¡Queremos que la Sinfónica nos toque el sábado!

Al paso que va, la gestión de Pedro çngel Palou García como secretario de Cultura en Puebla destacará en la historia por ser una de las peores, especialmente porque los recursos de una dependencia que se supone debe promover y apoyar las expresiones artísticas fueron sometidos a los caprichos de la clase política dominante.
Ya se sabe que el pequeño Palou no hizo nada por defender la sede del Centro de Arte Dramático (Cadac) que fundó y desarrolló el dramaturgo Héctor Azar, y la entregó para que la burocracia del gobierno del estado tuviera un "bonito" recinto donde pasar las horas y eventualmente despachar con la diligencia acostumbrada los asuntos que interesan a la sociedad.
Pues bien, ya se agregó otro botón de muestra al catálogo de linduras cometidas por el niño Palou.
Marco Velázquez ha sido el principal promotor musical en la Secretaría de Cultura en sexenio. A él se debió la creación de la Orquesta Sinfónica de Puebla y otros asuntos de igual envergadura. Su salida de la institución es considerada por muchos como una pérdida irreparable. Sin exagerar.
Cuentan que la alta burocracia gubernamental, que pretende pasar por exquisita, siempre hizo intentos por que la sinfónica "amenizara" eventos públicos del poder -esos en que políticos y funcionarios hacen pasarela, grilla, se procuran palmaditas, se golpean las espaldas para que todos escuchen sus abrazos, sonríen, buscan salir en las fotos de prensa y ser entrevistados, se guiñan el ojo, ponen cara

de graves durante los protocolos y conferencias-, y hasta sirviera de entretenimiento en algunos eventos privados donde los anfitriones eran, por supuesto, gente "muy influyente". Marco Velázquez siempre se opuso.
Ahora que Velázquez ya no está en la Secretaría de Cultura, el señorito Palou García ya cedió otra vez ante sus patrones y aceptó que la Orquesta Sinfónica de Puebla interprete su repertorio en una fiesta privada a mediados de septiembre próximo en el Museo Poblano de Arte Virreinal, durante la recepción que la familia del gobernador Melquiades Morales Flores ofrecerá por el enlace matrimonial de una de sus hijas. Ni más ni menos.
Los cuitlanautas que todo esto supimos ayer, de inmediato saltamos de alegría porque nuestro amigo Ignacio Juárez Galindo se casa el próximo sábado, y desde esta tribuna nos atrevemos a preguntarle a Pedro çngel Palou García: ¿cuánto nos costaría que la Orquesta Sinfónica de Puebla pudiera deleitarnos mientras degustamos unos bocadillos? ¿Podría el noble conjunto interpretarnos una versión académica de los éxitos de Caballo Dorado?

El primo de Maxi

En el ayuntamiento de Puebla continúan los ceses a discreción. Ahora le tocó el turno a Alicia Bonilla Morales, quien sin explicación alguna fue echada de la secretaría técnica del Consejo Consultivo del Municipio. Su lugar lo ocupa desde esta semana Pedro Sanz Alvarado, quien, según las malas lenguas, es primo de Maximino "Maxi" Bear Sanz, secretario de Macroproyectos.