Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 13 de julio de 2002
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Cultura
Durante la función hubo problemas con el sonido en el Teatro de la Ciudad

El restreno de Porgy and Bess, de Gershwin, cumplió las expectativas

El elenco y los músicos de la Camerata de las Américas debieron utilizar micrófonos

Coincidió el montaje de la ópera con el 65 aniversario luctuoso del compositor estadunidense

ANGEL VARGAS

Salvo problemas técnicos con el equipo de sonido durante parte de la función, en especial al principio, y que una vez más pusieron en entredicho la calidad acústica del Teatro de la Ciudad, el restreno en nuestro país de la ópera Porgy and Bess, de George Gershwin, cumplió con las expectativas del público que anteanoche pobló tres cuartas partes del histórico inmueble.

Transcurrieron 45 años para que esta obra, considerada la más importante de su género compuesta hasta la fecha en Estados Unidos, pudiera ser vista nuevamente en el país, luego de que en 1955 fue escenificada en el Palacio de Bellas Artes, dos décadas después de su estreno mundial.

La de la noche del jueves fue ocasión especial no sólo por la reposición de la obra en estas tierras, sino porque este 11 de julio se cumplió el 65 aniversario luctuoso de Gershwin, efeméride que nadie pareció recordar o advertir.

Más allá de eso, reiteradas fueron las ovaciones que de entre las mil 300 butacas del recinto se brindaron al desempeño de los más de 20 cantantes y actores de la compañía estadunidense Living Arts Inc. que participan en el montaje, bajo la dirección escénica de Will Robinson y la musical de Stefan Kozinski, ambos también originarios del vecino país del norte.

Retorno a la ''vida fácil''

De la velada quedarán impresos en la memoria dos momentos sublimes: uno conmovedor y extasiante; otro, lúdico y exquisito, en ese orden.

El primero, al comienzo de la obra, cuando la cantante Stephanie Beadle, en su papel de Serena, dejó salir, cuan enorme es su humanidad, su grossa voce en el spiritual con el cual lamenta el asesinato de su esposo, un estibador de nombre Robbins, a manos de Crown, una mezcla de obrero y marino; situación que de hecho desencadena la historia trágica del amor entre el minusválido Porgy y la non sancta Bess.

El segundo momento se debió al carisma y al grado de desfachatez y cinismo que alcanza en su actuación como Sportin' Life (el vendedor de cocaína) el actor y cantante Eric Summers, ya para el final de las acciones, cuando logra convencer a Bess de retornar a la ''mala vida", a ésa que algunos llaman ''vida fácil", e irse con él a Nueva York.

Reparto de afroestadunidenses

Llena de emotividad, pero sobre todo de colorido, es la propuesta que ofrece la compañía estadunidense, no sólo porque la totalidad del reparto, a excepción de tres casos, es de ''color", entiéndase de cantantes y actores afroestadunidenses, situación preconcebida por Gershwin para dotar a la obra el carácter rítmico del jazz, el blues y los spirituals.

También por la escenografía, basada en cuatro estructuras simétricas que hacen las veces de un conjunto de casas, un muelle y una selva; el juego de luces, y el vestuario de época, que evoca los años 30 o 40 del siglo pasado en alguna comunidad de pescadores allende el río Bravo.

Una prolongada ovación al final de la obra, transcurridas casi dos horas y media, reconoció el desempeño de todos los participantes en el montaje, incluida la Camerata de las Américas, de México, que se encargó de la parte musical, no sin enfrentar también contratiempos con el sonido, no obstante de estar apoyada con sonorización electrónica, al igual que los cantantes.

Pero a diferencia de estos últimos, no fueron pocos los momentos en los que el trabajo de la agrupación pareció empalmarse o traslaparse ante los problemas sonoros, sean debidos al equipo técnico o a la acústica del recinto.

El punto de las supuestas deficiencias del inmueble en el aspecto sonoro no es una situación nueva. Desde antes de la reinaguración del teatro, a principios del pasado abril, ya se había suscitado una polémica al respecto, que ha tenido uno de sus puntos más críticos hasta la fecha en la suspensión hace algunas semanas de la puesta en escena de Macbeth, dirigida por Jesusa Rodríguez, que estaba programa para ese foro y debió ser trasladada a otro.

Producida con 3 millones 700 mil pesos, Porgy and Bess todavía tendrá cinco funciones más en el Teatro de la Ciudad (Allende 36, Centro Histórico): hoy a las 19 horas; mañana, doble, a las 12 y 18 horas, y el lunes y el martes a las 20:30 horas.

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