Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 8 de julio de 2002
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Política

Elena Urrutia

Un remedio al desabasto y un recurso de emergencia

De nada sirve la puesta en marcha de un programa como el de la planificación familiar que intenta cubrir toda la geografía nacional -un programa por lo demás con muchos años ya de funcionamiento y excelentes resultados- si, finalmente, uno de sus elementos fundamentales falla. Durante los años 2000 y 2001, en varios estados de la Federación, fue insuficiente la cantidad de insumos anticonceptivos que se encontraban almacenados para cubrir la demanda de la población. El resultado inevitable: propiciar embarazos no planeados en quienes han tomado la decisión de emplear un método anticonceptivo, pero carecen de los elementos indispensables para ponerlo en práctica.

Cuando se está hablando de desabasto de medicinas en hospitales públicos de hasta un 40 por ciento, información admitida por la Secretaría de Salud, es de aplaudir la iniciativa que la propia secretaría ha tomado para lograr hacer más eficiente el uso de los recursos financieros en el campo de la salud reproductiva, específicamente -como en este caso, es seguro que la misma medida se puede aplicar a otros terrenos de la salud. Si uno de los elementos indispensables para que el programa de planificación familiar del gobierno federal logre su cometido es el abasto suficiente y oportuno de los productos anticonceptivos, y uno de los motivos del desabasto de tales productos es su costo en el mercado nacional -cuando los mismos productos que se comercializan en México, y que compra justamente ese sector público, pueden ser adquiridos a mucho menor costo en el mercado internacional-, nada más acertado que el proyecto de cooperación internacional, liderado por la Secretaría de Salud con el Fondo de Población de las Naciones Unidas, que hace posible que los servicios descentralizados de salud de los gobiernos estatales puedan adquirir suficientes productos anticonceptivos que cubran la demanda de la población, haciendo de esta manera más eficiente el uso de los recursos financieros con un ahorro económico considerable. En términos generales se puede decir que los costos internacionales de los mismos productos son, cuando menos, 50 por ciento más baratos que los que se ofrecen en el mercado nacional.

Este programa de planificación familiar del gobierno federal, que depende en gran medida del apoyo político y económico que le den los gobiernos estatales dentro del marco de la descentralización de los servicios de salud, ha logrado que hasta ahora se hayan sumado a dicha iniciativa 16 estados, lo que significa un ahorro aproximado de 3 millones de dólares.

Anticoncepción de emergencia

En este campo de la prevención del embarazo, profesionistas de la salud, investigadores y académicos de la comunidad médica y científica nacional e internacional están dando su apoyo incondicional a la incorporación de la Anticoncepción de Emergencia (AE) a la Norma Oficial Mexicana para los Servicios de Planificación Familiar. Es así que, haciendo expresamente referencia a los "Criterios de Elegibilidad Médica para los Métodos Anticonceptivos" de la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomiendan que se reconozca y norme formalmente a la AE como una más de las opciones anticonceptivas a disposición de los(as) médicos(as) y de las y los usuarios de los servicios de salud de nuestro país. Esta recomendación se fundamenta en la amplia evidencia, clínica y experimental, que ha sido aceptada por un gran número de reconocidos organismos académicos e instituciones médicas nacionales internacionales, y que demuestra:

1. Las peculiares e insustituibles indicaciones de este método: la prevención del embarazo después de una violencia sexual, de una falla anticonceptiva o de una relación no protegida;

2. Su excelente perfil de seguridad: ausencia de contraindicaciones médicas (categorías 3 o 4 de la OMS); ausencia de efectos teratogénicos (anomalías) y de efectos colaterales severos;

3. Su mecanismo de acción similar al de otros métodos anticonceptivos y siempre, indiscutiblemente, previo al proceso de implantación.

No obstante que este método de prevención del embarazo, que cuenta con más de 40 años de existencia, ya ha sido incorporado de hecho en el conocimiento y en las prácticas anticonceptivas de médicos(as), instituciones de salud y usuarios(as) de nuestro país, es preciso que sea reconocido en la Norma Oficial que regula la prestación de servicios de planeación familiar. Es así que el apoyo de las personas y las instituciones mencionadas se da a la Dirección General de Salud Reproductiva de la Secretaría de Salud de nuestro país, para que la Nueva Norma Oficial Mexicana de Planificación Familiar incluya la anticoncepción de emergencia como una opción a la cual recurrir para que la población pueda controlar su fertilidad.

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