienes pagamos con nuestros impuestos.

¿Será éesta la forma en que Fernández de Cevallos pretende hundir más al gobierno del PAN en el poder y al país? ¿Será acaso, que como él gana millones de pesos y de dólares en su despacho, no se ha dado cuenta que el gobierno actual dice no tener dinero para resolver las necesidades más apremiantes del país? ¿Será que no le han informado que en México existen 60 millones de mexicanos en extrema pobreza, la mayor parte de ellos campesinos; campesinos por los que tal vez podría hacerse algo con más de mil 200 millones de pesos a pagar? ¿Será acaso que en los libros en que estudió derecho y en otros que hablen de la "justicia social con rostro humano", como dicen los panistas, el licenciado aprendió que, los derechos y la justicia sólo son aplicables rigurosamente y en forma expedita en favor y en defensa de ciertas personas, como pueden ser sus clientes, herederos de grandes terratenientes que amasaron fortunas a la sombra del gobierno corrupto de Miguel Alemán? Ante esta realidad, qué diremos los millones de mexicanos entre los que se cuentan más de 10 millones de indígenas, a quienes desdeñó y castigó desde su palestra de senador, porque para ellos no existe justicia ni derecho.

El multimillonario fallo, en favor de las familias Ramos Hernández y Lozano Gracia, sus amigos, y en contra del gobierno panista y del pueblo de México, es un testimonio fehaciente del insaciable amor por el dinero de "un gran legislador panista", sin compromiso con México.

De qué sirve conocer lo que es la línea recta, si no se sabe lo que es la rectitud, dijo un día Séneca, filósofo y político.

Imelda Zamudio


Por su vestimenta, supuesto militar agrede a joven en Monterrey

Señora directora: El viernes 28 de junio, alrededor de las 10:30 horas, mi hijo Oscar, de 17 años, presentó un examen de fin de cursos en la preparatoria donde estudia y, como no tenía más clases programadas, se dirigió con otros compañeros de escuela al billar Flamingo, de la calle Hidalgo, aquí en el centro de Monterrey, el cual permite la entrada a menores, pues cuenta con un área destinada para ellos.

Como la mayoría de los jóvenes de su edad, Oscar suele usar bermudas flojas, camisetas y zapatos tenis. Se corta el pelo al estilo mohicano y lleva un arete en el labio inferior. El día de los hechos vestía unas bermudas color verde oscuro. Antes de llegar al billar, los jóvenes notaron que los seguía despacio un auto color gris plata, dentro del cual iban cuatro individuos, uno de ellos de uniforme militar y los otros con ropa común y corriente; pero los chicos no le dieron importancia al hecho y entraron al establecimiento.

Minutos más tarde, mientras los jóvenes estaban pagando la cuota de entrada y mi hijo permanecía junto a la mesa que seleccionaron para jugar, el individuo vestido como militar entró, se acercó a él y lo tomó por el cuello, lo llevó escaleras abajo, rumbo a la puerta del local. El tipo, de aproximadamente 30 años y 1.75 de estatura, en ningún momento se identificó ni tenía insignias que permitieran ubicar la dependencia oficial a la que supuestamente pertenece, pero sus botas, su ropa (camisola y pantalón color verde olivo) y el corte de su cabello lo evidenciaban a todas luces como militar.

Empezó a injuriar y a zarandear a mi hijo, exigiéndole que se quitara los pantalones pues, según él, esa prenda pertenecía al Ejército y aún más, era "delito" usarla como la traía Oscar, a la rodilla y muy holgada. Entre amenazas e insultos, el tipo no dejaba de estrujar un brazo del menor y de exigirle que se desvistiera. Incluso les gritaba a los otros tres tipos que lo acompañaban, y quienes permanecían afuera (con aspecto de agentes de alguna corporación, quizá ministeriales, pues traían radios portátiles), que llamaran a una patrulla de la policía regia, tratando de amedrentar aún más a mi hijo.

Oscar, sumamente atemorizado, trató de calmar al gorila que lo agredía y de explicarle que los pantalones que traía puestos son de los que se venden en las "pulgas" de la ciudad, como ropa de segunda mano, ¡pero del ejército estadunidense! Por fin el tipo dejó en paz al muchacho, cuando éste le dijo que iría a casa -la cual se encuentra relativamente cerca del lugar- a cambiarse los pantalones y que volvería para entregárselos. Oscar salió de ahí, sin esperar más, y fue a buscarme a mi trabajo, que también está a unas cuadras del sitio, para contarme la violenta agresión y humillación que había sufrido.

Como madre, ciudadana y periodista exijo la inmediata intervención de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, porque si estos individuos pertenecen al Ejército o a alguna corporación de la fuerza pública debe sancionárseles enérgicamente, pues no es posible que abusen de la supuesta autoridad que tienen, y la ejerzan de manera tan prepotente e injustificada.

Demando, asimismo, que la Procuraduría de Justicia de Nuevo León investigue si estos sujetos pertenecen a alguna fuerza pública o si son "madrinas" o maleantes disfrazados de "autoridad" que deben igualmente ser castigados. Nadie tiene derecho de molestar o agredir a nadie por su aspecto. Mi hijo es un estudiante sano, sin adicciones y respetuoso de la legalidad. Nadie tiene por qué tratarlo como a un delincuente. ¡Basta ya de impunidad en Nuevo León!

Guadalupe Elósegui Martínez, periodista


Alaba profesionalismo de algunos médicos del Seguro Social

Señora directora: Pese a la depredación e indolencia oficiales que padece la seguridad social de nuestro país, todavía es posible encontrar dignos ejemplos de profesionalismo entre el personal médico y de enfermería que ahí labora.

A principios de junio fui sometido a una cirugía en el abdomen en el Hospital La Quebrada, del estado de México, y el trato de quienes me atendieron fue tan dedicado y profesional, que resulta difícil comprender por qué esta parte importante del capital humano nacional debe trabajar en las condiciones desventajosas en que lo hace actualmente el IMSS.

Mi más sincero reconocimiento para los doctores Castro y Sierra, subdirector del nosocomio y cirujano, respectivamente, y en general para todo el personal médico y de enfermería por la atención brindada.

José González


Denuncian agresión de policías a estudiante

Señora directora: Le solicito publicar la siguiente carta, dirigida al procurador general de Justicia del Distrito Federal, Bernardo Bátiz Vázquez.

Señor procurador: El pasado 26 de junio los estudiantes Enrique Santillán Pérez y Rafael Carrillo Nolasco caminaban por las inmediaciones del Metro Universidad, cuando fueron interceptados por los policías auxiliares: Leandro Guadalupe Ramos Chávez, Noé Juárez Martínez y Pedro Soberanes, quienes de forma prepotente y violenta les ordenaron, sin motivo alguno, que se detuvieran. El policía Ramos Chávez detuvo a Enrique Carrillo sujetándolo por el cuello, quien sintiéndose desesperado por el ahogamiento logra zafarse del policía y actúa en defensa propia para salvaguardar su integridad física, al ver esta acción los otros dos policías golpean al estudiante, lo suben a una patrulla y lo conducen a una caseta en la que nuevamente es golpeado, amenazado de muerte y humillado por una decena de policías. Enrique recibió patadas en la cara, por lo cual su salud está seriamente comprometida.

Hoy Enrique y Rafael están presos en el Reclusorio Oriente acusados de "lesiones a la autoridad". Es indignante ver que en nuestro país la injusticia se ensaña con los más pobres y que las autoridades ni siquiera amonestan a los policías agresores. Esto no debe quedar impune, exigimos justicia.

Juana Pérez Lara y César Santillán Pérez


Invitación:

El Colegio del Personal Académico del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM invita a la Conferencia "La transición demográfica en México", que impartirá el doctor Raúl Benítez Zenteno el lunes primero de julio a las 11 horas, en la sala de usos múltiples del instituto.
 
 
 
 


 
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