Montemayor abordó el tema de las bibliotecas de aula

Reconocer nuestra diversidad, premisa para formar lectores

''Incompetencia de funcionarios'', aduce el especialista

ANASELLA ACOSTA NIETO

Las bibliotecas de iniciación a la lectura deben partir de la consciencia de lo que es México, pues ''si no hay un reconocimiento de la diversidad cultural étnica y lingüística del país, ni una valoración de la historia artística, científica y geográfica de México, no habrá ningún proyecto útil para la formación de nuevos lectores", expresó Carlos Montemayor.

En relación con la carta que él y 44 escritores más dirigieron al jefe del Ejecutivo, difundida la semana pasada, el estudioso de las culturas indígenas descartó que ''las omisiones y carencias en la elección de libros para las bibliotecas de aula, realizada por la Secretaría de Educación Pública (SEP), obedezcan a algún plan estratégico del Estado; ''es sólo la incompetencia de los funcionarios", manifestó.

Corregir la lista

Los numerosos señalamientos que se hacen en la carta respecto de la falta de criterios para realizar la selección del acervo -en la que se dio preferencia a los libros de editoriales españolas sobre los de origen nacional-, tiene como finalidad provocar la corrección de la lista de los 292 títulos que iniciarán en la lectura a los alumnos de educación básica y media.

Conviene recordar que según la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), México ocupa el penúltimo lugar en los índices de lectura en una lista de 108 países.

El autor de Guerra en el paraíso señaló que la dependencia encabezada por Reyes Tamez Guerra ''no se propuso partir de una idea de México ni de un criterio histórico del país ni de una defensa del patrimonio cultural mexicano; le dio la espalda a décadas de trabajo editorial de la propia SEP y de las universidades públicas del país. Este es el principal error de ese proyecto".

Montemayor explicó que ''la lectura sólo es una parte de la función total del lenguaje, que a su vez es la función esencial del conocimiento y la conciencia humanas, y ésta debe tener lugar desde una visión integral del desarrollo humano que descienda del patrimonio histórico y cultural del país".

La lectura, agregó, ''es un apoyo esencial para el desarrollo del pensamiento y para la salud cerebral de los seres humanos".