Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 26 de julio de 2002
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Cultura
El domingo se cumple el centenario del fundador del racionalismo crítico

Karl Popper forjó con sus tesis toda una fundamentación filosófica de la tolerancia

Escribir sencillo y claro como fuera posible, deber asumido por el pensador vienés

Debemos partir de la ignorancia y la falibilidad para resolver problemas, sostenía

DPA

Hamburgo, 25 de julio. El filósofo Karl Popper, nacido en Viena hace un siglo, el 28 de julio de 1902, consiguió como ningún otro unir en su obra lo teórico con lo práctico y transmitir conocimientos útiles para el individuo, la sociedad y la política, circunstancia que lo ha convertido en uno de los intelectuales más conocidos de la segunda mitad del siglo XX.

También ha influido mucho su lucha con medios filosóficos contra el totalitarismo, el dogmatismo, la irracionalidad y la arrogancia intelectual.

Aspirar al menor sufrimiento

La admiración por Popper, quien vivió en Gran Bretaña de 1945 hasta su muerte, ocurrida en 1994, se debe a su esfuerzo por escribir tan sencillo y claro como fuera posible, algo que asumía como deber.

Las ''terminologías difíciles, oscuras" y el ''lenguaje de gran efecto e ininteligible" de muchos filósofos alemanes resultaban desagradables para el estudioso.

Todas las obras destacadas del fundador del racionalismo crítico son variaciones sobre un mismo tema: no se trata de conseguir la mayor felicidad posible para el grupo de uno, la clase, la nación, la raza o la humanidad, sino de aspirar al menor sufrimiento posible para todos los que necesitan ayuda. Y no se trata de buscar certeza, sino de aprender de los errores que se cometen.

El núcleo de su propuesta es la falsedad y el crecimiento infinito del conocimiento, es decir, su eterna provisoriedad y por tanto también su constante progreso.

Para Popper un enunciado científico sobre la realidad carece de validez cuando tiene un error lógico o lo contradice un hecho. En ese caso resulta falseado, se constata su falsedad. Sin embargo, para el racionalismo crítico no existe ninguna constatación de la verdad, sino sólo conjeturas y refutación de errores.

Según su teoría, nunca es posible alcanzar la verdad última, pues experiencias contradictorias pueden recibir distintas explicaciones teóricas. A veces, sin embargo, se puede constatar que un enunciado es falso. Si no es el caso, ese enunciado puede mantenerse de forma provisional.

Elaboración provisional de hipótesis

Las tesis de Popper han servido para subrayar las ventajas de una democracia liberal. En un sistema así, ninguna teoría puede arrogarse la posesión de la verdad absoluta; en cambio, se permite la elaboración provisional de hipótesis que deben ser mejoradas de forma constante con base en la discusión crítica. Así, Popper llegó a una fundamentación filosófica de la tolerancia.

Su posición fue criticada en ciertos debates de los años sesenta cuyo punto central era la problemática entre la objetividad y los juicios en la ciencia.

Popper, que no participó en la ya olvidada polémica, aseguró cierta ocasión que se trataba de ''un barullo de grotesca insignificancia".

Otros filósofos y epistemólogos posteriores han partido de otras premisas para sus teorías y ofrecen nuevas orientaciones. Sin embargo, la idea básica de Popper de que vivimos en un universo abierto en el que las personas deben resolver sus problemas con la conciencia de su ignorancia y su falibilidad, aún tiene validez para muchos.

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