Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 6 de septiembre de 2002
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Capital

Intereses políticos, detrás de las amenazas, dice; ratifica su disposición al diálogo

La ciudad no es rehén de líderes charros: GDF

Está preparada ante un eventual paro de servicios por sus trabajadores, afirma Encinas

ELIA BALTAZAR

La administración capitalina está preparada para un eventual paro de labores de sus trabajadores, aseguró el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, quien advirtió que las autoridades locales "no engordarán a líderes charros" que "nunca han trabajado ni viven con el salario de un trabajador y, en cambio, son inmensamente ricos".

Si bien López Obrador confió en que "no pasará nada" en la ciudad, envió un mensaje a los líderes de los sindicatos Unico de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal y Metropolitano de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo-Metro, José Medel y Fernando Espino, respectivamente. Dijo: "Que le vayan midiendo porque no vamos a ser rehenes de líderes charros, no vamos a ceder a chantajes ni solaparemos ese sindicalismo cuyos líderes permanecen en las dirigencias 15, 20, 30 y hasta 50 años".

Luego de afirmar que sólo hay razones políticas detrás de las protestas y amenazas proferidas por Medel y Espino, el jefe de Gobierno expresó su confianza en la responsabilidad y la conciencia de la base trabajadora, pues atrás quedaron los tiempos en que los dirigentes decidían por ellos, tomaban acuerdos a sus espaldas para su beneficio.

Ahora es distinto, dijo, y los trabajadores saben cuándo su lucha es justa y cuándo los están utilizando para fines políticos y electorales o intereses personales y de grupo. Y si de eso se trata, aseguró, no apoyarán los paros.

López Obrador convocó una vez más a los líderes sindicales a recurrir a las instancias legales para presentar su inconformidad y que los tribunales decidan si las autoridades han incurrido en incumplimiento de las condiciones generales de trabajo. "Les recomiendo que actúen en el marco de la legalidad y que no mezclen situaciones políticas o partidistas", advirtió.

En su conferencia de prensa matutina, el Ejecutivo local advirtió que las "componendas con los líderes charros" quedaron en el pasado. Y llama la atención que cuando peor se encontraban los trabajadores, por ejemplo en el sexenio del ex presidente Carlos Salinas, cuando el salario perdió 30 por ciento su poder adquisitivo, las dirigencias sindicales ni se quejaban.

"No hacían nada porque ellos estaban muy bien, porque entonces las autoridades se amarraban con los líderes y les daban prebendas, aunque los trabajadores no recibieran ningún tipo de prestación, pues lo que importaba era que sus dirigentes estuvieran bien y evitar conflictos", dijo.

Tanto el jefe de Gobierno, como el subsecretario de Gobierno del DF, Alejandro Encinas, ratificaron la disposición al diálogo por parte de las autoridades, pero advirtieron que no hay razones laborales en su inconformidad ni incumplimiento en los compromisos establecidos con la dirigencia, dado que las peticiones de los trabajadores del Metro y del SUTGDF ya se desahogan en las mesas de trabajo correspondientes.

Incluso, agregó Encinas, a la fecha no hemos recibido ningún planteamiento formal en el que señalen los supuestos incumplimientos que advierten las dirigencias sindicales. "Por eso pensamos que la inconformidad tiene como origen las prebendas perdidas por algunos grupos de trabajadores".

El SUTGDF reclama, por ejemplo, la recontratación de 200 lecturistas, quienes se dedicaban a leer medidores y fueron reubicados en cuatro agencias tributarias cuando, en 1992, la entonces regencia de la ciudad contrató empresas privadas. Les permitieron checar sólo dos días a la semana, cuando recibían completo su sueldo base, se les pagaban pasajes y un bono de productividad sin trabajar.

Está el caso, además, de los cajeros de la Tesorería, quienes reclaman la llamada "derrama de caja", pues se repartían antes los cambios que los contribuyentes olvidaban a la hora de pagar sus derechos y contribuciones.

Encinas informó que el gobierno diseña una estrategia de atención para la ciudad en caso de un eventual paro. "Vamos a estar preparados, pero apostamos a que funcione la ciudad, que se despoje de los grupos de interés, de los chantajes y las presiones políticas".

Aseguró además que los trabajadores de ninguna manera serán perseguidos por las autoridades. "Si el ámbito de conflicto es laboral, están en pleno ejercicio de sus derechos y los vamos a respetar, pero fuera de ese escenario, en su momento, se verían las sanciones administrativas correspondientes, si es el caso".

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