miércoles 21 de agosto de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
n Anualmente se pierde 800 hectáreas de áreas verdes por tala inmoderada, señaló
La zona del Pico de Orizaba es la "más desprotegida" en la entidad, manifestó Alejandro López López

Ignacio Juárez Galindo n

La zona del Pico de Orizaba actualmente es el área natural "más desprotegida" de todo el territorio poblano. Se estima que anualmente se pierde entre 600 y 800 hectáreas de áreas verdes debido a la tala inmoderada. A esto se suma la deforestación provocada por el impulso a la ganadería caprina extensiva, la falta de un programa de manejo de la zona, un plan de vigilancia deficiente y el abandono de los gobiernos de Puebla y Veracruz del plan de protección instaurado hace unos años.
Lo anterior fue dado a conocer por Alejandro López López, director del parque nacional IztaPopo, quien aseguró que la contradicción más grave es que el Pico de Orizaba es una área protegida y no existe un plan eficiente para su conservación. En entrevista, mencionó que el proceso de deforestación en la zona es similar al que se reportaba en el IztaPopo, y de continuar con esa tendencia, en 40 años se habrá afectado casi toda la superficie verde.
Ante esta situación, sostuvo, la propuesta es que la Comisión Nacional de çreas Protegidas tome el control de la zona, aporte recursos y presupuesto, y los gobiernos estatales, lo mismo que la sociedad civil, participen en su cuidado y recuperación. Pero aclaró: "Primero tenemos que organizarnos entre los tres gobiernos y luego (buscar) la participación social. No hay proyectos políticos o ideológicos (detrás) sino que es un proyecto de vida, independientemente del color, religión o partido".
Durante su participación en el foro de rendición de cuentas públicas, en el que participaron todas las instancias federales en Puebla relacionadas con el cuidado del medio ambiente, López López dio a conocer que en los últimos 10 años se perdió unas 4 mil hectáreas de bosques debido a la tala inmoderada y deforestación, mientras que en los últimos 30 años se acabó el 35 por ciento de la superficie total del parque nacional.
Pero éste no es el único problema. Como consecuencia de varios decretos presidenciales, apuntó, el área verde protegida pasó de los 3 mil metros a los 3 mil 600 metros hacia arriba, por lo que en la realidad la superficie resguardada "es mínima". Otro punto, continuó, es que sólo existen 12 guardabosques -siete en el IztaPopo y cinco en Zoquiapan- para proteger 45 mil hectáreas, además de que existe la tendencia de ver al bosque sólo en función del aprovechamiento maderable, y dejar de lado otros aspectos, como "los servicios ambientales", la posibilidad de desarrollar el ecoturismo y la biodiversidad, "que son factores determinantes del desarrollo".
Sin embargo, Alejandro López afirmó que pese a las estadísticas sobre la pérdida de áreas naturales en el IztaPopo, a través de los programas de reforestación impulsados en el último año se logró recuperar mil 550 hectáreas y el objetivo es que en los próximos dos años sean recuperadas 4 mil hectáreas. Al final del sexenio, estimó, estaríamos en condiciones de revertir totalmente la afectación reportada en los últimos 25 años.
En su exposición, el funcionario federal señaló que en el parque nacional se puso en marcha un programa en el que participan las organizaciones sociales, iniciativa privada y los gobiernos federal y estatal para lograr una recuperación de las zonas afectadas. El proyecto, dijo, permitirá dar pautas para el mejoramiento de esta actividad y erradicar la cifra de por cada 100 millones de árboles plantados no crece ni el 10 por ciento debido a la falta de atencióny coordinación.
El director del parque nacional IztaPopo presentó una larga lista de actividades y propuestas para la recuperación del parque, así como los trabajos impulsados hasta el momento. Explicó que la falta de coordinación entre Puebla y el estado de México y la ausencia de una oficina regional de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente ha dificultado la persecución de ilícitos, pues algunos talamontes que operan en la región tiene mayor facilidad para huir o cuando son capturados pasan varias horas para que el MP tenga conocimiento. "En algunos casos casi nos acusan por privación ilegal de la libertad", dijo.