lunes 29 de julio de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
n Su abogado "es compadre de un político veracruzano ligado a Roberto Madrazo Pintado"
Vinculan a Francisco Juárez Fernández con la industria del secuestro en México y Puebla

Fabián Robles y Fernando Maldonado n

Francisco Juárez Fernández, exonerado del secuestro del empresario Abelardo Meneses Delgado, podría dedicarse a la industria del plagio en los estados de México y Puebla, según versiones policiacas recogidas en Xalapa, Veracruz, de donde es originario. En el año de 1992 se le vinculó con el homicidio de uno de sus "compañeros de caza"; sin embargo, la averiguación previa nunca pudo completarse "por falta de elementos".
Fuentes extraoficiales consultadas por La Jornada de Oriente revelaron que Juárez Fernández habría comprado el silencio de la viuda para que ésta no lo señalara directamente como el responsable de la muerte de su esposo, Gregorio N, considerado como "uno de sus mejores amigos".
Este sujeto fue directamente identificado como el autor intelectual del plagio del extinto empresario transportista en 1998. Por este cargo estuvo recluido en el Cereso de Apizaco tres años y dos meses, al cabo de los cuales salió libre tras promover un incidente por desvanecimiento de datos. Su libertad la recobró el pasado 17 de julio, y hoy Francisco Juárez camina tranquilamente por las calles de la ciudad de Xalapa.
Luis Arturo Arce Sánchez -empleado de la familia Meneses Curiel, por quien es muy apreciado- se encarga de cuidar y dar mantenimiento a las propiedades del extinto Abelardo Meneses en el municipio veracruzano de Banderilla. "Hemos visto pasar por aquí al hombre. Nos anda como espiando", cuenta.
Pero el subprocurador regional de justicia de la zona centro del estado de Veracruz, Mario de la Molina Casarín, aseguró que, hasta la fecha, la Procuraduría de Tlaxcala no les ha solicitado formalmente vigilancia especial para quien fue señalado como el cabecilla de la banda que secuestro a Abelardo Meneses.
"De hacerlo, tendríamos que ponderarlo, porque podríamos violentar sus garantías individuales; una vez que un juez determinó su libertad. Sin embargo, estaríamos obligados ante cualquier petición del procurador de Tlaxcala", explicó.
La relación de Francisco Juárez Fernández y su abogado defensor, Evaristo Morales Huerta, está tejida con historias de barandilla y poder. El litigante es compadre del ex presidente de la LV Legislatura del estado de Veracruz, Guillermo Héctor Zúñiga Martínez, priista cercano al líder nacional del tricolor, Roberto Madrazo Pintado.
Versiones periodísticas de la época en que sucedió la captura indican que Francisco Juárez fue detenido en la capital del estado de Veracruz, junto con los otros coacusados, que le imputan directamente de la autoría intelectual del secuestro.
Precisamente de esta versión se valió la defensa para promover el incidente por desvanecimiento de datos, mediante el cual finalmente su cliente salió libre de prisión.
Mariano Ortega Melo -otro de los abogados defensores, quien ahora aspira a formar una sociedad empresarial con su cliente-, consideró que fueron dos los factores fundamentales que influyeron para que Juárez Fernández saliera libre. Uno, la declaración del sacerdote que ofició una misa en la que el acusado fungió como padrino; y la segunda, la de un comandante de la Policía Ministerial de Veracruz, destacada en Perote, que fue quien detuvo el convoy de policías judiciales tlaxcaltecas que trasladaba a Francisco desde Xalapa.
Ambos testigos declararon que la fecha de detención difundida -y asentada en la indagatoria- por la procuraduría tlaxcalteca y por los mismos familiares de la víctima no fue el 8 de mayo de 1999, sino un día después. El lugar de la captura tampoco coincide, pues según el párroco y el comandante referido ésta habría ocurrido en la parroquia de La Resurrección de Xalapa, Veracruz, y no en San Pablo Zitlaltépec, Tlaxcala.
Jesús Hipólito fue el sacerdote que ofició aquélla homilía en la que fue bautizado el nieto de Francisco Juárez. Aquel día, antes de ser detenido, hizo una llamada telefónica a una mujer desconocida, desde la planta alta de su restaurante, "Macucos", ubicado en la avenida Xalapa número 432.