PENULTIMATUM

Excomunión a la vista

ESTA COLUMNA INSISTE a todos sus lectores, y los que se vayan juntando este fin de semana, en su obligación moral, ética, devocional, sumisa y arrepentida: lector, no vea nunca, bajo ninguna circunstancia, y mucho menos en viernes, El crimen del padre Amaro. No hay que tomar en broma la amenaza de excomunión, ni las declaraciones de don Diego Fernández de Cevallos, que dijo, y con razón, que hay que distinguir entre el arte y Punta Diamante. Lector, no nos desoiga, absténgase, cierre los ojos, no compre el boleto, la taquilla es el pozo de Satán. Cuando vea los créditos sálgase de la sala, cierre los ojos mientras se sale aún si corre el riesgo de un golpazo, levántese de la butaca airadamente, reclame sus derechos de ciudadano que no puede soportar que desde la pantalla le digan que hay curas ganosos, lleve puesto el cinturón de castidad, no se lo quite, sálgase de la sala cinco minutos antes del final, haga ruido para no oír el sonido de la película, no respire, obligue a su organismo a que tenga un paro cardiaco para que tengan que prender las luces de la sala, lleve huevos podridos y arrójelos sobre sus vecinos de butaca, demande al presidente de la República por no levantar hogueras de heréticos en el Zócalo, salga de la sala una hora después de terminada la película, y no se ofenda si no le volvemos a dirigir la palabra porque ya estamos al tanto de que usted vio completa El crimen del padre Amaro.

RECELE A SAN Juan Diego que, previsor, nació en una época que ignoraba el cine.

El orgullo nacionalista herido

SI USTED SE encuentra rostros demudados en el Metro o en las reuniones de Bosques de las Lomas, ya sabe a qué atribuírselo: en poesía nos va como en futbol. De acuerdo con la Secretaría de Educación Pública, nuestro gran goleador de imágenes, don Octavio Paz, quedó en tercer lugar, vencido por las acrobacias del chileno Pablo Neruda y por el dribleo metatónico del peninsular Gustavo Adolfo Bécquer. Se nos dirá que un tercer lugar no es malo. No si se contiende para la eternidad, pero sí si la lucha es por figurar en la lista de títulos honrados por la SEP. Animo, mexicanos. El año próximo será nuestro.

LA DECLARACION DE LA SEMANA: ''Si sólo se tratara de desprestigiar la figura sacerdotal, con dolor sufriríamos todo como expiación de las faltas cometidas por algunos ministros de la Iglesia (no se refiere el declarante al padre Maciel). Pero la cinta (El crimen del padre Amaro) va más allá al tratar de forma sacrílega y ofensiva al Santísimo Sacramento de la Eucaristía, a la Inmaculada Virgen María, a las Sagradas Escrituras y a los sacramentos del bautismo y la reconciliación. Es sin duda una obra cargada de odio hacia la Iglesia católica y desde el punto de vista jurídico es una clara violación de las leyes que protegen los derechos básicos de los ciudadanos": Alberto Suárez, arzobispo de Morelia, quien no ha visto esa película.