Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 29 de agosto de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  CineGuía
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  Fotos del Día
  Librería   
  La Jornada de Oriente
  La Jornada Morelos
  Correo Electrónico
  Búsquedas
  >

Sociedad y Justicia

Miles de ancianos celebran en el Palacio de los Deportes

Campaña contra la discriminación por edad, en marcha a nivel nacional

ALMA E. MUÑOZ

Una campaña contra la "discriminación por edad" arrancó a nivel nacional encabezada por el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam) para que personas de la tercera edad sean sujetos de crédito y se flexibilice la vida laboral. Es decir, dejar que sean los propios trabajadores quienes determinen el momento de su retiro y no se les imponga, por ley, a los 60 años.

Dentro de este esquema de atención el gobierno federal aplicó un nuevo mecanismo de apoyo laboral, por medio del cual 109 mil adultos mayores podrán percibir 250 pesos mensuales al emplearse en las lecherías Liconsa.

En el país hay 7.1 millones de ancianos, de los cuales 75 por ciento carece de seguridad social y 30 por ciento está en situación de pobreza.

Aunado a ello, el gobierno prepara la segunda etapa de la campaña enfocada a conseguir más plazas laborales para mayores de 60 años -el año pasado se lograron 10 mil- y mantiene un esquema de crédito que permite a los solicitantes obtener de 500 a 5 mil pesos a pagar en 12 semanas.

El Inapam enfoca sus acciones al área urbana pues, explicó su coordinador, Pedro Borda, alrededor de 60 por ciento de la "gente grande" sigue trabajando en el campo. Además se exculpó por no ampliar la cobertura pues, dijo, sólo recibe 154 millones de pesos de presupuesto -en comparación con Estados Unidos, que aplica para este sector mil millones de dólares-, y 70 centavos de cada peso son para el pago de nómina y gastos administrativos.

En México, sostuvo, "luchamos por crear una cultura del envejecimiento pues ningún gobierno federal, estatal o municipal podrá resolver el problema si no van de la mano si no hay una relación cercana de apoyo".

Las acciones hasta hoy emprendidas son motivo de orgullo para Borda porque, recordó, "durante años, para los gobiernos anteriores los ancianos no eran prioritarios y ello se refleja, incluso, en la cobertura de la prensa. En los tres primeros meses del año pasado, por ejemplo, elaboramos 17 boletines y ninguno fue retomado para su difusión".

Gran baile

"Porque la música no tiene edad", rezaba el eslogan del décimonoveno baile anual de los ancianos, organizado por el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores, y a él hicieron honor decenas de miles de mexicanos de la tercera edad, ayer en el Palacio de los Deportes.

Fue la noche de la gente grande. La noche de rememorar y poner en práctica pasos de baile que a lo largo de sus historias fueron perfeccionando. A las mujeres, como Graciela Rojas y Teresa Miranda, acompañadas por un grupo de amigas, no les importó ir sin pareja. Bailaron y disfrutaron de la variedad de la noche.

Los conjuntos Amante, Carro Show, Danzoneras de Felipe Urbán y Sebastián Cedillo, así como las Orquestas Lupe López, Milta Alta y Pepe Luis se alternaron para ser partícipes del disfrute de los ancianos en su festejo. Lo mismo ocurrió con Beto el Boticario, Enrique Cáceres, Los Bribones, Marilú, los Mariachis Akatombo y Femenil Estrella de México, además de Recuerdos... sólo Recuerdos, de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Para los festejados no hubo más que botanas, refresco y pastel, pero a la mayoría no les importó, incluso preferían quedarse en el centro de la pista para continuar el baile.

Allí estuvieron los papás de la secretaria de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota, Arnulfo Vázquez y Josefina Mota -esta última, por cierto, integrante del voluntariado del Inapam y con intervención directa en el trabajo de la tienda de artesanías, junto con la esposa del director del organismo, Pedro Borda, Adriana Barrera. Todos ellos partieron el pastel.

Arturo Luna fue el primer organizador del entonces denominado Una cana al aire. Hace 22 años que trabaja en el instituto y recuerda que el primer baile se celebró en el salón Margo, que estaba ubicado en la avenida Eugenia y Mitla. "Aún recuerdo que nos dieron portazo porque no medimos bien la organización. Esperábamos unas mil 200 personas pero llegaron más de cinco mil. Tuvimos que cerrar el salón con la ayuda de granaderos."

Ese año, el Instituto Nacional de la Senectud (ahora Inapam) tuvo que organizar "dos canas más", esta vez en el Hotel de México, sitio que sirvió de sede para otros nueve bailes, pero su capacidad para 40 mil personas también resultó insuficiente ante la demanda de los ancianos.

Durante tres años, el domo del Palacio de los Deportes fue escenario de la celebración, aunque tampoco se dio abasto para recibir a la concurrencia. Por eso en 1997 se acondicionaron dos pabellones más para permitir que sean los propios ancianos quienes por medio del baile festejen su día.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año