lunes 22 de julio de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
tendajón mixto

Honestos y bribones

n Jaime Ornelas Delgado

1. ¿Quién cree usted que es el propietario de la maquinaria, cuyo costo asciende a 6 millones de dólares, prestada al gobierno panista de Querétaro para iniciar la construcción del "Aeropuerto Intercontinental"?: Efectivamente, la maquinaria pertenece a Diego Fernández de Cevallos. Ahora, habrá que investigar de quién eran o son los terrenos, o quién hará los negocios alrededor de la terminal aérea. O a lo mejor alguien ya sabe que una de las opciones de las que habló el presidente para el aeropuerto de la ciudad de México, sea Querétaro. ¡Vaya usted a saber!
2. Pero después de su generoso préstamo, ¿qué cree que hizo Fernández de Cevallos? Destapó como candidato al gobierno del estado de Querétaro a su primo, el también senador Francisco Fernández de Cevallos, a quien saludó frente a los periodistas con un campechano: "Señor gobernador, mucho gusto en saludarlo". Ahora, con toda seguridad algún bribón acusará al distinguido senador de nepotismo y tráfico de influencias.
3. La última genial propuesta de Carlos Abascal, el inefable secretario del Trabajo del gabinetazo, es que la jubilación de los trabajadores sea a los 70 años, y como la esperanza de vida al nacer de los mexicanos es de 66 años, hay que irnos olvidando de retirarnos alguna vez. La verdad es que tiene razón quien escribió: "Ahora, la jubilación a los adultos en plenitud se les entregará junto con el acta de defunción".
4. De verdad hay panistas comiquísimos. Ya ve usted que recientemente el ex esposo de la "señora Marta" renunció al PAN, argumentando que el triunfo de Fox, el que le bajo a la dama, no ha significado cambio alguno. Un periodista, de ésos que creen que su tarea no es informar sino joder, le preguntó al susodicho: "¿Y qué hizo usted por el cambio?", a lo que el "ex" respondió: "¿Se le hace poco?, aporté la primera dama".
5. Un distinguido abogado, de ésos que no tienen conflicto entre ser legislador y litigante, que no cree en eso del tráfico de influencias que aprovechan otros bribones menos él, llamó indignado a su hijo para exigirle una explicación: "Diego -grito el abogado-, no te admitieron en la universidad". "¿Pero por qué, pa?" respondió el avispado Dieguito. "Porque en la pregunta sobre la profesión del padre anotaste 'pianista de burdelÕ. ¿Qué no sabes que soy abogado litigante?". "Si pa", dijo Dieguito bajando la vista. "Y ¿por qué no lo pusiste?" "Porque me dio vergüenza", finalizó Dieguito, quien durante la conversación, en un descuido, le bajó la cartera al distinguido legislador.