jueves 4 de julio de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
hasta adentRO

Sobre la X Muestra Estatal de Teatro Poblano

n Marko Castillo

El cepillo de dientes, de Jorge Díaz (chilenoespañol) escrita en 1961 y representada en este 2002 por los egresados de la Licenciatura en Arte Dramático de la UAP en el nuevo espacio para funciones que se encuentra en las mismas instalaciones de la escuela, 10 Oriente 415 en el Centro Histórico, es otra de las obras que conforman la programación de la citada muestra y a la que le tocó en turno el día lunes 1 de julio a las 20:15 horas.
Este texto ya había sido montado con anterioridad en la ciudad de Puebla, en varias ocasiones. En el Teatro Normalista, dirigido por José Francisco Jaramillo a finales de los años 70; el estupendo montaje con el que se presentó en Puebla el grupo A trasluz dirigido por Guillermo Cabello (=), al que también vimos en escena en 1991, y una última versión dirigida por Alejandro Cossío con la actuación de Williams Zayago y "Gina", actriz egresada de la UDLA.
En esta ocasión la obra es retomada por José Luis Castilla León, maestro de montaje de la Licenciatura en Arte Dramático de la UAP, para trabajarla con los egresados y tenerla en temporada en el lugar antes mencionado.
Esta obra se inserta dentro de la línea del teatro del absurdo hispanoamericano, que si bien es herencia de este movimiento venido de Europa con autores como Ionesco y Beckett, en América toma un rumbo diferente al tratar los temas inherentes a la realidad social, económica y política por la que atravesaban en ese momento los países de América Latina. Autores como Antón Arrufat, Carlos Maggi, René Marquéz, José de Jesús Martínez y Virgilio Piñera son ejemplos de ello.
En el caso de Jorge Díaz, uno de los autores más socorridos e insertos en este movimiento refleja de manera más cercana el interés que los teatristas sienten hacia sus textos (hay que recordar los montajes de Cepillo de dientes antes mencionados, así como Topografía de un desnudo, que dirigió Olga Ibáñez hace aproximadamente 30 años, o El lugar donde mueren los mamíferos, retomada por el que esto escribe a principios de los años 90).
El cepillo de dientes representa uno de los textos burlones clásicos del drama lineal absurdo; basado en juegos, pero que transmite un mensaje claro, dice L. Howard Quackenbush al referirse a esta obra.
El teatro del absurdo se vale de los elementos de la distorsión y la exageración, el humor y el juego modelan la actitud de los espectadores frente a la obra. Hay quienes afirman que el teatro del absurdo ha muerto frente a su oscurantismo; pero este texto remontado de Jorge Díaz es una de las experiencias, por lo menos en esta muestra de teatro, que capta la atención de los asistentes.
Cuando el director nos presenta esta obra con la modalidad de que tres actrices hagan el mismo papel, es un juego riesgoso. Tiene el acierto de que el personaje sea asimilado de la misma manera por las ejecutantes, pero al mismo tiempo, al hacerlas iguales (es el riesgo que se corre porque es el mismo personaje), no hay diferenciación alguna, ya sea de comportamiento o de guía situacional para hacer efectivo el uso de tres actrices en un personaje que puede ser fácilmente representado por una.
Es lógico que en el momento de presentar un examen profesional se haga hincapié en las capacidades actorales que los egresados pueden poseer; esto lleva en algunas ocasiones a abusar de las condiciones físicas o pretendidamente emocionales de los participantes en el reparto.
En este caso, es una agradable sorpresa ver a cuatro jóvenes actores que encaran su trabajo de manera frontal, sin miedos y decididos a adueñarse del escenario. Es patente la disciplina mostrada para cumplir con su trabajo. El entendimiento de la situación es claro, posiblemente un mayor trabajo del estado de pensamiento subrayando subtextos y contextos podrían dar mayor riqueza a la puesta en escena.
El primer acto es mucho más consistente. El planteamiento es claro y la acción fluye de manera ordenada y sistemática. Quizá en el segundo acto el abuso de movimientos inútiles entorpece un poco la concreción exacta.
Pero aun así, con los pocos elementos escenográfico y de vestuario, plantea desde la entrada al espacio de lo que va a tratar la obra. La iluminación cumple el objetivo de poder ver a los actores que tienen un gran aplomo para la interacción con el público.
Quizá la música es bastante obvia, subraya como si fuera realista el texto, no da contrapunto, como se espera en una obra de esta naturaleza.
En resumen, es un buen trabajo que exhibe, en la muestra, que es posible por vez primera ver teatro. Una oportunidad de apreciar el desempeño de los nuevos profesionales del teatro en nuestra localidad. Armando Mey, Mariana çvila Moreno, Cecilia G. Vera Diego y Miriam Ruiz Morales son parte del futuro del teatro en Puebla.
Cepillo de dientes, de Jorge Díaz, se encuentra en temporada los días viernes y sábados en el salón de usos múltiples del Colegio de Arte Dramático de la UAP, 10 Oriente 415, a las 19:30 horas. Vaya a verlos, se llevará una grata sorpresa.